IX

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" Tienes miedo de parar, pero quieres regresar, no sabes que hay allá, pero este libre ya "

《 ♔ 》

Un día lluvioso en plena primavera era extraño, usualmente solía estar soleado y caluroso en cualquier lado pero pese sorprender a la mayoría no era lo que a Phillip, este tenía más curiosidad por saber lo que pasaba fuera de su cuarto.

Sabía que los guardias durante esos días estaban en sus casas o en zonas para no mojar demasiado las armaduras, pero algo raro pasaba esa ves.

Ese día fue encerrado en sus aposentos deste que el poco sol salió, no pudo ni salir por algo para comer aunque no era la primera ves que ocurria y para su mala suerte a Ballo le dieron la orden de mantenerlo encerrado en ese cuarto.

—Porfavor~ solo algo de comida weon - jalaba la puerta para abrirla.

—Tengo ordenes Phillip, no puedo ayudarte esta ves.

—Solo vas rápido por un pedacito de pan o algo y listo, pero dame algo de comer.

—No puedo desobedecer esta ves, lo siento mucho.

—¡Solo déjame salir! No estoy castigado ni nada de eso, solo déjame salir un ratito y vuelvo como si nada.

—No es no, punto final.

El castaño golpeo la puerta para recostarse en la cama para pensar en algo para salir, tenía que ver al poeta antes de él atardecer pero tampoco quería estar allí todo el día.

Pasaban los minutos y el caballero empezó a preocuparse por su amigo, tocó un poco la puerta para saber su estado pero no hubo respuesta.

Pensó que estaría dormido, grade fue su sorpresa como miedo al escuchar un fuerte golpe y un líquido de color carmesí deslizarse por debajo de la puerta.

—¡Felipe! - habrio la puerta de golpe solo para recibir un golpe en la cara.

Phillip sostenía un par de palos de escoba unidos con los que golpeo a su amigo y para asegurarse que lo dejo noqueado le dio otro golpe más fuerte.

—Suerte que tenía pintura - susurro.

Dejo los palos de lado y salió del cuarto con cautela, tenía una capa con gorro y su característica ropa, miraba por los pasillos oscuros por la falta de la luz pero aún haci seguía con su camino.

—¡No puedes hacer eso! - era la voz de su madre.

El doncel se alarmó bastante, su curiosidad lo llamó y apoyo una de sus orejas en la puerta para escuchar lo que sus padres decían.

—¿Entonces que planeas hacer? - su padre - No podemos dejar que el siga aquí.

—Felipe es mi hijo... ¡Nuestro hijo! ¡No podemos matarlo por ser haci!

—¡Tampoco podemos dejarlo en el calabozo como un animal! Estará mejor muerto que encerrado.

Phillip se alejaba de a poco de la puerta, sus manos empezaban a temblar, su respiración a desigualar, sus ojos llenarse de miles de lagrimas, su cabeza daba demaciadas vueltas.

—¡Entonces aslo tu, yo no voy a manchar mis manos de su sangre¡

Su padre abrió la puerta solo para ver que portaba un puñal en manos, por otro lado, su padre se sorprendió al ver a su hijo y más haci de aterrado, que los había escuchado y en parte lo agradecía ya que este tiraría el puñal que tenia en manos, mala suerte que eso no lo escucho.

—Felipe, ¿que haces aquí?

Apenas dio un paso el chico salió corriendo como nunca antes visto por el.

—¡Allí está el doncel! - grito un guardia.

Un grupo de cuatro guardias estaba persiguiendo al chico, esto alertó al rey quien les dio una simple orden "Traiganlo".

El castaño corría a la salida, la lluvia era más que antes pero aun haci no se detuvo, los gritos de los guardias decían "¡Cierren las puertas!" Lo que lo impulso a seguir corriendo, su vida dependía de ello en todo sentido para el, a casi cerrar las puertas se deslizó para salir.

Logro salir del castillo a duras penas ya que se raspó las manos y su pierna derecha pero se paro solo para seguir corriendo, no se percato de que había salido ya que el miedo era mucho mayor y más al escuchar las pisadas e relinchos de los caballos, el sonido tan particular que daban las flechas al clavarse en los árboles y suelo.

—¡Capturenlo! ¡El rey lo quiere muerto!

Las flechas volaban e impactavan con demaciadas cosas, el chico solo corría con todo lo que podía.

—¡Mierda! - grito Phillip.

Una flecha impacto en su pierna derribandolo contra la tierra mojada y lodo, le dolía todo el cuerpo pero no quería morir, quería sobrevivir, quería vivir en paz.

Se arrastró por el suelo a un arbusto cercano, se sentó en posición de bolita y tapo su boca para que no se escucharan sus llantos, tenía miedo, ¿Ahora que podía hacer? No tenía nada, no era nada, no podía hacer nada.

Un crujido a lo lejos se llegó a escuchar.

—¡Alla esta!

—¡Rápido! ¡Lo perderemos ora ves!

Los guardias se alejaban del lugar pero el doncel no salía por nada, sus parpados eran cada ves más pesados, no podía aguantar más tiempo, una luz azul se acercaba junto a pasos, una voz que a su percepción era distante lo llamaba desesperado.

Sin más se dejo caer para salir de los arbustos, su vista era borrosa pero podía ver la luz azul y algo acercarse.

Cerro sus ojos y al abrirlos ya estaba siendo cargado por esa persona en brazos, estaba cubierto por algo que no sabía que era pero era caliente y suave a la ves, no veía de quien era pero estaba agradecido por rescatarlo.

—Tranquilo - era la voz de la persona - Mo le haré daño su alteza... descanse un poco... Yo te cuidaré.

Phillip cerró sus ojos y se dejó caer en el mundo de los sueños.

《 ♔ 》

Gente, si me muero es por que me voy a mudar :">

𝘗𝘰𝘦𝘮𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘱𝘭𝘦𝘣𝘦𝘺𝘰 / Mr.Phissa / Mpreg AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora