II

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"En una jaula estas, esperando volar, ¿cómo lo harás? Yo te voy a ayudar."

《 ♔ 》

Tanto Camila como Ismael estaban muy confundidos por el comportamiento de Phillip, este no dejaba de leer una y otra vez aquel libro, parecía echizado por este mismo y en realidad lo estaba en cierto modo, pues le encantaba leer el libro, las historias eran entretenidas y lo llevaban a seguir en su mundo de sueños junto deseos.

El problema era que casi nunca hablo durante el desayuno lo cual extraño al par pues su hermano les contaba cosas o bien insistía en poder salir.

—¿Le preguntas tu o yo? - hablo el varón.

—Mejor tu, realmente no quiero lidear con el a estas horas.

—Por qué no mejor tu - señaló a su hermano con un tenedor - Yo siempre tengo que lidear con Phillip.

—Por qué tu eres el único hombre en este momento.

—Tu eres la chica, eres quien más le entiende y más con eso de ser doncel.

—Eso no tiene nada que ver, yo no tengo que preguntarle todo, mejor hazlo tu.

—Que no.

—Que si.

—No.

—Si.

Las discusión terminó al escuchar como el castaño cerraba el libro con rapidez y se retiraba del lugar, le molestaba que hablaran sus propios hermanos de esa manera, más que trizte estaba molesto, los guardias volvieron a aumentar y tendría que esperar hasta que por lo menos pasara alrededor de un mes.

—Maldita sea - murmuró.

Caminaba apresurado a su recamara pero paso cerca de la biblioteca y recordó aquella persona misteriosa, ¿valía la pena entrar? Se detuvo un momento para pensar en ello, si bien no le conocía de nada, el no lo había delatado a los guardias.

Paso con rapidez al cuarto para ver si estaba aquel sujeto, buscándolo con todo el silencio que podía hacer este mismo, grande fue su sorpresa al verlo del otro lado del cuarto con un libro en mano y hablando consigo mismo, se empezó a hacercarse con cuidado.

—Los mejores investigadores no su mueven de su lugar, odservan y luego sacan sus propias conclusiones - cerró el libro y miro al castaño - ¿No lo cree alteza?

El azabache hizo una reverencia ante el de orejas puntiagudas, Phillip se sintió algo alagado ya que nunca hacían eso con el, ya ni los guardias.

—He... ¡he, si, si! Solo quería un libro de por aquí - tomo un libro al hazar - Es todo.

—Ya veo, pero para la próxima podría decirme y lo ayudare a buscar - antes de poder retirarse sintió una mano en su hombro.

—De echó, quiero que me digas sobre el autor de un libro, para ser exactos el de este - mostró el libro que consiguió la noche pasada.

—Ese libro tiene varios autores.

—El cuento de "La casa del juicio."

—Ese soy yo.

El castaño se asombro un poco pero no creía del todo lo que dijo, ¿Cómo saber si el lo era? Fácilmente pudo leer el libro, el autor memorizar el nombre del autor.

—¿Cómo creerte? ¿Qué me asegura que lo seas?

—Por el momento no puedo darte una prueba como tal.

—Entonces estas mintiendo.

—Te daré algo y tu decidirás si creer en mi palabra o no.

El enmascarado saco un bolígrafo y saco una pequeña libreta donde empezó a escribir en esta para arrancar la hoja y entregársela al castaño el cual dudo pero termino por leer.

"𝓞𝓳𝓸𝓼 𝓶𝓪𝓻𝓻𝓸𝓷𝓮𝓼, 𝓹𝓲𝓮𝓵 𝓭𝓮 𝓵𝓪𝓷𝓪 𝔂 𝓫𝓵𝓪𝓷𝓺𝓾𝓮𝓪𝓭𝓪, 𝓬𝓾𝓻𝓲𝓸𝓼𝓸 𝓹𝓸𝓻 𝓪𝓶𝓸𝓻𝓮𝓼, 𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓶𝓪𝓼 𝓵𝓪 𝓵𝓲𝓫𝓮𝓻𝓽𝓪𝓭 𝓭𝓮𝓼𝓮𝓪𝓭𝓪"

Al azar la vista ya no se encontraba el azabache, miró para todos lados y solo encontró el libro qué él desconocido tenía en manos.

Lo tomo y miro un momento, no era muy grande, era más chico que uno normal pero no importaba mucho para el si no que no parecía tener autor alguno, ni portada.

Nuevamente miro a su alrededor para asegurarse de que el enmascarado estubiera por allí, se retiro del lugar con cuidado de no hacer ruido sin saber que en realidad el azabache le miraba entre las sombras del lugar.

Phillip paseaba por los pasillos con cautela de no ser visto nuevamente, pero grata fue su sorpresa al toparse con un guardia que reconocería al otro extremo del lugar.

—¡Vallo! - se apresuró para hablar con él chico.

El mencionado volteo de donde provino la voz - ¡Phillip! ¿Qué haces acá weon? Tendrías que estar en tu cuarto.

—Fui por un libro, es todo - en parte es verdad lo que dijo.

—Más te vale, mejor te escolto yo a tu cuarto para que no tengai problemas.

—Gracias gordillo - las risas no faltaron.

—Parai de decirme haci weon.

Ambos caminaban a los aposentos del doncel con tranquilidad, Phillip tenía demasiado tiempo de no ver a su amigo por que sus padres pensaron que salían, cosa que no era haci, pero sus padres lo ignoraron y alejaron a su amigo, por lo menos en ese momento podrían hablar sobre lo que paso en todo ese momento.

—¿Enserió no pensaste que pasaría eso? - río un poco.

—Cállate, realmente no pensé que estarían paseando - aclaro - Vallo, tengo una duda.

—¿Cual? - ladeo un poco su cabeza.

—¿Sabes quien es la persona misteriosa en la biblioteca?

—¿A que te refieres?

—Hay un tipo con una mascara de calavera que no havia visto antes - aclaro - ¿Sabes quién es?

—Ha si, no lleva mucho aquí.

—¿Enserió?

—Sep, al parecer es un sujeto viene seguido por los libros, trae de varios escritores y también arregla los más viejos, pero nunca he hablado con él.

—¿Por qué no? - ladeo su cabeza - Sos un guardia y hasta donde se tenei que hacer muchas preguntas a los pueblerinos que vienen.

—Lo se pero con el la norma cambia - explico - Solo tenemos que verlo entrar y salir, no más ni menos.

—Eso es muy raro.

—Ya somos dos - miro al castaño - ¿Por qué la pregunta?

—Prometes no decirle a mis padres o mis hermanos.

—Lo prometo su majestad - recibió un golpe leve por parte de Phillip.

—Pringao - murmuró - En mi escapa de ayer me escondí en la biblioteca por que casi me atrapan y pues como sabes me gusta curiosar con todo.

—¿Cuando no?

—Exacto, el punto es que me había encontrado con este libro en la mesa de allí - mostró el libro que tomó ayer - Escuche pasos y me escondí pensando que no me vio pero al habrirlo tenia esto escrito - mostró la nota del desconocido.

—¿Leíste la página?

—Si, solo era una pequeña historia que la verdad me encantó - sonreía un poco.

—Pues me gustaría seguí hablando pero ya llegamos - abrió la puerta para dejar pasar al otro.

—Bueno, nos vemos después... espero.

Paso al cuarto para sentarse en su cama para ver un cuadro en blanco junto a pinturas y pinceles de varios tamaños, pensaba en que poder recrear pero su mente estaba plagada por el enmascarado, el pequeño poema que le desconcertó junto a su misteriosa manera de ser, pero a la ves, quería saber que había detrás de aquella máscara.

Agarro las pinturas para empezar a pintar con sus propios dedos el cuadro, dejando que su mano se guiara sola ante el aburrimiento.

《 ♔ 》

𝘗𝘰𝘦𝘮𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘱𝘭𝘦𝘣𝘦𝘺𝘰 / Mr.Phissa / Mpreg AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora