Capítulo 18: Presentimientos.

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Virginia

Estuve hablando un poco más con Jaime anoche, lo básico: Hola, ¿qué tal?, ¿de qué trabajas?... No sabía el porqué, pero tenía buenos presentimientos con ese tal Jaime.
Llegué a la oficina y esperé unos segundos para poder hablar con
Claudia del tema sin que el jefe nos pillase.
—Claudia. —susurré—. A que no adivinas con quién estuve
hablando anoche.
—¿Con quién? —se quedó pensando unos segundos—. ¿Con el
Jaime ese?
—Sí, es bastante agradable. A ver, nuestra conversación ha sido
escasa, pero siento algo bueno con este chico.
La cara de ilusión de Claudia era graciosa y tierna a la vez.
—Me alegro muchísimo por ti, no sabes cuanto.
Seguimos trabajando unas horas más, en mi descanso, baje a la cafetería y me compré un café, mientras me lo tomaba, me llegó
otro mensaje de Jaime.
—Hey, ¿ya estás en tu descanso verdad?
Sonreí al ver que se había acordado.
—Sí, aquí tomándome un café, ¿cómo te ha ido tu mañana?
—Aquí, trabajando, desde casa como te comenté.
Cuando terminó mi descanso subí a la oficina y seguí
trabajando.
Llegué a casa, dejé mis cosas, me preparé un té y continué hablando con Jaime. No era tan mal chico como los anteriores. Me senté en el sofá y continuamos hablando por horas.
Casi media noche y no lograba contactar con Marta para contárselo todo. Le dejé un mensaje diciendo que me llamase en
cuanto tuviera un hueco libre. Y eso hizo, a la una de la mañana.
—¡Virginia! ¿Qué tal cariño?
Mi cara de muerta era un asco a diferencia de su soleado día.
—Marta, al final me has llamado...
—¿No me lo has pedido? —su cara cambió al recordar... —La
diferencia horaria... ¿Qué hora es en España?
—La una, pero me da igual. Te lo cuento todo. ¿Te acuerdas de
Jaime, el chico este de Tinder? Ella asintió.
—Pues es supermajo, es tierno y no sé, que todo de lo que hablamos se acuerda. Hoy, en mi descanso, estuvimos hablando
porque él se acordó. ¿No es lindo?
—¡Has visto! Este hombre a mí también me daba buenas vibras.
¿Te dejo dormir y me cuentas el resto mañana?
—Muchas gracias. Adiós Marta.

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