Refugio

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Espero que les guste~

Nota: Algo cortito xD

Red Son ama a su familia, es todo lo que ha tenido toda su vida, es todo lo que conoce. Ama a su padre, incluso si la poca relación que a tenido con él sólo se terminó de marchitar desde su encierro. Ama a su madre, incluso si ella es distante en el mejor de los días y fría en los peores. Ama su hogar, incluso si a veces lo grande que es lo hace sentir horriblemente pequeño. Ama el silencio, incluso si a veces lo hace darse cuenta lo solo que está. Ama construir, incluso si a veces no tiene inspiración o debe hacerlo por obligación.

Pero ahora, tiene seres de su lado, amigos que lo aceptan incluso con su carácter explosivo. No lo miran mal por gritan, tampoco se molestan cuando quema el suelo o algún objeto en medio de un ataque de ira, tampoco parece importarles cuando invade sus aposentos sin aviso previo.

-Hola, mi antorcha favorita- Midori lo recibe con una sonrisa burlona pero amable, dándole un abrazo o un beso en la frente, dependiendo de momento. Ella es burlona, amable y cariñosa, siempre dispuesta a rellenar el silencio con cualquier cosa que se le viniera a la mente. Y aunque ella es menor que él, da la sensación de hermana mayor, siempre para estar presente y ofrecer su hombro como consuelo pero que a pesar de su exterior dulce y tranquilo, es una demonio, una que está dispuesta a hacer todo lo que esté en su poder para ayudar y proteger a quienes ama. -Eres de los míos ahora...- fue lo que dijo una vez, confiada y sincera, su pecho inflado de orgullo. Fue luego de una pelea particularmente mala con su madre, quien le gritaba por teléfono llena de ira y Midori básicamente le arrebato el aparato, cortando después de gruñir algo que no presto atención, sin lucir arrepentida mientras guardaba el aparato en un cajón. -...y yo cuido de ellos, siempre- Red Son estaba muy sorprendido pero le creyó y eso, lo hacía sentir cálido.

-¡Red Son!- MK lo recibe con los brazos abiertos y los ojos rojos brillantes llenos de felicidad, levantándolo en un abrazo de oso fuerte y lleno de afecto, un gesto que atesora a pesar de que se queja. Él es amable, loco y lleno de energía, dispuesto a ser una compañía silenciosa si es necesario. Se transforma, dejándose acariciar sin quejas. Es juguetón y despistado pero es compañero, uno muy fiel. -¡Somos amigos!- anunció con una sonrisa enorme y sincera. Fue luego de una pesadilla, despertando solo para encontrarse encerrado en un fuerte abrazo de parte de su amigo nocturno. -Siempre estaré aquí para ti- susurro y no lo soltó, ni siquiera cuando empezó a sollozar silenciosamente en su hombro.

Son diferentes a todo lo que conoció alguna vez, un alivio bienvenido de toda la monótona y aburrida rutina que siguió durante años.

Ellos son sus amigos, sus protectores, y su pequeño hogar, muy diferente al castillo en el que se crio, es su refugio.

No se lo dirá a nadie si no tiene que hacerlo pero admitirá sin problemas que los ama con todo el corazón.

VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora