Capítulo 10: Las apariencias engañan.

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Jaime

Las setenta y dos horas restantes que me quedaban para quedar con Laura se me pasaron volando. El día ya había llegado y estaba entusiasmado, ¿o nervioso?, ¿o eufórico?, bueno, estaba animado de que iba a conocer a Laura por primera vez, y estaba
seguro de que no sería la última.

—¿Qué tal luzco? —le pregunté a Fran

—Estás fantástico hermano. —Me terminó de abrochar los
últimos botones de la camisa que escogí.

—Pues en unas horas te cuento todo.
Como iba corto de tiempo, fui en mi moto para llegar más rápido. Llegué diez minutos antes y aun así, ella ya estaba en el restaurante donde habíamos quedado.

—¿Laura? —le pregunté cuando me acerqué a la mesa donde
estaba.

—Sí, ¿eres Jaime? Encantada. —Me dio dos besos en la
mejilla.

—Sí, soy Jaime. —Me senté enfrente.

Cada segundo que pasaba, más me daba cuenta de que Laura no buscaba algo serio, solo había quedado para follar. A pesar de que todavía tenía algunas esperanzas, todas se desvanecieron cuando Laura afirmó sus propósitos.

—¿Quieres irte ya de aquí? —me preguntó.

—Prefiero que nos quedemos en el restaurante, que nos
conozcamos un poco más... ¿Sabes?

—¿Tanto necesitas saber de mí para que te acuestes conmigo?

—De eso quería hablarte, si no te molesta, ¿estás buscando
algo más que hacer el amor? ¿Algo serio?

—No, la verdad. Pensé que lo había dejado claro desde un
principio.

Mi cara se emblanqueció. Me reí forzadamente para que no notase mi decepción.

Entré a casa desanimado, las expectativas que me crearon todos esos mensajes, eran mentira. Tinder era una basura, todas esas palabras eran una basura, las emociones y latidos de amor eran basura. Fran me llamó y me preguntó como me fue, pero estaba tan funesto que no tenía ganas de hablar, solo tirarme a la cama y llorar, llorar porque la mujer perfecta no existe, por Tinder, por los engaños. Saqué el móvil y leí todas las conversaciones que tuve con Laura, y no obstante sabiendo que ella no era así, todavía me provocaban mariposas en el
estómago. Tiré el móvil al suelo y me dormí.

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