Capitulo 60: Por eso...

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Mayte e Ilse llegaron a su departamento, ambas se sentaron en sillón y la güera al verla fijamente no aguanto por lo se fue directamente a sus labios, la beso con tanta urgencia, necesitaba sentirla, saber si ella aun sentía esa misma pasión y amor por ella o Fernanda había cambiado algo sin embargo la respuesta fue clara cuando Mayte sonrió respondiendo a ese beso demandante, tanto que paso a sentarse sobre las piernas de su novia para tener más contacto.

Ilse comenzó a desabotonar el suéter tejido de su novia aquel que su hermana le había dado en navidad, esta última comenzó a mover sus caderas para generar fricción en lo que la rubia seguía con su labor, hasta que la dejo con un brazier rosa y pedrería por lo que Ilse termino deleitada ante la hermosa vista que tenía, comenzó a besar la zona del cuello, mientras desabrochaba el sujetado y al lograr comenzó a besar y morder aquella zona que tanto le fascinaba.

Mayte: Así mi amor ¡Ay! – comenzó a gemir.

Ilse: Eres solo mía María Teresa – le dio una mordida en el cuello que la hizo volver a gemir.

Mayte: Vuélveme a llamar así y veras ahora si de lo que soy capaz Ilse María – la toma del mentón – pero respondiendo a tu pregunta, si solo soy tuya y nadie va a cambiar eso.

Ilse: Tu eres mi María Teresa...

Mayte: Te lo advertí – le sujeto sus muñecas – quien ahora tiene el control soy yo – le quito su biker solo para arrojarla y después buscando el cierre de su vestido, lo cual encontró pero en determinado momento este se travo por lo que termino pasando sus dos manos para comenzar a desgarrar aquel vestido.

Ilse: Ah este paso me dejaras sin ropa – rio.

Mayte: Quieres que te diga la verdad, te vez mejor sin ella – poso una de sus manos en su abdomen para después con su boca lamer el pezón, comenzó a gemir lentamente – que te quede claro Ilse que tú eres la única mujer que deseo y siempre voy a desear – descendió su mano a su zona intima – yo soy tuya, pero tú eres mía, mira como te pones con solo poner mis dedos aquí.

Ilse: May si lo vas hacer, hazlo de una vez.

Mayte: Estas tan mojada con unos simples besos y caricias, sé que nadie más podrá darte esto – comenzó a masajear su zona más nerviosa.

Ilse: May eres una... ¡Ay!

Mayte: Te amo nunca lo olvides – continuo con su labor haciendo que Ilse no parara de gritar

Jugo con ella lentamente para prevalecer más su deleite hasta que las paredes comenzaban a ser más estrechas y ya no podía postergarlo por lo que saco sus dedos y ahora fue su lengua la que tomo el lugar, la güera al sentir esto toma la cabeza de su novia para presionarla más contra su femineidad, tan solo bastaron unos segundos para que se hiciera presente el arrebatador orgasmo por lo que la castaña limpio aquel rastro de orgasmo sin duda alguna cualquier duda que tuviera aquella mujer que recuperaba el aliento aquí se había disipado.

Mayte: Descansa hoy ha sido un día lleno de emociones no lo crees – iba a darle un beso en la frente, pero la rubia se levanto para besarla en los labios con una enorme pasión para después sentar arriba de la pequeña mujer.

Ilse: Aun faltas tu – volvió a besarla mientras se acomodaba para después mover sus caderas lo que hizo que Mayte lanzara un gemido ahogado - ¿te gusta? – se levanto sin dejar de mover sus caderas todo lo contrario aumento sus movimientos y dejando ver su cuerpo en su máximo esplendor.

Mayte: Eres una mujer realmente hermosa, me encantas, m... ¡Ay! – menciono agitada.

Cerro los ojos gimiendo sin pudor pues quería demostrarle todo lo que ella provocaba en su cuerpo, lo único que se escuchó en aquella habitación fueron los gemidos de ambas y el choque de sus cuerpos, no supieron en que momento se quedaron dormidas, pero amanecieron abrazadas una a la otra para después tomar una ducha larga y tendida.

Con tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora