-¿cómo se lo han tomado los chicos?- pregunto.
-había algún despistado que todavía os estaba buscando en el comedor, pero bien- contesta Jorge.
-bueno, a Vince no le ha hecho mucha gracia eso de que prometierais que iba a jugar al escondite los viernes- añade Brenda.
Sonrío sabiendo que si le ha molestado es porque lo hará.
-lo que no sé es cómo os vais a tomar que ese túnel fuera la última línea de defensa de la ciudad- cuenta Jorge -lo que quiere decir que si eso estaba así no me quiero imaginar la ciudad-
-parece que se las han apañado- interviene Newt mirando por la ventana.
Jorge frena en seco y todos salen de la camioneta.
-¿pero qué pas- dejo la pregunta a medias cuando veo la gran y moderna ciudad rodeada por muros tan altos como los del laberinto.
-qué gracioso- habla Newt de nuevo -pasamos años detrás de los muros intentando escapar y ahora queremos volver a entrar- dice irónico.
-Hay que joderse- añade Fritanga.
-es de locos- murmura Alan.
-¿cómo entramos?- le pregunta Thomas a Jorge.
-a mí no me mires, esos muros son nuevos- los señala y encoge los hombros -será la solución que ha encontrado cruel-
-desde aquí no podremos descubrirlo- habla Brenda -venga- se da la vuelta y hace un gesto con la mano para que entremos de nuevo en la camioneta.
Un escalofrío recorre todo mi cuerpo mientras contemplo la ciudad durante un par de segundos más ¿de veras quiero entrar? no, no quiero, pero debo.
Entro en la camioneta y cuando todos estamos ya abordo volvemos a emprender el viaje.Hay una especie de asentamiento alrededor de los muros de la ciudad.
No es hasta que nos bajamos de la camioneta y comenzamos a caminar entre la gente, que me doy cuenta de la pobreza y miseria en la que viven. Rodeados de escombros y basura, vestidos con harapos andrajosos, sucios y desnutridos. Me llena de rabia saber los lujos y privilegios con los que vivirán al otro lado de los muros, me cabrea saber que pueden ayudarlos y han decidido darles la espalda.Llegamos a lo que parece el paseo centrar, hay tanta gente que cuesta caminar, los puestos ocupan los laterales y unos camiones que aparecen de repente, el centro del mismo.
-¡somos la voz de los que no tienen voz! ¡Ellos se esconden detrás de sus muros, creen que pueden quedarse la cura solo para ellos mientras observan cómo los demás nos apagamos y nos pudrimos!- grita un hombre por un altavoz subido en la parte delantera del camión.
Más hombres uniformados, armados y con máscaras de gas le acompañan en otros dos camiones más.
Les analizo con la mirada, parecen estar contra cruel, pero no por eso me dan buena espina, incitan al odio y a la revuelta, y no creo que esta gente esté en condiciones para ello.
Siento un tirón en la chaqueta y me giro.
-ayúdame por favor- dice un niño moreno y delgado, vestido con unos pantalones beige llenos de aceite para coches o algo parecido y una camiseta que supongo fue azul celeste en algún momento.
Me agacho para estar a su altura.
-¿cuántos años tienes?- le pregunto lo más dulce que puedo.
Levanta las manos y me muestra ocho dedos.
-¿está tu mamá cerca?- niega con la cabeza y entiendo que su madre ni siquiera está viva -¿y tú papá, hermano o algún familiar?- asiente despacio -¿me llevarías con ellos?- vuelve a asentir y agarra mi mano.
Me separo del grupo y sigo al niño hasta un edificio prácticamente derruido.
Un montón de gente se hospeda ahí, tirados en el suelo con mantas y cartones.
-ella es mi hermana- señala a una chica morena y ojerosa agachada cerca de una anciana enferma, colocándole un trapo húmedo en la frente.
Contengo las lágrimas al ver la situación de toda esta gente, me acerco con los ojos vidriosos y el corazón en un puño.
-Hola- saludo.
La chica se gira seria, baja la mirada y al ver la mano de su hermano agarrando la mía se asusta.
-¿qué has hecho Liam?- el niño se pone tras ella y esta se levanta para enfrentarme -no sé qué te ha pedido, pero no lo queremos- habla firme y me doy cuenta de lo que piensa.
-yo- calculo mis palabras -quiero ayudaros- explico.
-no queremos tu ayuda- repite.
-no os pediré nada a cambio- la chica niega, pero yo no me muevo -escucha- la miro fijamente -no tengo recursos de sobra, pero vosotros lo necesitáis más que yo- la chica alza las cejas ofendida -quiero echaros una mano dándoos comida, agua y medicinas- me descuelgo la mochila -no es mucho, no volveré para que me le devolváis, ni siquiera creo que volvamos a vernos, solo os pido que me hagáis el favor de aceptar- no termino la frase cuando la chica me interrumpe.
-escúchame tú bonita- pone un dedo en la mochila y la pega a mi pecho -no voy a caer en tus juegos y mucho menos a aceptar nada de ti, así que cierra la maldita boca y lárgate que suficientes problemas tenemos ya- entre cierro los ojos.
-tú lo has querido- la chica da un paso atrás al escucharme, supongo que creía que les iba a hacer daño o algo por el estilo, la verdad, me da igual, esas no son mis intenciones y pronto lo verá.
Dejo caer la mochila a sus pies y salgo corriendo del edificio.Cuando ya estoy lo suficientemente lejos paro de correr y camino entre la multitud esperando que la chica no se haya desecho de la mochila y que esta le halla servido de ayuda.
Parece que hay una manifestación, la gente se ha acumulado en las entradas del muro.
Repaso el lugar con la mirada en busca de el grupo, están al frente del todo, trato de llegar a ellos, pero me es imposible con la cantidad de personas que hay.
Suena una especie de alarma y los gritos de la muchedumbre cesan para dar paso al silencio, unas estructuras metálicas se alzan desde la cima del muro y apuntan hacia la reyerta.
La gente comienza a correr en dirección contraria al muro, me tiran al suelo, pero rápidamente me levanto y no es hasta que el primer misil explota que me doy cuenta de que nos están atacando.
Veo a los chicos entrar en un edificio, intento ir tras ellos, pero no lo consigo, tomo otra ruta y logro entrar por otro lugar.
Estoy a punto de llegar a ellos cuando veo cómo los hombres enmascarados de los camiones los capturan.
-no me lo puedo creer- murmuro escondiéndome tras una columna.
La realidad me golpea, nunca había estado sola, siempre les he tenido cerca y ahora que no es así, siento una sensación rara. Soledad.
Trato de tranquilizarme y respiro hondo, escucho pasos y desenfundo el cuchillo.
Golpeo el caños del fusil con el codo y le pongo el cuchillo al hombre en el cuello. Él golpea mi estómago y yo me encojo perdiendo el agarre, me inmoviliza por un segundo y me intenta cargar sobre su hombro, pero no sé de qué manera consigo rodearle el cuello y no dejo de apretar hasta que se desmaya.La regla de los cinco segundos no existe en estos momentos, rápidamente me desnudo y me pongo la ropa del hombre, no era muy alto, nadie lo notará, pero mi cabello me delatará. Lo meto todo dentro de la chaqueta y me coloco la máscara, levanto la capucha y agarro el fusil. Salgo de mi escondite con las piernas temblando y la cabeza alta.
-vamos hermano, ya se han llevado al resto- asiento sin decir una palabra y camino hasta el camión.
Me monto de copiloto y emprendemos el viaje a dios sabe dónde.-----------}{----------
Siento haber tardado tanto en subir capítulo, espero que os haya gustado y en cierto modo que os haya entretenido un rato.
No sé a qué hora subiré capítulo mañana, pero estad atentas porque es uno de los más importantes, algunas ya sabréis qué pasa y otras os lo imaginaréis, pero aún así, creo que os sorprenderá.
Nos vemos!<3
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Roja (The Maze Runner)
FanfictionEs un fanfic de la película en el que se introducirá a una chica quien será la protagonista. La historia seguirá los hechos de las tres películas y durante ellos habrá un romance (no se sabe con quién ni cuándo será)