Capitulo 37: Detrás de tu silencio

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Mayte recién llegaba a su casa con unas cuantas bolsas, solo las dejo en su closet y se metió a dar una ducha rápidamente pues debía ir al trabajo, al llegar al restaurante entro al camerino dónde Ilse ya se estaba maquillando, cuando vio que alguien entro vio por el espejo a su amiga que tenía un cambio bastante notable la cual la hizo voltear inmediatamente y levantarse bastante sorprendida.

Ilse: ¿Mayte? - la ahora castaña asintió - ¿Qué te hiciste? - la mira embobada.

Mayte: Me pinte el cabello, me lo alacié y corte, ¿no te gusta? - la mira preocupada.

Ilse: Claro que me encanta solo que estaba acostumbrada a ver tu cabello esponjado y rubio, pero ahora te vez de infarto, bueno no es como si nunca hubieras lucido hermosa, pero... - Mayte pone un dedo en los labios de su amiga.

Mayte: Shhh ya entendí y gracias de verdad - sonrió - mejor me apresuro verdad rio mientras sacaba su vestuario e iba cambiarse al baño.

Ilse: Dios mío Ilse María contrólate, pero es que se veía tan - se mordió el labio - ay mejor concéntrate en que la letra no se te vaya.

Esa noche había sido genuina para Ilse pues había interpretado majestuosamente amor eterno, como siempre acompaño a Mayte a su casa y cuando estaba por despedirse de un beso en la mejilla a Mayte le resonaron las palabras de su hermana así que en un "descuido" se giró un poco y tuvieron un pequeño contacto en sus labios cosa que Ilse se espanto de incomodarla y se alejo.

Ilse: Perdóname esa no era mi intención - se disculpo.

Mayte: Tranquila fue mi culpa te iba a decir que si no querías quedarte y por eso me voltee - menciono nerviosa.

Ilse: Claro si tú quieres puedo quedarme.

Mayte: Si - abrió el apartamento y la jalo del brazo, apenas entrar Mayte la arrastró al sillón - quiero estar entre tus brazos cada vez que me sea posible - puso su cabeza a propósito en el pecho de la güera.

Ilse: Si por mi fuera te abrazaría todo el tiempo - se sonrojo al sentir a la pequeña mujer sobre su pecho.

Mayte: Te quiero Ilse - cerro los ojos con una enorme sonrisa.

Ilse: Yo igual te quiero - le acaricio su cabello - como no tienes idea, te amo - pensó en sus adentros.

El tiempo transcurrió e Ilse finalmente se había mudado al apartamento junto con Mayte y sus interacciones se volvían un poco fuera de lo común pues Mayte seguía el juego que su hermana le recomendó, pues total no perdía nada con intentar que su amiga diera un indicio de su amor, pues Mayte quería comprobar hasta donde llegaría la resistencia de su güera a su vez que esto la ayudo a entender que ella también estaba enamorada, comenzó sutilmente con abrazo por la espalda cada vez que cocinaba, después subió un poco más cuando ese abrazo lo subió a un beso en el hombro.

Mayte: Buenos días güera - la abrazo por detrás de su espalda y plantó un pequeño beso en su hombro - hueles a vainilla.

Ilse: Buenos días May - su cara subió de temperatura - es mi perfume, mira estoy preparando el desayuno y un lunch para que no te quedes sin comer o prefieres que te lo lleve.

Mayte: Sabes prefiero que me lo lleves tu si no es mucha molestia - le beso la mejilla y se sentó frente a ella.

Ilse: De acuerdo chiquilla consentida - Mayte no dejo de verla con total atención y una sonrisa tierna, cosa que removió las fibras más profundas de su corazón, después de esto una tarde no se le ocurrió mejor cosa a Mayte que cuando Ilse llamo a su puerta y ella se estaba abrochando su sujetador.

Mayte: Pasa, aparte necesito tu ayuda - Ilse entro y al verla en unos jeans negros junto a un sujetador rosa que intentaba abrocharse fue algo que maravillo a la güera.

Ilse: E-en ¿Qué necesitas ayuda? - titubeó.

Mayte: Ay ayúdame a abrocharme el sujetador por favor - le dio la espalda.

Ilse: Si claro - se puso colorada y acercó con cuidado sus manos y la castaña al sentir los dedos de Ilse en su espalda sintió una corriente que le recorría el cuerpo, la güera veía cada pequeña peca deseando tocar cada una, pero alejo esos sentimientos de su cabeza rápidamente y solo abrochó el sujetador - Listo dejo que te cambies - salió casi huyendo no quería que notará lo roja que estaba.

Mayte:

Que debo de hacer para que me des un beso o digas que me amas, si esto no funcionó ahora debo intentar el plan de Isabel o más bien dicho los planes - abrió su closet y vio las bolsas - muy bien está noche te morirás de infarto y si no aún tenemos el plan B - saco una remera y cerro el closet - dios la forma en la que me miras y te sonrojas me mata, por mi fuera yo ya te hubiera besado tocó sus labios y recordó aquel único beso que fue el primero - tienes unos labios muy suaves que acompañados del vino eran deliciosos, sea como sea tu darás el primer paso Ilse María.

Un domingo regresaron de una larga caminata por la ciudad por lo que la castaña sugirió ver una película, la güera acepto encantada y Mayte le dijo que iría a ponerse algo más cómodo e Ilse se puso a preparar unas palomitas, Mayte tomo una de las bolsas de su closet y saco de ella un short y una blusa de tirantes de color rojo sonrió y se lo coloco, Ilse se sentó en el sillón a esperar a su amiga.

Mayte: Ahora si Ilse que veremos - la güera volteo a verla y se quedó embobada.

Ilse: Ah te estaba esperando - menciono y no pudo evitar mirar su escote.

Mayte: Perfecto - se sentó y tomo las palomitas, Ilse busco en todos los canales hasta que vieron que en un canal infantil estaba Winnie the Pooh y la castaña le suplico que le dejara ahí - Gracias no sabes cuánto amo esto aunque sea para niños - dejo el bowl de las palomitas en la mesa y se acurrucó en el pecho mientras se abrazaba a su cintura - no puedo evitarlo - paso su nariz por su cuello - me encanta tu olor a vainilla.

Ilse: No tienes nada que agradecer y ¡ah!- lanzo un pequeño gemido que Mayte la escucho, pero no dijo nada - creo que te voy a comprar un perfume igual al mío acaricio su cabello.

Mayte: ¿No te gusta que este aquí? - levantó su cabeza.

Ilse: No es eso May, al contrario me encanta que estés aquí - suspiro.

Ilse:

Si por mi fuera te daba un beso ahora mismo, como quisiera tocarte sin miedo de no incomodarte, pero debo controlarme, no quiero echar a perder está bonita amistad que ahora tengo contigo, me vuelves loca, dios con esa pijama te vez bastante sexy y lo que más quisiera hacer es contemplarte sin culpas, voy a resistir todo lo posible para no caer en mi tentación, porque se que solo es mía, ojalá fuera parte de ambas, aunque para mí desgracia eso no es así.

La noche continuo con normalidad y para la desgracia de la mujer bajita no paso nada más de sonrojos por parte de la güera por lo que no le dejo otra opción a la castaña que su última jugada y si no había nada no le quedaría otra más que confrontarla, ya había llegó el cumpleaños de la joven castaña por lo que Ilse entro con un pequeño cupcake con una velita a su habitación y comenzó a entonar las mañanitas, Mayte despertó con una sonrisa.

Mayte: Gracias.

Ilse: Ahora si sopla la velita y pide un deseo - su amiga soplo la vela y supo perfectamente que era lo quería - bravo - aplaudió y bien ¿Qué pediste?

Mayte: Que una persona que quiero mucho me diga que me ama - sonrió.

Ilse: ¿Estás enamorada? - pregunto con una sonrisa falsa.

Mayte: En un principio dude, pero luego de la convivencia puedo decir que estoy completamente enamorada - Ilse sonrió aunque por dentro sintió un desgarrador dolor.

Ilse: Estoy tan feliz por ti - vístete y alístate que el desayuno casi está listo y después pasaremos un día muy bonito te lo prometo - le estrujó los cachetes - te quiero no tardes - salió y en el camino no pudo evitar derramar unas lágrimas.

Mayte: Oh claro que hoy será mi día Ilse María o más bien dicho nuestro día - dio un bocado al cupcake para después ir a su closet y tomar la última bolsa que le quedaba.

Continuará......................

Con tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora