Flor

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Espero que les guste~

-Oye, príncipe...- llamo Midori, aprovechando que MK estaba buscando los cómics que había acumulado en las últimas semanas. -...¿Puedes cuidar de él por unas horas? Necesito ir al pueblo mas cercano y conseguirle una bolsa de sangre...- se quedó pensando por unos segundos. -...también quiero algo de comer que no sea fruta- tenía antojo de algo cocinado y delicioso, con mucha salsa si se podía.

-Es un vampiro, no un perro- Nezha frunció ligeramente el ceño. No estaba en contra de quedarse y disfrutar de la compañía ajena, aunque estaba confundido por el

-Soy muy consciente de eso pero la última vez que estuvo solo, un loco cazador se lo llevó. Eso no terminó muy bien- se cruzó de brazos, haciendo una mueca. El vampiro recuerda haberse alimentado pero nada más allá de eso y ella le aseguró que se había encargado de él. MK nunca preguntó.

-¿Un cazador?- su ceño fruncido se profundizo, molesto ante la idea de que alguien hubiera intentando lastimar a su amigo.

-Se lo están comiendo los insectos, así que no preocupes esa cabeza tuya- hizo un gesto, aunque no pudo evitar sonreír. El príncipe parecía frío a simple vista pero por su reacción, era protector y por lo que había visto en la interacción entre el par, también era cariñoso de cierta manera. -Dime príncipe, ¿puedes comer?- preguntó mientras prepara una mochila pequeña con lo básico que cree necesitar.

-Puedo- asintió y aunque aún mantenía su ceño fruncido, se veía más confundido que enojado.

-Bien, te traeré algo- asintió, tarareando una melodía.

-No es necesario, yo...- su palabras se detuvieron bruscamente por la repentina manzana que fue empujada a su boca, parpadeando con sorpresa.

-Te traeré algo- sonrió, evitando reírse de la expresión ajena pero llegando incluso a inclinarse para darle una ligera palmada en la cabeza. -Cuida bien del vampiro- Nezha gruñe algo, mordiendo bruscamente la manzana y sujetándola antes de que pueda caer al suelo

-¿Ya te vas?- MK volvió entonces, sosteniendo alguno de sus cómics y luciendo triste, mirándola con sus ojos rojos llenos de súplica.

-Necesitas una bolsa de sangre, cariño- se le acercó con una cariñosa sonrisa. -Y yo necesito comer algo- espero a que el chico soltara sus cómics para terminar se acortar la distancia y abrazarlo suavemente, sintiéndolo aferrarse a ella por unos segundos. -Volveré en cuanto termine...- se separó para mostrar una sonrisa. -...y te dejo bien acompañado- señalo, logrando que su amigo mostrará una sonrisa, de seguro más animado de no estar solo. Ella se despidió y se subió a su auto, arrancando para empezar su camino al pueblo más cercano.

-¡Adiós, Midori!- saludo mientras la veía alejarse. Se siente raro verla irse, incluso si sabe que va a volver. Sonrió mientras se volteaba a ver a su amigo, dando ligeros saltos de emoción luego de volver a agarrar sus cómics. -¡Nezha, mira lo que conseguí!- se sienta a su lado para mostrarla, riendo sin poder evitarlo ante la confusión ajena e intentando explicar lo mejor posible.

MK se permite divagar a partir de allí. Habla de su encuentro con Midori y el comienzo de su viaje juntos, habla de casa grandes y coloridas, de paredes pintadas. Habla del libro que adora, riendo ante la mueca del príncipe ante la simple mención de Monkey King, y de los comics que encuentro, incluso habla de su secuestro. Simplemente habla de todo lo que puede recordar. Es lindo hablar de todo de vez en cuando.

Siendo sincero, está agradecido del descanso de pueblos y ciudades. Incluso si explorar y conocer es su parte favorita, esta un poco agotado de la multitud y del ruido, los cuales son abrumadores para alguien con su buena audición. Además...le gusta pensar que está lejos de los cazadores ahora y que no lo encontrarán, incluso si sabe que hay una posibilidad de que vuelvan por él.

-¿Estas bien?- parpadeo ante la repentina mano en su mejilla, alzando la vista para encontrarse con la expresión preocupada del mayor.

-Estoy bien- se apoyo en el toque. -Oh, te hice algo- recordó y se enderezó, rebuscando en su bolsillo en cuento el mayor lo soltó. -Aquí, para ti- mostró con orgullo una pulsera hecha a mano, los hilos de diferentes tonos rosas entrelazados y aunque se notaba su torpeza, estaba entera y no se desarmo. -Midori me enseñó a hacerlas- su sonrisa solo se agranda cuando el mayor le extiende su mano, atando con mucho cuidado la pulsera en su lugar.

-¿Por qué?- se ve genuinamente curioso y confundido, sus dedos rozando con mucho cuidado la pulsera.

-Para que no te olvides de mi~- rio ligeramente antes sus propias palabras. Nezha le gustaría decirle que eso no es posible, es difícil olvidar esa gran sonrisa y alegría pero en cambio, no pude evitar sonreír suave y cariñoso ante el vampiro que tiene enfrente. Los archivos de la biblioteca de los celestiales decían que los vampiros son seres macabros, fríos y asesinos pero este chico demuestra que hay excepciones.

-Nunca me olvidaré de ti- tomo una de las manos de MK entre las suyas, rodeando suavemente su muñeca y quedando allí solo por unos segundos, solo para soltarlo luego de un destello rosa.

-¿Qué es?- el vampiro miro lo que ahora rodeaba su muñeca, una cinta roja y con un pequeño capullo roza intenso en la parte superior. Era bonita y expedía un suave olor, que suponía que era el aroma de una flor de loto.

-Podremos hablar con esto- en su otra muñeca, una pulsera idéntica apareció, los ojos rojos viendo con asombro su lenta aparición. -Solo debes decir mi nombre-

-¡Esto es genial!- se lanzó para abrazarlo, solo la fuerza del dios evitando que cayera de espaldas ante la fuerza ajena. -¡Vamos a poder hablar más seguido!- rio, lleno de felicidad.

-Cuando quieras- le devolvió el gesto, hundiendo apenas su rostro en el hombro ajena. Y espera que la próxima vez, espera poder estar allí para cuando MK este en problemas. Matara a quien se atreva a lastimarlo, sin dudar.

VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora