Tus jadeos se escuchaban por toda la habitación a pesar de que habías comenzado a hacerlo por lo bajo. Estabas agitada, caliente por sentir más toques de él.
Sentiste algo húmedo en tu cuello, moviéndose de lado a lado, succionando cada parte de ti cariñosamente, con cuidado de no lastimarte ni espantarte. Él quería que te sintieras bien a su lado.
Pusiste una de tus manos en su cabello, al mismo tiempo en que apartabas tu cabeza hacia otro lado para dejarle más espacio por explorar. Sentías lo sedoso que era su pelo a pesar de estar desordenado la mayor parte del tiempo, y te daban ganas de pasear cada rincón de su cuerpo con tus dedos.
Colocaste tu mano desocupada en su mentón, levantándolo delicadamente para ver su rostro; Rei tenía un ligero rubor en sus mejillas, y tan pronto pusiste tus ojos en los suyos, los apartó avergonzado.
Soltase una risita por lo bajo, ya que se veía muy tierno de esa forma.
Él te miró desafiante, para después tomar tu rostro con ambas manos, acariciando tus mejillas con sus dedos mientras te miraba como si fueses su mayor tesoro sobre la tierra.
Hubo un momento en que no pudo aguantar la ganas de comenzar a besarte como loco desesperado; primero, dejó besos cortos y rápidos en tus cachetes. Luego, besó tu frente con lentitud, tomándose el tiempo para demostrarte de esa forma que te quería.
—Rei...—Le murmuraste al sentir cómo bajaba para besarte en la punta de la nariz, para después apoyar su frente contra la tuya. Sonreíste por aquella acción.—¿Qué quieres decirme?—Preguntaste de la nada, sin poder controlar lo que realmente querías decir.
—____....—Dijo en un susurro, acercando sus labios para rozarlos contra los tuyos. Cada vez te daban más ganas de querer besarlo con fuerza y avidez, como si no hubiese un puto mañana, pero sentías que primero debías escucharlo.
—Dime—Respondiste, poniendo una mano en su cabello para comenzar a acariciarlo. Rei apoyó su cabeza boca abajo contra tu pecho, para después abrazarte por la cintura y cerrar los ojos, disfrutando de las caricias que le dabas.
—____, despierta.
Tus ojos se abrieron como platos, al mismo tiempo en que soltabas un grito ahogado que te asustó más de lo que ya estabas. Te levantaste del colchón, usando tus brazos como soporte, tratando de buscarlo a él para tratar de calmarte.
—¿Rei?—Murmuraste, ya que él no estaba allí. Habían rastros de que se había ido ya hace un tiempo.—No está—Susurraste decepcionada con una mueca triste, apretando las sábanas.
Soltaste un suspiro pesado.
Te sentaste en el borde del colchón, y te estiraste la espalda de mala gana. No habían pasado ni dos minutos desde que te habías despertado, y ya querías que fuera de noche para volver a dormir. En pocas palabras, te despertaste de un pésimo humor.
Saliste de la habitación para ir directo a la sala de estar, en donde seguramente estaría Kazuki desayunando con Miri y Rei.
—Despertaste—Dijo el rubio al verte. Tenía unas ojeras bastante grandes, y se veía pésimo, igual que tú. Se sirvió un poco de café en una taza blanca, y la bebió después de haber soplado un poco para que no esté tan caliente.
—¡____!—Gritó Miri feliz, bajando de su asiento para correr hasta a ti. Ella te abrazó las piernas, y te miró con una sonrisa, mientras que su padre estaba sosteniéndose la cabeza, ya que la resaca que tenía por haber bebido tanto la noche anterior lo estaba matando, y Miri no ayudaba en nada con sus gritos agudos.
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Rei Suwa || Buddy Daddies
RomanceConocer a Rei Suwa es la cosa más complicada de hacer, pero, ¿quién va a impedir que tú lo hagas? Inicio: 13/01/23 Los personajes no me pertenecen. Se tocan temas delicados, incluyendo suicido, autolesiones, contenido sexual y temas explícitos que...