07

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Salgo de la cabaña y me siento en el porche, todavía está amaneciendo, giro la cabeza y veo a Thomas y a Chuck en la hamaca, todos están durmiendo y el silencio reina en el claro.

Me fuerzo a recordar lo que pasó anoche, esos chicos, el bosque, la oscuridad, la música lejana, las manos del castaño.

Se me empieza a acelerar el pulso, no sé por qué, pero de repente estoy muy nerviosa.
Me pongo las manos en la cabeza, cierro los ojos y trato de controlar la respiración.

Cuando ya estoy un poco más calmada los abro de nuevo y veo a Minho, el guardián de los corredores. Va junto a un chico alto y rubio, llevan poco equipaje y caminan hacia el laberinto.

Casi cuando están llegando, las puertas se abren. Me quedo fascinada viendo cómo el muro se divide y muestra un largo pasillo.

—Es aterrador ¿verdad?— aparece Newt —la primera vez que lo vi, sentí un escalofrío por todo el cuerpo— me mira desde arriba —¿cómo lo pasaste ayer?— sonríe —estás bastante mejor de lo que esperaba— dice divertido.

—estoy agotada la verdad— respondo sincera —podría dormir tres día seguidos— afirmo.
—ya dormirás— contesta burlón —en diez minutos te quiero en el huerto— se marcha animado.

Suspiro cansada y me palpo el abdomen, pero no siento la daga, rápidamente me subo la camiseta y veo que no la tengo.
—Oh mierda— me levanto y entro a la cabaña en busca de ella.

En cuanto cruzo la puerta veo a Gally sentado en la silla, repasándome con la mirada.

Busco el vaso en la mesa y lo veo justo como lo dejé, lleno de agua.

Sonrío al ver su audacia, se ha comido el desayuno y no ha tocado el agua, ¿me habrá escuchado o lo habrá deducido?

Le sostengo la mirada por un par de segundos y voy hacia la cama en la que he dormido, muevo la manta y busco la daga, pero no la encuentro.

—¿buscas esto?— pego un brinco y me doy la vuelta cuando Gally habla detrás de mí.
—sí— veo la daga en su mano.

Le miro fijamente, está tan cerca que su cadera roza mi abdomen, tiene el ceño fruncido y parece cabreado.

Coge mi muñeca bruscamente, suelto un gemido de dolor, abro la mano por la presión y él deja la daga en ella.
—la próxima vez que un cerdo tenga las manos bajo tu camisa— me dice a centímetros de la cara —clávale la puta daga— gruñe furioso.

Me suelta y se marcha lleno de ira.

Me trenzo el cabello mientras pienso en lo que me ha dicho Gally, estaba tan cabreado.

¿De veras pude hacer algo? Nadie me obligó a entrar en el bosque con esos chicos ¿Dije en algún momento que no quisiera? Solo le pedí que se apartara ¿Me pasé con la bebida? Yo misma me puse en ese estado ¿Fue culpa mía? No recuerdo con claridad que pasó, y la verdad. No quiero saberlo.

Me ato las trenzas con un cordón y las pongo sobre mis hombros.

Salgo por la puerta y voy hacia el huerto. El calor del sol traspasa mi piel y me relaja.

—¡Nala! ¡Nala!— grita Thomas imitando las aclamaciones de anoche cuando ve que me acerco.
—que gracioso Tomy, parece que alguien se ha levantado divertido hoy— sonrío falsamente.
Thomas suelta una risotada y sin poder evitarlo sonrío.

—dejad la charla y poneos a trabajar— dice Newt simulando que no ha escuchado nada e intentando aguantarse las ganas de sonreír.
—bueno ¿y qué hay que hacer?— le pregunto mientras levanto la mano para tapar el sol que me ciega.

—lo primero, te recomiendo ponerte un sombrero— sonríe.
—estás de coña ¿no?— dice Thomas soltando una carcajada.
—que va— responde divertido —dentro de media hora tendrá quemadas hasta las orejas— asegura mirándome.

—no es cierto— me tapo las orejas con las manos.
—Oh ya verás como sí— suelta una pequeña risa —si no te hubieses hecho eso en el pelo tendrías al menos los hombros cubiertos— frunzo el ceño —y las orejas— añade divertido.

Sonrío falsamente y camino hacia una cesta llena de sombreros que nadie usa, cuando vuelvo ambos están sonriendo.
—ni se os ocurra reíros— les advierto mientras los apunto con el dedo.

Newt nos explica qué hierbas hay que arrancar y cuáles no, nos enseña a usar las herramientas y luego comenzamos a ponerlo en práctica.

—necesito fertilizante— me tira una cesta.
—va Tomy— le tiro la cesta a él.
—de eso nada, vas tú— me la tira de vuelta.
Rápidamente se la vuelvo a lanzar y antes de que me replique me escapo.
—¡yo me pongo con los tomates!— grito mientras me río.
—¡me las vas a pagar!— exclama Thomas divertido camino del bosque.

—Tomy está tardando mucho ¿no crees?— le digo a Newt un poco preocupada tras unos minutos.
—ve a buscarle, seguro que se ha perdido— responde sin dejar de hacer lo que sea que esté haciendo.
—vale, me voy— contesto rápidamente.

Estoy a punto de llegar al bosque cuando escucho a Thomas pedir auxilio.

Corro en su busca y justo antes de que entre en el bosque Thomas sale corriendo y gritando desesperado. Un chico le persigue y yo me quedo inmóvil con los ojos muy abiertos.

—¡corre!— me grita —¡corre Nala corre!— mueve los brazos para llamar mi atención.

Salgo del trance, parpadeo rápidamente y para cuando me quiero dar cuenta los tengo encima.

Ambos chicos están sobre mí, forcejean entre ellos, me aplastan y por un segundo pierdo el aire.

No veo qué pasa, la espalda de Thomas me lo impide, escucho un golpe y al momento vuelvo a respirar con fluidez.

Thomas se levanta de encima de mí, veo al chico en el suelo y le reconozco, es el que iba con Minho esta mañana. Tiene las pupilas dilatadas, se le marcan demasiado las venas y grita cosas sin sentido.

Varios chicos de los que se han acercado le sujetan contra el suelo.
—levantadle la camiseta— ordena Alby.

Newt aparta la tela y deja al descubierto el abdomen del chico.
—le han picado— escucho a Gally mientras miro fascinada la herida oscura y venosa —¿en pleno día?— añade desconcertado.

—ayudadme por favor, por favor ayudadme— suplica el chico.

—llevadle al hoyo— dice Alby.
—no no no por favor— ruega el chico retorciéndose.
—no te resistas— le pide Gally mientras lo carga junto a tres chicos más.

Alby se marcha y todos se dispersan.
—¿estás bien?— voy hasta Thomas y levanto su brazo para ver si está herido.
—sí sí, estoy bien— posa su mano en mi hombro sin dejar de mirar al chico.

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Y pensar que Thomas y Nala apenas se conocen, pero desde el día en que llegaron al claro juntos, se tratan como hermanos.

<3

Roja (The Maze Runner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora