𝘗𝘰𝘦𝘮𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘱𝘭𝘦𝘣𝘦𝘺𝘰 / Mr.Phissa / Mpreg AU.

III

" Creando el arte para expresarte, Trazos pintados en un marco antes blanco, deseo poder hablarte y contarte, pero ocupas ser franco "

《♔》

El castaño terminó su hobra de arte, un atardecer de tonos rojos y naranjas de tonos oscuros y el brillante amarillo que hacía resaltar el sol en su totalidad, la obra parecería hermosa de no ser por que todo a su alrededor se destruia en la obra, los trazos nunca fueron sutiles como antes, fueron rápidos y desorganizados como su estubiera atacando a alguien con toda su irá.

Sus manos estaban manchadas de pintura al igual que partes de su ropa y rostro, su mirada penetrante con lágrimas ardientes que se enfocada en la pintura frente suyo, su respiración agitada por el fuego de la irá en su interior, una obra de arte que creo por du irá, ¿Quién lo diría? El enojo es más fuerte que el amor.

Recogía las cosas con calma, como si nada hubiera pasado antes, miro sus manos por un momento frente al espejo, un color carmesí estaba en estas a causa de las mezclas, pasó a lavarlas al igual que su cara, cambiando su ropa y tirando esta en una cesta que había algunas prendas más para después lavarlas el mismo.

Se recosto en la cama mientras se enfocaba en el techo, imaginando mil y un cosas sobre el exterior, las comidas que podría llegar a algún día probar, la música que sus oídos llegen para bailar, correr por lugares nunca antes vistos más que en sus sueños, se sentía vacío pese a todo lo que según era suyo.

Su mente divaga entre sus deseos más anelados, una persona que lo sacara de su infierno como saber que es el amor en realidad, tomo el libro del enmascarado y empezó a ojear un poco sobre esto, eran pequeños poemas, dibujos, anotaciones, pero los poemas fueron su atención.

—'De todos los libros que he leído estos son los mejores' - pensó.

Repasaba algunos, eran cortos y algunos ni acabados pero eran muy "curiosos" para el, más allá de los de amor, había sobre como llega a hacer el exterior, las cosas que ocurren y hay, la gente y su pensamiento por igual.

Su mente se empezó a plagar del enmascarado, ¿decía la verdad?

—Joven Felipe, le traigo la comida.

—Ho... gracias - tomo la chalola con la comida - ¿Y mía padres, o mis hermanos?

—Salieron al pueblo por algunos asuntos, vendrán por la noche.

—Esta bien, gracias por decirme.

—No hay de que, y limpie su cuarto, es un porquerio esta ves.

El castaño asintió y se metio cerrando la puerta con seguro, dejó la comida de lado y empezó a ordenar su habitación, lágrimas empezaron a caer por sus mejillas de un sabor amargo como el limón, simplemente las seco y se sentó para calmarse a si mismo, ¿Por qué llora? Ni el lo sabía.

—Vamos weon... dejai de llorar awewonado - se dijo a si mismo - No hay razón para hacerlo...

Las lágrimas no cesaron hasta un buen rato, la noche callo en el lugar pero el sueño no, miraba por la ventana las pocas estrellas que podían verse de allí, por un momento pensó en quedarse en ese lugar hasta caer dormido pero la idea de leer le pareció mejor, tomo una lámpara de kersone y salió de su cuarto para escabullirse a la biblioteca.

Una vez entró empezó a cureosar con la luz que le brindaba la lámpara.

—¿Que puedo leer? - murmuró.

—Le recomiendo un cuento - hablo aquella voz.

El castaño volteó detrás suyo donde estaba el enmascarado con una lámpara, un farol de mano con un brillo azul firme tras el doncel, asiento una reverencia ante este mismo.

—¿Qué haces aquí? - susurro asustado.

—Mi trabajo se basa en estar aquí por las noches para acomodar todo el lugar, pero debido a demandas del Rey he tenido que venir aquí por las tardes.

—Entiendo - miro al otro de pues a cabeza - ¿No le vas a decir a alguien que estoy aquí?

—Claro que no, no tendría por que decirlo.

—Muchas gracias - sonrió y devolvió su vista al lugar, camino hasta el sofá del lugar donde pensó en que entretenerse.

—¿No puede dormir? - vio al otro negar - No se preocupe, yo le leo un cuento.

Fue a las repisas y tomó un libro, el castaño solo miró la luz del farol que alumbra el lugar, en cuanto el azabache llegó se recosto en el sofá para estar más cómodo.

—El cuento es "El sastrecillo valiente"por los gemelos - abrió el libro.

El azabache empezó a narrar la historia con un tono tan suave como tranquilo, el castaño intentaba estar despierto pero la melodiosa voz del otro empezó a atraer al sueño, cerrando de a poco sus ojos hasta caer rendido ante el cansancio pero aún en sueños era capaz de escuchar la voz del enmascarado, simplemente sentía una paz que creyó nunca poder encontrar en ese lugar, olvidando todo lo que tenía encima en cuestión de segundos y sumergirse en sus sueños más anelados.

《♔》

Es corto y lo se, pero espero les guste.