Rei Suwa || Buddy Daddies

Capítulo 13

Takeshi Yasuo, el objetivo principal de tu primera misión individual. 

Pensaste que sería fácil, ya que el tipo no estaba muy protegido y era un blanco bastante débil a comparación del anterior, pero en realidad, era facilísimo. 

¿Que porqué? Bueno, ni siquiera tuviste que ir a buscarlo, ya que él vino a ti con las mismas intenciones que tu: Seducir.

Era demasiado idiota, y eso te hacía cuestionar un poco sobre la dificultad de la misión. Era tan fácil de manejar que te daba desconfianza, así que comenzaste a hacer pasos más sigilosos y precisos. 

—Entonces, ¿tú dices que eres muy tolerante al alcohol?—Le preguntaste juguetona, bebiendo la copa que él te había pagado. 

—Sí, quizá más que tú—Respondió Takeshi mientras se acercaba a tu rostro, rozando la punta de su nariz con la tuya. Te estaba provocando. 

Era un mentiroso muy malo. 

«Es guapo, sí, pero... no, no me gusta este tipo» 

—Bueno, entonces te reto a algo—Propusiste, y él se interesó al instante. Meneó su mano, indicándote que sigas hablando.—El que termine borracho primero, pierde—Continuaste, tomando la cereza que venía en tu trago para llevártela a la boca y bañarla en saliva. 

—¿Qué pasaría si ganas?—Preguntó sin quitar la mirada de la cereza. Te mordiste el labio inferior, mirándole la boca apropósito para que crea que le tenías ganas. 

Obviamente cayó en tus juegos, viéndote embobado. 

—El perdedor te obedece en cualquier pedido que le hagas—Contestaste con una sonrisa. Te relamiste los labios, y le pusiste la cereza en la boca.—Abre—Pediste dulcemente. 

Takeshi tragó saliva, y no tardó mucho en obedecerte, mordiendo la frutita para comérsela. Se sintió algo excitado cuando saboreó la saliva caliente que le habías puesto anteriormente. 

Lo traías loco. 

—Bueno, empecemos entonces. 

La competencia había comenzado, y sabías bien que tú la ganarías antes de quedar borracha con el poco alcohol que beberías. 

Investigaste un poco a Takeshi, y sí, este tipo no soportaba mucho las bebidas alcohólicas por demasiado tiempo, pero él era tan impulsivo que no se negaría a una batalla, mucho menos con una mujer. 

El premio que habías puesto también ayudó bastante a la hora de que él acepte, ya que Takeshi pensaría que no importaría quién ganara, los dos querrían hacer lo mismo; tener una noche caliente de sexo en el bar. 

Supongo que él nunca pensaría que tú eras una sicaria, buscando estar a solas para matarlo y dejar su cuerpo a su suerte. 

Y tal como lo planeaste, Takeshi perdió. 

—¿Sabes que perdiste, no?—Le preguntaste divertida, mirando su cabeza apoyada contra la mesada de la barra. Él estaba con un sonrojo por tanto alcohol, casi babeando al no poder concentrarse en mantener la boca cerrada. 

—Creí que esta vez ganaría—Murmuró, levantando su cabeza para recomponerse. 

—¿Vas a cumplir con cualquier orden que te dé?—Dijiste, apoyando tu rostro en tu mano para mirarlo con "los ojitos de amor" que tanto te salía fingir. Takeshi se rio por lo bajo. 

—Siempre y cuando no me pidas que te de millones de dólares—Murmuró, acercándose a ti para tomarte por la cintura y acortar la distancia entre sus cuerpos—, entonces soy todo tuyo.