Holi, espero leerlos mucho🖤🤍disfruten el capítulo y gracias por siempre apoyarme con sus votos y comentarios, esa es mi paga🫶🏻
Mariana
No sabía que estaba pasando, quien nos atacaba o por qué. No había tiempo para pensar en eso.
Veía las sombras moverse con celeridad y los destellos de las armas al ser accionadas, parecía la escena de una película, una que se llevaba a cabo en cámara lenta, porque mientras mis ojos abarcaban la oscuridad, Nico gritaba ordenes dentro del auto al tiempo que sacaba cosas y las arrojaba en el asiento; sin embargo, fui incapaz de entender lo que decía, solo era consciente de que hasta el momento ninguna bala llegaba a nuestro vehículo e incluso si lo hiciera, el blindaje nos protegía, mas no lo haría para siempre.
—¡Mariana! —Lo miré, me tenía sujeta de los hombros, su rostro lucía impasible— Quédate aquí, no bajes.
—¿Qué? —Parpadeé, recobrando la compostura— No me pidas eso.
—Aún no puedes hacerle frente a esto —tenía un arma en la mano y vi más de ellas en el asiento, no tenía la menor idea de dónde salieron—, por favor, ¿puedes obedecerme?
No quería decirle que sí, no quería quedarme aquí sin hacer nada, no era ninguna estúpida, pero entendía su posición, si hacia algo impulsivo como salir a disparar sin saber hacerlo bien en realidad, lo único que ocasionaría era que lo hirieran o lo mataran al tratar de protegerme.
—Está bien —acepté a regañadientes.
—Agáchate y quédate ahí —pidió. Me besó la frente y luego los labios, vi la preocupación en sus ojos, pero esta no tenía nada que ver con la situación, sino conmigo.
Abrió la puerta y bajó del auto, el chófer también había bajado. Me quedé sola. Miré el vestido que usaba y lo odié, como también los tacones. Elegía mil veces los jeans y zapatos deportivos o botas, pero esto, maldita sea, no podría correr sin romperme el tobillo. Aún quedaba mucho que practicar para poder disparar y correr con tacones de doce centímetros.
Me metí entre los dos asientos, el blindaje de la puerta resintió los disparos que dieron contra ella, alcancé un arma corta y pesada, pero se ajustaba bien a mis dedos, el índice rozaba el gatillo con mi pulso bien controlado y sin una pizca de miedo en mi sistema. Mi atención estaba puesta en la puertas, no podía ver nada, solo oía los disparos y los gritos, no me preocupaba por Nico, no debía hacerlo, él estaría bien.
Respiré hondo, desesperándome conforme los minutos transcurrían y nada sucedía, los sonidos seguían, pero disminuyeron, podía contar los disparos, cada uno de ellos con un pequeño margen de tiempo, de uno en uno. Solo pude pensar en que alguien se estaba encargando de pasar por encima de los cuerpos y daba el tiro de gracia, asegurándose de que la muerte llegara al enemigo, tal y como las películas de acción.
ESTÁS LEYENDO
Gris oscuro
General FictionPeligro es lo que significa el nombre de Nicolás Ferrer. Obsesión es lo que él siente por Mariana Alcázar, una periodista perseverante y decidida, a quien su ambición por ser reconocida en el país, la pone bajo la mira del Capo de la droga. Marian...