—Rei...—Le murmuró Kazuki mientras miraba al frente, tragando saliva ni bien sintió la fría mirada de su contrario. Hace mucho no ponía esa expresión, y verla de nuevo no traía nada bueno.
—¿Qué?—Preguntó seco, muy distante, como si no fuese su mejor amigo el que le hablaba.
—¿Crees que ella esté..? ya sabes...—Divagaba el rubio nervioso, casi arrepintiéndose de haber sacado el tema al haber recibido una extraña mirada amenazante y filosa por parte de Rei. De verdad parecía una persona totalmente distinta.—Olvídalo—Se apresuró a decir, sellando sus labios.
—Está viva, estoy seguro—Soltó de la nada el pelinegro, devolviendo sus ojos a la ventana del auto andando.—Tiene que estarlo—Susurró para sí mismo, siendo escuchado a la perfección por su mejor amigo.
Kazuki quería sonreírle y decirle algunas palabras de motivación, como hacía siempre, pero él estaba igual de mal que Rei; no soportaba la idea de ver a su mejor amiga muerta, y mucho menos en manos de alguien tan cruel como lo era tu padre.
Apretó con fuerza el volante entre sus manos, volviendo a presionar sus dientes para aguantarse las ganas de soltar un gemido de tristeza.
Estacionó a un lado de la acera con cuidado y algo apurado, disimulando a la perfección los nervios que tenía sobre el futuro cercano. Si te encontraban muerta, toda la lucha acababa ahí y no habría nada más para hacer más que seguir adelante, pero... si estabas ahí, pelear por sacarte y liberarte al fin era la meta final.
Y estaba dispuesto a sacrificar todo para llegar a la meta.
Ni se emocionó cuando vio al resto de las camionetas parando a su alrededor como si nada en las calles vacías y abandonadas, mucho menos cuando los asesinos que venían por parte del padre de Rei salían de los vehículos de la manera más sigilosa y elegante posible. Unas cuantas decenas de profesionales dentro del arte del asesinato estaban ayudándolos.
—Rei—Le llamó de vuelta. El pelinegro lo miró de reojo.—¿Qué harás si no la encuentras?—Cuestionó, luchando por no perderse entre los nervios y la desesperanza.
Rei se quedó en silencio luego de haber mirado al frente de nuevo, tomándose unos segundos para intentar pensar en algo para decirle, lo que sea.
—La encontraré—Afirmó mientras apretaba sus puños. Kazuki lo miró de lado al mismo tiempo en que ponía una expresión melancólica, de esas que solo podía mostrarle a su mejor amigo en sus peores momentos.
Rei colocó una de sus manos sobre el hombro de Kazuki, dándole una corta palmada antes de avanzar un par de pasos al frente, deteniéndose antes de alejarse completamente de él.
—Y si no está... destruiré cada centímetro de aquella mansión hasta que alguien abra su miserable boca—Murmuró con odio sin dejar de mirar desde lejos la casa que estaba bastante cerca de él.
Kazuki soltó una risa en un suspiro, casi haciendo que todos sus miedos y nervios desaparezcan. Casi.
—¿Estás tan enamorado de ella que estás dispuesto a masacrar toda una casa ilegal con gente todavía más ilegal solo para que vuelva contigo?—Cuestionó al pararse a su lado mientras ponía una sonrisa invisible.—Y ella está tan enamorada de ti que se entregó al hombre que odiaba solo para que no te hagan nada—Masculló antes de suspirar.—Ojalá tener algo así.
Rei no contestó.
—Ya cállate—Murmuró el pelinegro.
Kazuki al fin se giró para verlo, y ni bien abrió la boca para tratar de burlarse de él, alguien ya les había dado la tan reconocible señal que indicaba que ya debían comenzar a moverse.
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Rei Suwa || Buddy Daddies
RomanceConocer a Rei Suwa es la cosa más complicada de hacer, pero, ¿quién va a impedir que tú lo hagas? Inicio: 13/01/23 Los personajes no me pertenecen. Se tocan temas delicados, incluyendo suicido, autolesiones, contenido sexual y temas explícitos que...