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Veo a Memo caer en cámara lenta, Hirving corre a mi lado y la preocupación nubla su semblante, incluso en el campo abierto, rodeado de alfas y con el viento azotando mi rostro, puedo percibir el aroma a preocupación de Hirving, sin embargo, en cuanto me acerco lo suficiente a mi amado amigo, mis piernas se detienen abruptamente, el estómago me da un vuelco y mi lobo gruñe con fuerza.

Omega…” Lo escucho gruñir y un escalofrío me recorre el cuerpo cuando el aroma a chocolate y miel más fuerte y dulce de lo normal me golpean de lleno, aturdiendo mi cordura.

—Memo… —susurro con la mano cubriendo mi nariz, intentando no respirar sus dulces feromonas, llamándome a tomarlo.

—Mierda. —Hirving pasa a mi lado con prisa, empujándome ligeramente y haciendo que salga de mi estupor. —Llama a los médicos. Solo omegas y betas o alfas enlazados en cualquier caso.

Me dispongo a obedecer la orden del omega frente a mí para alejarme de la situación lo antes posible, no quisiera perder el control, pero un gruñido detrás mío me pone alerta. El aroma del celo comienza a esparcirse por la cancha, llamando la atención del resto de los alfas.

Alejate. —La voz de mando me sale sin querer, pero no me arrepiento. El alfa que comenzaba a acercarse me mira desconcertado, parpadeando varias veces con confusión, sé que debe estar abrumado por las feromonas de mi amigo, pero no me puedo permitir ser suave con él.

Un suspiro de alivio sale de mis labios cuando veo que me hace caso.

—No puedo dejarlos aquí solos —Le digo a Hirving mientras me acerco a él, respirando por la boca.

—¿Cómo sé que puedo confiar en ti? —Me pregunta en tono enfadado. No lo culpo, los alfas tenemos la mala reputación de ser imprudentes cuando de un omega en celo se trata.

—Es mi mejor amigo, lo que menos quiero es dañarlo. —Hirving me observa un momento, pero asiente aún sin estar muy convencido.

—De acuerdo, quédate con él, no te atrevas a dejarlo solo. Iré a buscar a un doctor y un neutralizador de aroma. —Me quedo sentado junto a Memo, asegurándome que respire mientras mi lobo se mantiene alerta y despidiendo un poco de nuestras feromonas para cubrir un poco las del celo.

Olisqueo un poco el aire, sonriendo ligeramente cuando siento nuestros aromas combinados.

Poco tiempo después, Lozano llega con el equipo médico en el carrito, a mi alrededor hay múltiples miradas curiosas que observan a mi amigo, muchos lo juzgan, otros lucen enfadados.

El traslado al hospital es rápido, Hirving entra con Guillermo a la sala de urgencias y yo me quedo esperando afuera, sintiéndome nervioso y con la ansiedad provocándome un temblor constante en las manos.

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—¿Él estará bien? ¿Qué es lo que le pasó? —Observo al alfa frente a mí, sostiene la tablilla con varias hojas en ella, haciendo algunas anotaciones. Una enfermera omega mueve la perilla del suero que le han puesto a mi amigo y acomoda las sábanas que lo cubren.

❀ My Dear Sunflower ❀ 𝑀⃪𝑒⃪𝑠⃪𝑠⃪𝑐⃪ℎ⃪𝑜⃪𝑎⃪ ❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora