37. Desorientados

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Llevamos todo el día caminando, Carl va delante nuestro mientras yo voy atrás con Rick ayudándolo.

El niño está molesto y se nota a lenguas de distancia que su enfado va dirigido a Rick.

Perdió a su hermana y nuestro hogar, no nos esforzamos en buscar al gobernador.

Lo perdimos todo por descuidados.

Rick: Carl, despacio —le ordena, pero él no obedece, suspiró.

Cass: ¡Niño! —se detiene.

Rick: Necesitamos mantenernos juntos —le recuerda —. Necesitamos encontrar un lugar, comida, provisiones.

Llegamos a su lado, él no nos voltea a ver.

Rick: Oye, vamos a estar... —Carl voltea a verlo molesto.

Sigue caminando sin decir ni una palabra, suspiró, seguimos caminando detrás de él.

Luego de dos kilómetros caminando encontramos un restaurante, nos acercamos.

Saque mi cuchillo y Carl su arma. Ayude a Rick apoyarse en la pared, abrí la primera puerta y golpee varias veces la puerta.

No sé escucha nada adentro, quizás haya alguno encerrado en algún lugar.

Rick: Espera afuera, Cass y yo entraremos—voltee a verlo —. Quédate vigilando.

Carl: Tú vigila —le ordena —. Apenas puedes estar parado, no los dejaré entrar ahí solos.

Rick: ¿Disculpa? —dice autoritario y molesto, como un padre actuaría si su hijo le habla así.

Cass: Es suficiente, los dos —me miran —. Yo me quedo vigilando, Carl te ayudará.

Rick: Grita si sucede algo —asentí —. Vamos.

Cass: Si señor —abro la puerta dándole una ligera parada.

Ellos entraron, me apoyo en la pared mientras miro a la carretera.

No tengo ningún rastro para encontrar a Daryl o a cualquiera de los demás, solo tengo que cuidar de esos dos ahora.

Mire al interior cuando escuche un disparo.

Cass: ¿Todo bien ahí adentro?

Carl: ¡Si! ¡Solo era un caminante!

Los espere por 15 minutos más hasta que salieron, voltee a verlos y vi que traen una bolsa.

Cass: ¿Que tanta suerte tuvimos? —me acercó a Rick.

Carl: Demasiada —sujeto a Rick para ayudarlo. .

Seguímos caminando, llegamos cerca de las vías y a un barrio.

Rick: Hey —nos detuvimos, Carl volteo a verlo —. Esa es tan buena como cualquiera.

Mire la casa frente nuestro, caminamos hacia la entrada deje a Rick con carl y abrí doakdo la puerta.

Los tres entramos y empezamos a revisar todo, no hay ningún caminante cerca.
aquí, pero es mejor que nada.

Rick: Carl —voltee a verlos y me acerque.

Carl: Lo tengo —ni los puedo dejar solos ni un segundo porque ya esta peleando —. Las puertas de abajo están abiertas.

Rick: Detente —Carl bajo su arma y volteo a vernos.

Carl: ¡Oye idiota! ¡Oye imbecil! —golpea la pared —. ¡Oye idiota!

Rick: Cuida tu boca.

Carl: ¿Estas bromeando? —le dice con el mismo tono —. Si hay uno abajo, hubiera salido.

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