𝘗𝘰𝘦𝘮𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘱𝘭𝘦𝘣𝘦𝘺𝘰 / Mr.Phissa / Mpreg AU.

XIX

" La luz es una guía en la oscuridad,
Es lo único que podrás mirar en verdad "

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El atardecer se lograba ver en aquel pueblo, era un poco tentador de ver para las otras personas pero para el doncel siempre fue una fascinación, en el castillo era una de las pocas cosas que podía apreciar del exterior. No sabía lo que el azabache le quería mostrar pero no se hiva a quejar pues este le a mostrado maravillas de su propia tierra a lo que le dio confianza.

Caminaba a su lado con tranquilidad, el azabache tenía algunas de hojas con un contenido desconocido para el pero aun haci no le importo demasiado para agobiarlo en ese momento, solo se enfocaba en el sol, en la luz, en el otro.

Por parte del poeta, estaba nervioso, pues temía que el doncel le pasara algo por su culpa pero ya tenía claro lo que el chico deseaba y no dejaría de apoyarle, ese sentimiento, no sabía como declararlo y no era el momento para ser justos, por eso decidió dedicar parte de su tiempo en esas hojas para hacer algo especial.

—¿A donde vamos? - rompio el silencio Phillip.

—A un lugar donde no nos molesten - le miro con una sonrisa - No querrás que nos atrapen tan pronto.

—Tienes razón, pero ¿no me puedes dar una pista pequeña? - insisto.

—No, es una sorpresa - río - Sería algo injusto ya que llevo tiempo preparándola

—Pero una pequeña - junto susmanls en forma de rezar.

—Solo una, es algo que tiene que ver con el cielo.

—Mmmm... ¿Una nube?.

—No - miro el lugar - Llegamos.

El chico miró el lugar, era la misma fuente donde lo llevó la primera ves, ambos avanzaron hasta ella y se sentaron cerca.

—¿Para qué las hojas? - ladeo la cabeza.

—¿Has escuchado sobre el origami?

—¿Origami?

—Es hacer una figura con solo papel - le extendió un par de hojas - ¿Quieres intentar?

Phillip lo pensó un momento pero decidió aceptar la propuesta del otro, acercandoce a este para poder hacer bien el origami, presto atención en las hojas, había unos símbolos en estas lo cual le sorpredio, ¿Qué tramaba está ves?

◇ - ◇

—No ha habido ningún rastro del príncipe Felipe su majestad - habló un caballero.

—No paren de buscar, no me importa si duermen o no - su voz era firme - Quiero que mi hijo esté aquí.

Los caballeros asistieron la orden y se retiraron, el rey estaba demasiado cansado, nervioso, agobiado. No faltaba mucho para que su hijo cumpliera años y que empiece las celebraciones en el pueblo, tenía que inspeccionar todo lo que hacía su hijo mayor ya que dejó este en el cargo por esa ves.

Miro a un costado suyo, reposaba la corona improvisada de su hijo, nunca lo crío como los otros, jamás le dio la atención que se merecía, no podía cambiar ese pasado pero quería hacer algo en el presente y no se rendiría tan fácilmente.

—Padre - era la vos de su hijo mayor - La mayoría de preparativos ya están listos, solo falta afirmar nuestra presencia.

Se formó un silencio entre ambos, ninguno decía o hacia nada, lo cual empezó a poner nervioso al menor.

—Creo que este año no asistiremos al festival - por fin hablo.

—¿Lo dices enserió? - lo tomo por sorpresa, su padre nunca solía rechazar el festival y ahora si.

—Lo digo enserió hijo - se paro del tronó y empezo a caminar, llevaba la corona del doncel en mano - Tenemos que cambiar algunas reglas como cosas aquí en el palacio.

—Eso nos involucra a mi y a mi hermana ¿verdad? - caminaba junto a su padre.

—Exacto, esto es para preparar un futuro mejor y a decir verdad no muy lejano para ti - miro al contrario.

—Todavía no tengo veinticinco.

—Pero algún día los tendrás y este reino te pernesera - alzó la corona anaranjada - Y por el tenemos que empezar.

◇ - ◇

El doncel tenía una sonrisa en el, había echo varias figuras junto al demonio lo cual le agrado, era un lindo pasatiempo a su parecer ya que se ocupaba mucha paciencia y tranquilidad para hacer una garza, era complicado pero también terminaba siendo hermoso el resultado. La noche ya los invadió deste hace rato atrás pero la luz de la luna era más que suficiente para ambos.

—Listo - alzó la figura - Un patito... ojalá nadara.

—¿Quieres saber para que son esos símbolos? - hablo Missa.

Sin dudarlo, el castaño asintió para santsfacer su curiosidad. Missa coloco su origami de pato en el agua y toco a sus lados, los símbolos empezaron a brillar para que después la figura empezará a moverse por cuenta propia. Phillip estaba sorprendido por eso, magia de dibujos.

—Solo tienes que tocar los símbolos y listo - apunto la figura del otro.

Coloco el pato con cuidado en el agua pra hacer lo mismo que hizo el azabache, el pato empezó a moverse por cuenta propia a lo que el chico se alegro y sorprendió, hizo magia.

Y haci fue con todas las figuras, deste unas ranitas saltando hasta una flor que tenía un olor dulce, Phillip miraba las cosas con una gran felicidad, era como darle la vida a algo. Se percato que solo quedaban dos figuras, un par de garzas pertenecientes a cada uno.

—¿Las garzas vuelan? - miraba al azabache.

—Claro que vuelan - tomo la suya - Las garzas de origami suelen usarse para mensajes pero también pueden ser para divertirse.

—Entonces tienen doble función - tomo la suya - Interesante.

—¿Quieres verlas volar?

—Sip.

Ambos chicos tocaron el símbolo al mismo tiempo para que ambas volarán juntas y haci fue, se alzaron  y se veian revoloteando entre ellas.

No sabía decir si fue por el cansancio o por ese sentimiento pero Phillip recosto su cabeza en el hombro de Missa, el poeta recosto un poco su cabeza sobre la del príncipe y su cola se enrollo en la cintura del otro.

Mirando ambos el par de garzas, eran complementarias, eso no lo dudaban para nada, al final el destino los las llama a amarlas.

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