XXXVI

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" Poco me importa lo que crean los demás por que te amo de verdad beldad "

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Phillip no paraba de ver su alrededor aun dando el atardecer, apenas llegaron al pueblo y este realmente era algo nuevo y fascinante para el; las casas llenas de colores vivos por las luces y gente pasando con sonrisas en sus rostros, los puestos en una alargada fila que mucha gente paraba en ellos y compraba, los puestos de comida que olia delicioso, niños corriendo y jugando sin importar lo que raza fueran, era alucinante a su parecer.

Parecía un niño pequeño descubriendo el exterior.

—¿Enserió aquí es donde viviste? - miro al azabache.

—Si - le miro - A decir verdad me alegra volver, no he estado aquí cono en cuatro años.

—¿¡Tanto tiempo!?

—Exacto.

La carroza paro frente a un lugar, una caverna grande con un letrero en la parte de arriba que decía "La casa de gatos" y otro en la puerta que decia estar cerrado, lo cual confundió un poco al doncel pero vio que el poeta se alegro de solo ver el lugar.

—De aquí en más nos encargamos nosotros - hablo German - Tenemos que ir a la escuela para dar el reporte de que volvimos.

—Entiendo - bajaron de la carroza - Gracias Maestro.

—No hay de que, aparte descansas de tanto drama que hubo.

—No hubo tanto - bajo las cosas del castaño.

—Eso dicelo a tu novio haber si te cree.

—Y usted a su esposa para ver si lo quiere creer he.

Ambos se despidieron para que el par de maestros se marchará y ellos se quedarán en ese lugar, Phillip ni se había percatado de que bolillo estaba sobre su hombro mirando de igual manera el lugar.

—Vamos - habrio la puerta.

—Pero esta cerrado - exclamó - No van a correr.

—Na~ a mi tía le gustan las sorpresas y tu eres una de ellas - le dio el paso al otro.

Aun con miedo paso al lugar, era alumbrado por el poco sol que llegaba y unas cuantas velas en un tono anaranjado que daban un aspecto de comodidad y calidez en todo el sitio, mesas que aun tenían las sillas encima pero algunas eran más grandes que otras, una barra larga que detrás tenía un varios estantes de vevidas, copas y tarros.

Escucho pasos lo cual le alertó; era una mujer de cabello castaño y largo, ojos totalmente negros, con orejas y cola de felino del mismo tono que su mirada a la par que vestía con un vestí morado con blanco que resaltaba su presencia.

—El letrero dice cerra-...

—Hola tía - saludo con su mano.

Ambos se dieron un abrazo lleno de cariño que hizo que el corazón del doncel se deritiera.

—Hace mucho que no venias niño - hablo la mujer mientras se separaban - Solo mírate, ya me rebasas - le miro de pies a cabeza - Estas más flaco y sigues con tu peinado ese.

—Lo se, lo se... Tía Mayichi - se quito el sombrero y extendió su mano en dirección al doncel - El es Phillip, mi novio - le miro - Phillip, ella es mi tía.

—Un gusto conocerla - extendió su mano.

Acepto el gesto - El gusto es mio cariño.

—¿Quieres que te ayude a atender? - Missa tomo nuevamente la palabra.

𝘗𝘰𝘦𝘮𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘱𝘭𝘦𝘣𝘦𝘺𝘰 / Mr.Phissa / Mpreg AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora