Ivonne e Ilse ya estaban en el aeropuerto, Ivonne estaba completamente metida en sus pensamientos, Ilse la reconfortaba pero no lo logro del todo, a la lejanía vieron a una castaña con una blusa negra y un pants rojo, esa sonrisa era inconfundible y en brazos traía a un pequeño perrito chihuahua, Liliana al ver a Ivonne corrió a sus brazos dejando la maleta que traía a medio camino y la abrazo con mucha fuerza.
Liliana: Te extrañe – le susurro en su oído.
Ivonne: Yo también – no muy convencida correspondió el abrazo e Ilse fue por la maleta que Liliana había dejado y se escuchó un pequeño quejido.
Liliana: Ay perdona mi amor – se separó del abrazo y acaricio a su perro – hola Ilse – la saludo de beso.
Ilse: Hola Liliana ¿Qué tal Canadá? – pregunto con alegría.
Liliana: Muy bien es más te recomiendo ir si estás soltera ya que haya les gustan mucho las chicas de ojos cafés y si son morenitas que mejor – comento con alegría.
Ilse: Algo había oído de eso y dicen que les llama mucho la atención lo oscuro, pero ahora lo confirmo – rio.
Ivonne: Bueno ya vamos al auto ya que aquí estamos estorbando – le hizo saber en un tono algo serio y ambas solo asintieron, Ivonne guardo la maleta de Liliana en el maletero y pasaron a dejar a Ilse a su casa, Liliana estaba un poco incómodo por la cara sería de Ivonne así que busco romper esa tensión.
Liliana: Dime ¿Cómo vas con tus columnas? – pregunto mientras acariciaba a su perro.
Ivonne: Bien gracias, nada a cambiado por si te lo preguntas – ni siquiera la miro.
Liliana: ¿Está todo bien?, Te noto molesta – la miro.
Ivonne: Veo que por tu comentario muchos extranjeros te pretendieron – bufo molesta.
Liliana: Eso te molesto no era mi intención decir algo que te molestará, sabes que solamente te quiero a ti – acaricio su hombro.
Ivonne: Dime la verdad te metiste con uno – finalmente la miro – es decir te veías muy entusiasmada para solo haber recibido un coqueteo.
Liliana: Yo…… - titubeó.
Ivonne: Con eso me dices todo – devolvió su vista al camino.
Liliana: No era mi intención solo se dio y además tú hacías lo mismo no puedes reclamarme así – le hecho en cara.
Ivonne: Sabes que esto no va a funcionar lo mejor será es que nos demos un tiempo, te llevo a tu casa y ya – apretó con fuerza volante.
Liliana: Ivonne por favor vamos a hablar por favor, sabes que no quise decir eso – la miro con lágrimas que empezaban a desbordarse, Ivonne para el carro y la miro molesta.
Ivonne: Se te olvida que cuando yo me metía con cualquiera era porque tú decidiste huir y dejarme votada, así que no compares – la miro molesta – y no hay nada de que hablar – encendió el auto y volvió a conducir, Liliana solo se secaba las lágrimas, al llegar Ivonne bajo la maleta, pero Liliana no bajaba del carro – estás esperando una invitación o ¿qué? – dio unos golpecitos a la ventana de la puerta donde estaba Liliana.
Liliana: No me voy a bajar hasta que hablemos – se reusó a bajar del auto.
Ivonne: Como quieras a mi no me vas a chantajear – comenzó a caminar alejándose del auto y Liliana salió del auto y la detuvo.
Liliana: Por favor vamos a hablar – le suplico.
Ivonne: No ya lo dijiste todo – la volteo a ver – no quiero estar con una persona que no está segura de lo que es y que en cada viaje que realice me engañe, mejor arregla tus ideas y sentimientos – se zafo del agarre – Y después me buscas se dirigió a su auto y sin más ahí dejo a Liliana llorando.
Llegó el inicio de semana e Ilse llegó a su oficina y al ver sus alrededores se le vino un recuerdo borroso de aquel día en el que ella había tomado “estaba sentada al lado de Mayte cuando después de un intercambio de palabras se besaron’, cuando Ilse recordó esto negó con la cabeza y dio un sorbo al café que traía.
Ilse: No eso no pudo haber pasado – dijo para si misma hasta que escucho entrar a Mayte y ella salió rápidamente a verla – Mayte – llamo su atención.
Mayte: Si señorita – la miro.
Ilse: Ven a mi oficina inmediatamente – se cruzó de brazos y pudo ver cómo Mayte tomo un semblante nervioso, pero sin más se acercó y se metió a la oficina, Ilse entro y cerro la puerta con brusquedad y se posó frente a ella.
Mayte: ¿Necesita algo? - miraba el piso.
Ilse: Mírame – le ordenó y Mayte hizo contacto visual, pudo ver una mezcla de miedo y nervios en ella, cosa que la hizo sonreír por alguna razón – necesito que me digas todo lo que sucedió ese jueves en la tarde cuando yo estaba aquí indispuesta – le dedicó una mirada penetrante.
Mayte: Bueno yo solo escuche el final de una discusión que tuvo con su amiga y después usted me llamo al consultorio y me hizo una plática muy breve, al final usted solo se quedó dormida – dio su resumen con bastantes nervios.
Ilse: Y el beso – decidió mencionar par ver la reacción y comprobar si fue cierto o si cerebro le estaba jugando en contra, Mayte desvío la mirada pero si pecho la delató ya que se comenzó a tornar de color rojo junto a sus mejillas.
Mayte: No pensé que se fuera a acordar, además usted no sabía lo que hacía estaba tomada – dijo totalmente apenada.
Ilse: Entonces es verdad yo la bese – pensó – Bueno como haya sido pero por lo que veo escondes información, algo desleal no te parece – juzgo a Mayte.
Mayte: No era mi intención – la miro – solo quería evitarle ese mal rato de recordar ese acontecimiento.
Ilse: Como haya sido solo espero no lo divulgues ya que no a ti, ni a mi nos conviene – se sentó en su escritorio.
Mayte: Despreocúpese señorita – agachó el rostro.
Ilse: Bien retírate – le ordenó y Mayte acato la orden en silencio.
Ilse aunque se enfoco en su trabajo y consultas, ah decir verdad ese beso no podía dejarlo de lado, por más que no quería recordar era imposible, aunque ella no sabía porqué, tal vez al salir del trabajo iría a ver a Ivonne, además ella también necesitaba de su amiga, Mayte por su parte solo suspiro de alivio ya que esto era algo que podía costarle el trabajo, afortunadamente todo resulto mejor de lo esperado, si tenía la oportunidad iría a ver a su hermana que ya en unas cuantas semanas se marcharias a España para aprovechar la gran oportunidad que se le presento.
Continuará…………………….
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Con tu amor
RomanceCuando todos creen que tienes una vida perfecta no ven más hay de la fachada y esto lo sabía muy bien Mayte Lascuráin ya que lo vivía en carne propia, pero el toparse con su jefa Ilse Olivo no la ayudo más que destruir lo poco que la hacía feliz por...