60 - Mi mujer

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Detengo el jeep delante de la dirección que me dio el investigador privado de mi padre. Ha pasado más de un mes desde que Sanem se fue y sentí literalmente que me estaba volviendo loca. He cerrado la que fue "nuestra" casa por muy poco tiempo y me he mudado al cobertizo, no soporto estar allí, solo, donde todo me recuerda a ella y agonizo con la idea de haberla dejado estúpidamente allí, sola, durante días. He centrado toda mi atención en los asuntos de la empresa y en los planes de venganza mientras perdía completamente de vista lo esencial: ella. Y fue por mi culpa que finalmente la perdí.

Cuando terminó la campaña de la empresa de Fabri, organizamos una gran gala de presentación y me di cuenta de que me habría encantado tenerla a mi lado en un momento tan importante para mí y para la empresa. La eché muchísimo de menos porque me di cuenta de que no puede haber alegría en mi vida si no puedo compartirla con ella.
Se ha convertido en algo esencial para mí de una forma que no creía posible, la echo de menos en la agencia, en el coche, en nuestra casa, así como en la cabaña. Allá donde voy está ella, o mejor dicho, por desgracia en este momento sólo está su recuerdo y el silencio ensordecedor de su ausencia.

Durante días, que luego fueron semanas, no tuve noticias de ella. Parecía haberse desvanecido en el aire, el investigador llegó a comprobar todos los vuelos que salían de Estambul y al menos tuve el alivio de saber que no había abandonado el país.
Sin embargo, me preocupó saber que estaba sola, por primera vez en su vida, lejos de su barrio y de su familia.
Es mi mujer, su padre me la confió por matrimonio para que me ocupara de su erkenci kuş y la descuidé tanto que decidió huir lejos de todos y especialmente de mí.


La única señal que recibí de ella, si cabe, me alarmó aún más. Llegó una transferencia a favor de Fikri Harika por la cantidad exacta que Emre le había dado, con el lacónico motivo: "Devolución del préstamo de Sanem Aydin".
¿Qué significa eso? ¿De dónde había sacado todo ese dinero en tan poco tiempo? Temí seriamente que se hubiera metido en problemas para devolver ese dinero que a mí no me importa, aunque sé que le hice creer lo contrario cuando se lo eché en cara pesadamente en cuanto me enteré de que lo había recibido de mi hermano.

Sólo ahora me doy cuenta del daño que le hice, mirando hacia atrás siento que no hice más que imponerle mi voluntad al comprometerme primero con Nihat para pedir su mano en matrimonio y luego hacerle experimentar toda mi rabia y resentimiento por una situación que sólo se produjo gracias a su buen corazón y por amor a su familia.
Sólo ahora que sé toda la verdad me doy cuenta de lo mucho que la maltraté, la acusé y la herí en todos los sentidos y ella no se lo merecía, ahora lo sé y también sé que debo hacer todo lo posible por compensarla, pedirle perdón por todo lo que le dije y le hice vivir.

Con esto en mente, por lo tanto, he contactado con un viejo amigo para que se una a mí en la agencia y esté listo para hacerse cargo en cuanto sepa dónde está mi mujer. Quiero tomarme mi tiempo y dedicarme sólo a ella, a nosotros y a nuestro matrimonio.
Y así, en cuanto recibí una dirección del investigador privado, metí cuatro ropas en una mochila y me puse en camino para llegar hasta ella, destino Gölcük.
El investigador descubrió que Sanem había vendido la fórmula de su perfume a la empresa de Fabri y Pinar y se había trasladado a Gölcük para trabajar en sus laboratorios en la producción a gran escala de su perfume.

No me alegró oír que este perfume, que en cierto modo considero "nuestro" perfume, se pusiera a disposición de cualquiera cuando era algo tan especial para nosotros. Egoístamente habría querido que fuera sólo suyo y mío, un vínculo único, pero sé que ha llegado el momento de dejar a un lado el egoísmo, de pensar en el otro como una prolongación de uno mismo y ponerse en su lugar.
Ella utilizó ese dinero para devolver la suma prestada por Fikri Harika para salvar la tienda de sus padres, quiso librarse de la vergüenza de mi acusación de ser una aprovechada, interesada sólo en el vil dinero. ¿Cómo puedo juzgarla por eso?
Ahora estoy aquí de pie mirando ese muro limítrofe tan alto que no puedo ver lo que se esconde en su interior, incluso la verja está completamente cerrada por chapas y desde donde estoy sólo puedo ver un cenador instalado en el tejado de una casa baja. Agarro el asa para salir del todoterreno cuando veo que la verja se abre y me quedo helado ante la escena que tengo delante.

Decisiones repentinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora