Peligro es lo que significa el nombre de Nicolás Ferrer.
Obsesión es lo que él siente por Mariana Alcázar, una periodista perseverante y decidida, a quien su ambición por ser reconocida en el país, la pone bajo la mira del Capo de la droga.
Marian...
Se los prometí por la noche, pero aquí está🩶disfrútenlo.
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Nicolás
Mi mente se hallaba lejos de aquí, justo en una sucia ratonera en un sitio recóndito en Kabul.
Las pesadillas no me dañaban como a cualquier persona, no me hacían despertar envuelto en pánico como le sucedía a Mariana, no lloraba atemorizado, quedándome vulnerable ante el efecto devastador que en ocasiones solían tener; no, ellas me empujaban hacia un abismo oscuro, me sumergía nadando en las sombras.
Lo malo con esto, era que, parte de esa oscuridad se arraigaba a mi alma, y cada vez que volvía a la superficie, parte de mí se quedaba en las tinieblas.
Estaba en un lugar más oscuro en mis pensamientos, temía que en algún momento afectaran mi relación con Mariana, porque ella aún no conocía todas mis facetas, e incluso al llevar a mi hijo en su vientre, sabía con seguridad que eso no la detendría de querer dejarme si llegaba a conocer algo de mí que no le gustara.
Y yo no iba a permitir que huyera.
—Kylian se encuentra de luna de miel —Sasha me arrastró al presente—, está incomunicado.
Asentí, pensativo. Las células terroristas que me tuvieron cautivo, también iban detrás de Draxler, un sujeto del que no conocía nada, pero Sasha sí.
Al parecer el tipo era poderoso, demasiado a decir verdad, tan poderoso como para tener a las agencias policiacas de su lado y así mantener su nombre oculto. Por lo tanto, se había vuelto alguien de interés para mí, rodearme de personajes con conexiones y poderosas, me convenía.
—Es demasiado inteligente para saber que hay terroristas detrás de él y de su esposa —murmuré sin mirarlo.
Me acompañaba en mi oficina mientras terminábamos con la logística de nuestros negocios. También se aseguraba de que su hijo se aclimatara y por supuesto, de que estuviera bien resguardado y protegido. Kozlov podría querer darle un escarmiento, sin embargo, era su hijo, su sangre y su legado, no lo dejaría a la deriva, totalmente expuesto. Confiaba en mí, pero no en el entorno, se iría hasta que se asegurara de que el pequeño ruso estuviera a salvo.
—Es un aliado que te conviene tener —dijo lo que yo ya pensaba—, el sujeto es demasiado cerrado con respecto a su círculo, incluso más que Jafar y que yo. Y es peligroso, muy peligroso.
—E incluso así, EI quiere su cabeza. —Kozlov sonrió de lado, una sonrisa mortífera y oscura.
—Kylian trabaja hombro a hombro con la CIA, FBI, cualquier célula policiaca de inteligencia está con él, diseña y fabrica armamento letal que fracturaría a cualquier país, suficientes motivos para que sea perseguido.
—Trabajar con el gobierno nunca termina bien —hablé desde mi experiencia.
De alguna manera siempre terminaban traicionándote porque para ellos solo eras un criminal que aunque les sirva, tarde o temprano saben que lo deben aniquilar.
