Capítulo 36 (antes de los hechos)

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Jaime

Me desperté sabiendo perfectamente el día que era. La boda a la que me había invitado Virginia. Hacía varios meses desde nuestra última conversación, que fue en Mallorca, y desde ese día, me arrepentí cada uno de los siguientes por ser tan bocazas, y tan cobarde. No paraba de mirar el libro donde guarde la carta

que le escribí.

—Jaime, Jaime, ¿estás bien? Te noto raro.

—Es que es hoy, es hoy. Y yo como cobarde que soy sigo aquí.

—¿Es hoy el qué?

—La boda del exnovio de Virginia, me invitó como acompañante, pero desde que nos peleamos, no nos hemos

vuelto a hablar.

—¿Y por qué sigues aquí?

—Porque, porque... —No se me ocurría ninguna razón —.

Porque la amo, y no me atrevo a hacer nada, por eso sigo aquí. —Si la amases, ya estarías en la puerta de su casa, te lo voy a

repetir de nuevo, ¿por qué sigues aquí?

Dejé mi ordenador en la mesa, me fui corriendo a mi casa para vestirme con el único traje que tenía —que me quedaba más ajustado de lo que pensaba—, cogí el libro donde tenía guardada

la carta y bajé corriendo al coche.

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