Mundos iguales

47. Un Completo Desastre

Entre abro mis ojos al escuchar a alguien levantarse, maldición, aún es de noche.

Siento el brazos de Daryl alrededor de mi cintura, suspiró, me acomodó más a su lado para seguir durmiendo.

Quién se levanta siempre por las noches es Rick para vigilar, ya llevamos una semana aquí y sigue sin confiar.

Daryl me abraza aún más, vuelvo a cerrar los ojos para seguir durmiendo.

Cubro mis oídos cuando papá vuelve a tirar un plato al suelo, uno de los pedazos me hace un cortar en la pierna.

Pasa a mi lado y choca su hombro contra mi cuerpo haciéndome caer, pequeños pedazos se clavan en las palmas de mis manos.

Cierro con fuerza los ojos cuando salió y de un golpe cierra la puerta con mucha fuerza.

Suspiró.

Me levanto y voy hacia el armario para sacar la escoba y pala para poder limpiar el desastre que hizo.

Mi pierna sangra y la herida arde, pero debo de limpiar esto antes de curarme.

Se enfado porque no hice carne, pero ¿cómo demonios quiere que compre carne?

Tengo catorce años, no puedo tener un trabajo ya que soy menor de edad, y pasear perros, cuidar bebés y robar no me alcanza para todo.

Mi labio también tiene un hilo de sangre y esta hinchado, me dio una cachetada que dolió mucho.

Terminó de limpiar y tiro los pedazos en una bolsa, tomo la bolsa y voy hacia afuera para tirarla en el basurero.

Escucho un silbido, volteo a ver y atrapó una manzana que Daryl me lanzó.

Su rostro se ve menos hinchado luego de la golpiza que Will le dio días atrás.

Daryl: ¿Qué fue esta vez? —señala los cortes y los golpes.

Cass: No prepare carne —mordí la manzana aunque los labios me duelen —. ¿Qué hay de ti?

Daryl: Por suerte no a regresado desde hace dos días —asiento.

Vamos hacia el porche viejo de mi casa, nos sentamos en los escalones.

Daryl: Toma —me da un poco de dinero —. Compra algo para curarte.

Cass: Es tu dinero, no puedo aceptarlo.

Daryl: No seas idiota y tomalo —lo hice —. Tu cumpleaños se acerca, ¿que quieres?

Cass: Escapar de aquí —suspiró —. Sería bueno irnos a dónde sea, vivir como sea, pero irnos de aquí.

Daryl: Algún día lo haremos —apoyo mi mejilla en su hombro —. Te llevaré a cualquier lado, lo prometo.

Abro los ojos asustada, ahora mi mente tiene esa maldita costumbre de proyectarme recuerdos mientras duermo.

Apartó, con mucho cuidado, el brazo de Daryl para levantarme e ir a beber algo de agua.

Veo a Rick vigilando por la ventana de la cocina, veo que tiene un cuchillo de cocina en su mano.

Cass: ¿Rick? —voltea a verme alarmado —. Calma, soy yo.

Rick: ¿Qué sucede? ¿Viste algo? —negué.

Cass: Solo vine por algo de agua —me acerco a los almacenes para sacar un vaso.

Me acerco al grifo y lo abro para llenar el vaso con agua, bebo un poco.