Capitulo 23: Descubiertas

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Mayte regreso de su trabajo y se dirigió a su habitación pues realmente no tenía ganas de nada y más con Mimí su jefa y amiga de Fernanda le recordara que dentro de poco sería la boda de la morena, Mayte acabo destrozada, pensó que tal vez ya era momento de regresar a su país, además Isabel ya tenía unos negocios en puerta por lo que seguramente tendría que viajar y ya no quería ser una carga para su hermana, ya habían pasado 5 meses desde que llegaron a Madrid e Isabel se la pasaba con Fernanda en los que Mayte estaba en su trabajo, ya nada las detenía ahí o al menos eso pensaba la rubia.

Mayte: Solo debo entregar el plan para la empresa donde Mimí trabaja y me voy, realmente salí de México huyendo y ahora quiero hacer lo mismo aquí antes de volver a salir lastimada - suspiro y recordó un poco de lo acontecido con Manuel e Ilse - ¿Qué habrá sido de ti? - se pasó una toallita desmaquillante por la cara - no me hiciste bien, pero ahora me gustaría saber ¿Por qué?, ¿Por qué lo hiciste Ilse? - se miro al espejo recordando aquellos maltratos que recibió por parte de la rubia, pero se sonrojo un poco al recordar aquel beso, hasta que fue sacada de sus pensamientos por Fernanda.

Fernanda: May ya llegaste - entro a la habitación y se acercó a darle un beso del cuál Mayte se separó.

Mayte: Fernanda es obvio que aunque tú no me has dado tu respuesta - le dio la espalda - yo ya la se, te vas a casar con el y no hay marcha atrás así que lo mejor es dejar esto hasta aquí - la mira a través del reflejo del espejo del tocador.

Fernanda: Yo si pudiera estaría contigo libremente, pero no quiero romperle el corazón a Héctor y mucho menos ser una decepción para mí padre - se acercó a abrazarla - se que ya no lo amo y a la que quiero es a ti, por favor trata de entenderme - sollozo.

Mayte: Lo hago, pero ahora entiéndeme tu a mi, ya no quiero ser plato de segunda mesa como lo fui con el - unas lágrimas escaparon de sus ojos - quiero y necesito una estabilidad, tu no puedes dármela y aunque te ame, no estoy dispuesta a ser la amante, la segunda - negó con su cabeza.

Fernanda: Comprendo y en efecto será lo mejor para ambas, si algún día en un futuro podemos amarnos no hay que desaprovechar esa oportunidad - su voz comenzaba a quebrarse.

Mayte: Si no es aquí y ahora, será en otra vida - se dieron el que ellas sabían era su último beso, aunque la intensidad fue subiendo hasta que Mayte se separó - sal ahora mismo o terminaremos cometiendo una locura que ninguna se las dos será capaz de frenar - Fernanda salió hecha un mar de lágrimas y se fue directo a su habitación, Mayte preparo la tina pues ahora más que nunca necesitaba paz.

Mientras tanto en la ciudad de México las cosas iban mejorando un poco para Ilse, finalmente consiguió el dinero suficiente para dar el enganche y tener unos meses de renta de un pequeño apartamento, esto con el fin de darle su espacio a la pareja, aunque en los temas del amor para la güera iban mejorando pues Marian podía mostrarse fría y distante, pero con Ilse se transforma en la mujer más dulce y cursi que podía ser, pues a diario en el tocador de su camerino encontraba una rosa y una nota.

Aunque esa noche no fueron para nada discretas y alguien se enteraría de su relación, todo comenzó cuando Ilse quiso devolverle el gesto a su novia, en un pequeño posting escribió "Eres la melodía que iluminó mi vida, Te amo " y aunque algo cursi le dio un beso con su lápiz labial rojo y echarle un poco de su perfume, la dejo pegada al lado de su bolso y ya cuando Ilse estaba por salir Marian apareció en su camerino.

Ilse: Mi amor ¿Qué pasa? - sonrió.

Marian: Te amo - la beso y la recargo en el tocador, el beso se hacía cada día más profundo y fue tanto así que una de las manos de Marian fue a pierna descubierta, ascendiendo hasta la intimidad cosa que Ilse comenzó a lanzar pequeños quejidos - eres realmente hermosa - la mira a los ojos para después comenzar a besar su cuello y la güera solo optó por cerrar los ojos ante este nuevo estímulo, pero fueron interrumpidas ya que la puerta se abrió de golpe.

Mildred: ¿Qué diablos está pasando aquí? - Miro la escena desconcertada y ambas mujeres se quedaron en silencio si saber que decir - Marian lárgate a tocar el piano y tu retócate ese labial para que salgas al escenario, ya hablaremos de esto más tarde - salió molesta del lugar.

Marian: Pase lo que pase estaré a tu lado - la abrazo - te veo en el escenario preciosa - salió del lugar e Ilse solo hizo lo que se le pidió y salió a cantar con normalidad.

Cuando Ilse estaba recogiendo sus cosas para irse, entraron al camerino Marian y Mildred, Ilse se preparo para lo peor pues realmente no esperaba nada bueno de esta situación y más cuando se enteró de la historia que había entre las hermanas, Ilse volteo y le dio la cara a Mildred.

Mildred: Ahora si en ¿qué diablos estaban pensando? - miro a las dos mujeres con molestia - Marian ¿Cuándo planeadas decirme que salías con Ilse? - se cruzó de brazos y miro fijamente a su hermana.

Marian: ¿Para que querías saberlo?, para que la corrieras, para que nos dieras tu sermón de que esto no está bien - mira molesta a su hermana - pues no y de paso te digo que si vas a correr a Ilse, yo también me largo - se acercó a Ilse y la toma de la mano - LA AMO y nada de lo que digas me hará cambiar de parecer.

Mildred: ¿Y tú la amas? - señaló a Ilse.

Ilse: Al principio no estaba segura pues venía de una decepción amorosa con una mujer precisamente y en lo que menos pensaba era en enamorarme, la noche que Marian me confesó lo que sentía por mi aún no podía decirle te amo, pero ya van 3 meses de eso y con este tiempo - volteo a ver a Marian con una sonrisa dulce - me enamore de ella sinceramente, por primera vez puedo decirle te amo desde lo más profundo de mi ser - Marian comenzó a llorar - tu esencia, tus detalles, tus besos, tus caricias y todo de ti me enamoraron - paso sus pulgares por las mejillas de Marian.

Mildred al ver y oír a Ilse supo que realmente ambas estaban enamoradas, tal vez era momento de dejar que Marian viviera, pues aún recordaba el porque Mariam se alejo de su familia y ella fue culpable de todo el infierno que vivió solo por amar de una manera diferente, cerro los ojos y suspiro, las vio a ambas aún tomadas de la mano y les regaló una sonrisa Dulce.

Mildred: No me será fácil esto, pero te lo debo Marian, además lo único que quiero es verte feliz y si así lo eres lo voy a aceptar, solo dame tiempo - sonrió.

Marian: Todo el tiempo que necesites y gracias - toma a Ilse del brazo y ambas salen del lugar sumamente felices y tranquilas.

Continuará.......................................

Con tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora