Capítulo 14: Ayuda.

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Claudia

Ya había pasado dos meses desde aquel infortunado encuentro que tuvo Virginia con Erik, y solo faltaba otro para Navidad. Y aunque a veces se decía que el tiempo lo curaba todo, la conciencia de Virginia era la excepción. Desde su última cita con ese extraño hombre de Tinder, no utilizó más la aplicación, pero yo sabía que Virginia no la había eliminado de su móvil, trabajábamos codo con codo todos los días y la mayoría de ellos, llegaba a ver de reojo la aplicación en el salvapantallas de su
dispositivo.
Ya estaba harta de que Virginia estuviese tan triste y apagada, nunca se me olvidará el día que le "tomé prestado" su móvil y le
ayudé a encontrar a su próxima víctima en Tinder.
—Leo, necesito que entretengas a Virginia por cinco minutos, ¿me puedes hacer ese favor? —pregunté al compañero que tuve más cerca en ese momento —. Pero lejos de aquí, en la zona de
descanso, por ejemplo.
—Claro, no te preocupes, ahora mismo la llamo.
Vimos como Virginia se acercaba y volvimos los dos a nuestros asuntos. Unos minutos después de hacer el teatrillo como si estuviese trabajando para que no sospechase nada, oí como el
compañero al que le pedí el favor llamó a Virginia.
—Virginia, ¿sabes como funciona este cacharro? —preguntó
para cautivar su atención.
—Leo y la tecnología actual, ahora mismo voy. —Se levantó y
se dirigió a la sala de descanso.
Mientras que Virginia estaba ocupada, por suerte se dejó el móvil en su mesa y disimuladamente lo agarré, entré en Tinder y
comencé a cotillear.
—Pobrecita, ya no se habla con nadie —pensé.
Estuve rechazando a varios hombres hasta que Jaime, también
de Madrid, llamó mi atención.
Jaime, Madrid y editor. Rubio y con ojos verdes, muy buena
pinta, justo el tipo de Virginia —Deslicé hacia la derecha.
Unos segundos después observé como Leo me señalizó que Virginia volvía a su sitio, deje el móvil en el lugar donde estaba y "seguí trabajando". ¿Era una mala persona? Posiblemente. ¿Se lo diré algún día? No. ¿Me lo agradecerá? Seguro que sí.

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