Jaime
—¿A cuántos invitados quieres invitar para escoger ese local?
—me sorprendí.
—¿No te parece precioso?
—Sí, pero solo lo llenaríamos hasta la mitad.
—Bueno, a lo mejor yo tengo más amigos de los que tú crees.
—Tengo una prometida con doble vida.
—Nunca lo sabremos... —bromeó.
—También tenemos que hacer las invitaciones, mandarlas, ¿más o menos, a cuánta gente invitaremos?
—Tu familia, la mía, y amigos del trabajo y facultad, ¿no?
—¿Más o menos doscientas personas?
—Sí, por ahí.
Antes de preparar la boda, podría pensar que existían veinte, treinta colores, mientras la preparaba, aprendí que había cientos, y cientos de ellos. Y tenía que escoger solo uno para mandar una
maldita carta.
—¿Qué te parece esta? Tiene colores otoñales, es minimalista
pero no tanto.
—Me parece genial, es perfecta. —Quería terminar con la elección del sobre. No me importaba el color ni la forma de la misma, no iba a recibir una invitación para mi propia boda,
¿verdad?
—Perfecto, escogemos está —le dijo Virginia a la dependienta.
—¿Qué tenemos que hacer más?
—Nada, disfrutar de los que nos queda siendo pareja y planear una buena boda de miel.
—Menos mal, ya estoy harto, y ni siquiera nos hemos casado
todavía.
—Vayamos a casa y descansemos. ¡Qué en cinco meses son
casamos!
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El Plan T
Romance¿Qué harías tú si la persona que más has llegado a querer te invita a su boda? ¿Y si tu pareja corta contigo por mensaje? Esta es la historia de Virginia, una joven reportera que se muda a la gran ciudad después de terminar su carrera, y de Jaime, u...