49. Salió Todo Mal

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Apenas amaneció y volvimos a salir al bosque, Carol saca de una bolsa algunas armas.

Carol: Escojan una —nos pide a Daryl y a mí.

Daryl: Estuve pensando. ¿En serio hace falta? —mira a Rick —. Todo puede salir mal, si claro, cumplimos con nuestro deber, pero… Es como dijiste, no nos hacen falta.

Carol: Ahora no, pero…

Daryl: Querías que lo intentará, ¿no? —suspiró —. Estoy bien.

Cass: Igual yo —rechazo el arma —. No deberíamos precipitarnos mucho.

Rick se acerca a Carol y toma una de las armas, la guarda en su pantalón.

Espero que no deban de usarlas, aunque no estoy muy segura si esto es una buena idea.

Nos preparamos para salir a buscar una cosa que necesita Eugene.

Nos encontramos en el garaje donde esta parte del almacén, guardamos las cosas que necesitamos.

Me acerco a Glenn y le entrego su arma, reviso el cargador de la mía y lo vuelvo a colocar.

Noah le extendió un arma a Eugene, ya que nos va a acompañar.

Eugene: No, no gracias —me acerque a ellos.

Cass: Debes llevarla —me miran —. La necesitas.

Noah: Sabes que debes protegerte.

Eugene: No si no voy —me cruzó de brazos

Cass: Eugene…

Aiden: No conduciremos hacia allá solo para volver con cualquier porquería —le quito el arma a Noah y lo coloco en el pantalón de Eugene.

Cass: Listo —voy por las cosas.

Eugene: Una docena de estos son similares en apariencia en cada fabricante —explica —. La porquería va a estar bien. Y yo voy a instalar la porquería. Y la red eléctrica volverá a funcionar bien.

Tara lanza una mochila a Noah, meto el botiquín en una de las mochilas, la llevó a la furgoneta.

Tara: Oi que anoche hablaste con Holly, ¿qué te dijo? —los miro

Noah: ¿Por qué preguntas?

Tara: Por nada —se nota su curiosidad.

Noah sonrió, dio media vuelta para regresar y traer más cosas.

Tara: Es solo una pregunta —fue detrás de él —. No me hagas golpearte.

Veo a Maggie abrazando a Glenn, me acerco a ellos.

Cass: Descuida, cuidare de tu coreano.

Glenn: ¿Tú vas a cuidarme? —se separa de ella.

Cass: ¿Quién de los dos a tenido más experiencias cercanas a la muerte? —lo cuestionó.

Glenn: Bien, bien, bien —reí.

Maggie: Cuidate, también —nos abrazamos.

Aiden: Se hace tarde, vamos —me separo de ella, suspiró.

Glenn se vuelve a acercar a Maggie y la besa, hago una mueca de asco.

Cass: Vamos, Coreano —lo sujeto de la camisa —. En la noche podrás darle más que besos.

Glenn: Cállate —reí.

Subimos a la furgoneta, Aiden y Nicolás van adelante. Cerramos las puertas traseras.

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