Ataque

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Espero que les guste~

Nota: 1.990

MK es muy consiente de que no le agrada a los demás vampiros. No sabe los motivos y tampoco está dispuesto a arriesgarse para averiguarlo.

En sus primeros años, cuando no podía ocultar sus características obvias, recuerda haberse encontrado con unos cuantos vampiros escondidos en ciudades pero ninguno de ellos fue amigable. Le gruñeron, lo miraron mal y lo insultaron, incluso unos cuantos intentaron atacarlo. Los evito a toda costa a partir de allí, agradeciendo su capacidad de caminar bajo el sol y el glamour que lo mantiene escondido. Gracias a todo eso, no se encuentra con ninguno durante mucho tiempo.

Pero incluso con todo el cuidado que tiene, incluso con lo bien camuflado que está, se da cuenta con tristeza que no siempre puede evitar los problemas.

Se suponía que era una noche tranquila después de días de duró trabajo, un momento de tranquilidad para ambos, con ella disfrutando de un gran plato de pasta con mucha salsa y él a punto de disfrutan una bolsa de sangre negativa. Estaban hablando cuando alguien más decidió entrar de repente, interrumpiendo su calma sólo para abalanzarse sobre la demonio.

-¡Midori!- esta asustado, especialmente cuando ve al atacante que rodear el cuello de su amiga con un brazo. Es un vampiro, sus ojos bien abiertos de un rojo brillante y con la mayor parte de su cuerpo manchado de sangre fresca, demostrando que se alimento recientemente. El olor es intenso y dulce pero a MK no le causa hambre, solo le da asco por el olor a muerte que lo acompaña. -¡Déjala ir!- no puede dominar su mente y tampoco puede luchar porque están en lugar pequeño, así que se siente impotente.

-¡Cállate!- gruñó él, apretando su agarre en el cuello de la demonio y haciéndola jadear por el aire que si necesita. -¡Te busque durante años y al fin te encontré, así que mas te vale que respondas!- MK esta muy confundido. -¡Quiero que me digas como es que puedes soportar el sol!- se exigente, aunque también un poco enloquecido.

-No te diré nada- se niega a permitir que seres como él, hambrientos y asesinos, puedan caminar libremente de día solo para que tengan más oportunidades de matar sin ningún tipo de límite.

-¡Se supone que eres un vampiro!- gruñó, furioso, solo haciendo su agarre más fuerte. MK se siente fatal al ver a su amiga luchar, con ligeras lágrimas de dolor corriendo ya corriendo por sus mejillas. -¡Debes cuidar de los tuyos, no permitir que muramos por el sol y compartir el secreto de la inmunidad! ¡Es tu obligación!- se ve desesperado pero aun así, su tono está lleno de orden, no se súplica.

-No tengo la obligación de decirte nada- no la tiene, porque incluso si es un vampiro, no va darles el secreto que tiene.

-MK...- jadeo ella, luciendo tensa pero no asustada para su sorpresa. -...¿Es amigo tuyo?- es obvio a estas alturas que no pero igual pregunta.

-No lo conozco- negó rápidamente.

-Bien- los ojos de ella brillan intensamente y una liana gruesa entra por la puerta de su tienda, rodeando al vampiro desconocido antes de que pudiera reaccionar y sacándolo de un tirón.

-¡Midori!- se acercó cuando la vio caer de rodillas, su boca abierta para dejar entrar todo el aire que puede.

-E-Estoy bien- asintió, dejando que él la ayudara a levantarse. Su cuerpo entero tiembla, algo mareada por la falta momentánea de aire y la ligera adrenalina pero aún así, su poder es fuerte, manteniendo al vampiro bien agarrado. Ambos salen, viendo al desconocido luchar contra el agarre de la liana, intentando soltarse, gritando reclamos y blasfemias, de cómo su especie tenía el derecho de saber el secreto que el chico oculta y de lo traicionero que es, pero Midori se cansa de tanto escándalo y hace un gesto brusco. Los ojos de MK se abren cuando el sonido de algo rompiéndose llega a su oídos, el desconocido quedándose quieto al fin.

-¿Le rompiste el...?- hizo un gesto, mirándola con sorpresa.

-Me canse de escucharlo- gruñó, sin lucir culpable. -Además, se va a regenerar, así que va a despertar en algún momento- se encogió de hombros. -¿Qué hacemos con él?- es la pregunta más importante.

-No podemos dejarlo ir, ¿no?- se siente mal pero tiene la sensación de que ese vampiro sólo traería más problemas si lo liberan.

-No, especialmente si nos va a volver a seguir- bufo, pensativa, dejando escapar un suspiro después de unos minutos de silencio. -Tengo una idea...- se rasco la nuca, luciendo cansada y resignada al mismo tiempo. -...pero te vas a tener que quedar aquí- se dio media vuelta para ponerse un par de zapatos.

-¿Por qué?- está preocupado y muy curioso por lo que se le pudo haber ocurrido.

-Porque voy a ir a tierra santa- él retrocede ligeramente ante eso pero asiente, viéndola irse con el vampiro inconsciente, sintiéndose triste y algo culpable.

Midori lo termina llevando al cementerio más cercano, tierra santa técnicamente, haciendo crecer un árbol más allí y dejando al vampiro desconocido encerrado entre el tronco. Esta débil por la zona en la que están, sus gritos ahogados por el trozo de madera que cubre su boca y nariz, ella alejándose sin mirar atrás. MK pregunta y aunque se siente falta por la solución que su amiga encontró, entiende su decisión.

Él se quema y se vuelve polvo con la salida del sol.

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