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—Sí, Lionel. Tócame... por favor —Un gruñido de satisfacción salió de mi garganta. Tomé a Guillermo con fuerza, pegándolo a mi cuerpo de golpe, pero con cuidado de no lastimarlo ni jalar demasiado las mangueras y cables pegados a su cuerpo.

—Ven acá cariño, te haré sentir mucho mejor. —Me coloqué sobre él, con una de mis piernas entre sus muslos, mirándolo atentamente; sus ojos cristalizados y expectantes me regresan la mirada y una sonrisa traviesa se dibuja en sus labios, haciéndome saber que, aunque yo esté arriba, no soy quien lleva el control de la situación.

"Y me llamas a mí mañoso." Pienso antes de atacar sus labios con urgencia.

Me hundo en su boca dejando de lado las formalidades y besos tímidos, pasando directamente a morder y succionar sus labios; sus suspiros me incitan a continuar, al igual que esas manos traviesas tomándome del cabello y acariciando mi nuca, mandando escalofríos por toda mi columna vertebral.

Mi lengua se pasea libremente por su boca, delineando con delicadeza el borde de sus labios, saboreando la dulce y cálida saliva de mi querido chico. Una de mis manos mantiene mi peso, mientras la otra toma con suma delicadeza su cintura; mi lobo gruñe al sentir la tela estorbar entre nuestras pieles, por lo que, con extrema lentitud, mis dedos rozan sus desnudas piernas, permitiéndome jugar con el borde de la bata que le queda apenas arriba de la rodilla, comenzando deslizarla suavemente por su cuerpo, aprovechando el recorrido para rozar su piel con la yema de mis dedos, provocarle escalofríos y pequeños suspiros.

Me quedo aturdido por aquellos hermosos sonidos, perdiéndome en el rostro relajado y hermoso de ese omega que sin darme cuenta, se ha alojado en mi mente y comienza a apoderarse de mi corazón. Sus ojos cerrados, la boca entreabierta y el cabello desordenado sobre la almohada me hacen incorporarme sobre mis rodillas, usando ambas manos para retirar aquella estorbosa prenda, dejándolo expuesto ante mí, en donde su plano abdomen me llama a besarlo, sus clavículas se marcan con cada suspiro y esas hermosas, largas y sensuales piernas se remueven debajo de mí, impacientes.

El bulto que se remarca debajo de su boxer es simplemente hermoso, con una pequeña mancha de humedad adornando la tela color gris que me hace agua la boca. Sonrío de lado, tocando con la punta de mi dedo aquella mancha, atento a sus expresiones de frustrado placer e impaciencia; Memo aspira aire de golpe, soltando un entrecortado gemido. Su respiración se ha vuelto pesada y las dulces feromonas del celo me hacen desearlo aún más.

—N-no me veas así... —Susurra con el rostro apuntando hacia otro lado y la mano sobre sus ojos, con las mejillas ardiendo en rojo y su boca entreabierta; más jadeos y suspiros salen de él cuando vuelvo a repetir la acción, pero esta vez, deslizo mi dedo sobre toda la superficie de su duro miembro, tomándome mi tiempo para delinear cada centímetro de él, desde la pequeña y sugerente mancha hasta la base.

—Lio... eso s-se siente b-bien... —Jadea, moviendo su cadera para hacer más presión contra mi toque.

—No, yo lo haré. —Retiro mi mano un momento para evitar tocarlo, haciéndolo sufrir un poco, acunando la firme erección en mi palma, ejerciendo un poco más de presión sobre ella para acariciarla firmemente. Me acerco peligrosamente a sus labios, en donde su agitado aliento me revuelve el cabello y la mía le provoca escalofríos al dar de lleno sobre su oreja; él gira la cabeza hacia mí en un intento de atrapar mis labios con los suyos, pero me retiro a tiempo para verlo arrugar la nariz con frustración y yo me río de forma silenciosa y traviesa; extasiado por poder llevarlo al límite del placer.

Dos de mis dedos se atoran en el resorte de su ropa interior, comenzando a deslizarla con extrema lentitud, ocupando el resto de mi mano para acariciar la tersa piel debajo de ella y provocarle escalofríos de anticipación, su cadera se eleva obediente cuando hago una ligera presión sobre ella, dejándome sacarle la ropa por las piernas. Frente a mí se levanta su lindo y largo miembro, con una brillante y sugerente gota de líquido asomando de la punta.

❀ My Dear Sunflower ❀ 𝑀⃪𝑒⃪𝑠⃪𝑠⃪𝑐⃪ℎ⃪𝑜⃪𝑎⃪ ❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora