54. Una Pesadilla Más

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Mientras los caminantes se entretenian con el cuerpo de Nicolás, con Glenn nos arrastramos por debajo del contenedor de basura para cubrirnos.

Matamos a los caminantes que querían tomarlos hasta que se fueron.

Quedamos toda la noche debajo de ese contenedor de basura, temiendo que si salimos nos crucemos con ese grupo de caminantes.

No sé en qué momento amaneció, así que nos arrastramos hasta salir de debajo de ese contenedor.

Me agachó tomó dos botellas de agua totalmente destrozadas, le entregó una e intentamos tomar aunque sea una gota.

Pero ni una mísera gota habían, arrojamos las botellas al suelo con frustración.

La radio que estaba en mi cinturón quedó totalmente destrozada al igual que las pistolas de bengalas.

Nos agachamos y tomamos nuestras armas.

??: ¡Hey! ¡Atrapen! —miramos arriba del edificio.

La chica arrojó dos botellas de agua que cayeron destrozadas al suelo.

Miró bien a la chica que reconozco de inmediato.

Enid: Rayos. Dije que las atraparan —se fue a otro lado.

Cass: ¿Enid? —nos miramos confundidos.

Glenn y yo nos miramos, tomo la bolsa con las pocas cosas que sobrevivieron.

Fuimos hacia la ventana que hay, me ayuda a subir y entro por la ventana. Al entrar me doy la vuelta para ayudar a Glenn a subir.

Vamos caminando con pasos cortos, debimos de pensar entrar aquí antes y quizás Nicolás estaría vivo ahora.

No sabemos si Michonne y los otros lograron escapar, espero que sí.

Estamos en una de esas casa de antigüedades.

Glenn: Enid, ¿qué estas haciendo aquí?

Enid: Hay otras botellas, en el rincón —indica —. Tomenlas y váyanse.

Nos miramos por unos segundos, caminamos hacia el rincón y nos agachamos para tomar las botellas.

Las abrimos rápido y bebimos un gran trago de agua, suspiró aliviada por haberme hidratado.

Vemos en el suelo, frente nuestro hay algunas latas abiertas y vacías, bebo otro poco de agua.

Glenn: ¿No vas a contestarme?

Enid: No.

Es justo como Carl la describió, tardaré en entender porque el niño está tan interesado en ella.

Cass: ¿Qué pasó en Alexandria? —guardamos las botellas en la bolsa, nos levantamos —. Oímos disparos… y  la bocina.

La chica no responde.

Glenn: Enid.

Enid: Paso lo que siempre pasa —nos dice —. Murió gente.

Glenn: ¿Atravesaron los muros?

Enid: ¿Quiénes? —pregunta confundida.

Glenn: Los caminantes —explica —. Se liberaron de la cantera. Los teníamos, pero ese claxon sonando…

Cass: ¿Quienes eran?

Enid: Eran personas —mierda —. Deberían irse.

Glenn: Mi esposa, Maggie… ¿Está bien? —no responde —. Enid. ¿Maggie está bien?

Se escuchan sus pasos, miro a todos lados intentando escuchar bien de donde proviene.

Glenn: ¡Contestame! —le hago una señal de que haga silencio, le indico donde la escuche.

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