Capítulo 21: El rostro de la traición.

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Gracias a quienes comentan siempre, es para ustedes🖤🤍

Nicolás

Sostenía el cuerpo lánguido e inconsciente de Mariana mientras Omar conducía a toda velocidad por el boulevard.

No tenía la menor idea de que algo como esto iba a ocurrir, pero contaba con la seguridad de que mi periodista corría peligro. Ahora todas las piezas encajaban al fin y podía entender por qué el edificio acabó siendo derribado por un explosivo indetectable.

Johan pudo encontrar los videos encriptados que la mano derecha de Elías tenía, lo hizo por medio de una nube donde el bastardo los escondió, quizá como una garantía de vida que no le sirvió de nada, debido a que, el día de ayer lo encontraron muerto en su mansión con una nota de suicido y una evidencia plantada para corroborar el hecho sin despertar sospechas. Por supuesto, nosotros sabíamos que nada de eso era verdad, la servidumbre se encargó de sembrar las pruebas, luego de que un francotirador pusiera una bala en la cabeza del bastardo.

Nos fue imposible tener videos sobre su muerte, alguien desconectó todas las cámaras de seguridad y borró las cintas. De cualquier forma, no me importaba quien lo quitó del camino, seguramente fue Elías, era lo más seguro. El gobierno no daría detalles de la autopsia y de lo jodido que sería decirle a la familia que él mismo se disparó cuando la bala vino desde afuera.

Cuando Johan me mostró los videos hacia menos de una hora. La furia me dominó y la preocupación se instaló en mi pecho al ver su rostro ausente de emociones o remordimientos mientras jalaba el gatillo, obviando las suplicas de un hombre inocente.

La persona que ejecutó a Mario Alcázar, no era nadie más que Yuly. 

Todavía no encontraba los motivos, pero Johan se haría cargo de descubrirlos, lo dejé trabajando en eso mientras salía a toda prisa hacia el periódico, con el presentimiento de que Mariana se hallaba expuesta al peligro. Y no me equivoqué.

Milagrosamente no estaba dentro del periódico cuando el explosivo estalló, y sé que el judío tuvo mucho que ver en ello porque él sabía que pasaría algo así.

El nombre de Julián figuraba en la lista de los involucrados en la muerte de Mario.

Y no porque el cretino hijo de perra haya jalado del gatillo, sino que lo colocaron cerca de Mariana para ganarse su confianza y mantenerla al margen, no la veían como una amenaza en ese entonces, por ello la dejaron vivir y así no elevaban más sospechas sobre el asesinato de Mario. Pero necesitaban a alguien que la vigilara y anticipara sus pasos, que pudiera persuadirla de seguir con la sed de justicia, y lo logró, al menos durante un tiempo.

Descubrí que saboteó muchos de sus planes sin que ella lo supiera y claro, quiso hacer lo mismo cuando Mariana me buscó para entrevistarme y usarme como su último recurso para vengarse de Elías, sin embargo, yo no lo permití y destrocé sus planes sin saberlo. En esos momentos no indagué demasiado en los detalles que rodeaban a Mariana, me centré en ella, pero las pruebas estaban ahí y ahora las veía. Había archivos y archivos de notas de voz, llamadas grabadas, videos, mensajes. Toda una gran bolsa de mierda que les soltaría en la cara a todos los involucrados.

Si el judío venía con nosotros, era porque se lo entregaría a Mariana. Nada me daría más satisfacción de que fuera ella quien lo asesinara, aunque le salvó la vida ahora mismo, parte de su situación era su culpa.

Mi celular timbró, vi el nombre de Johan en la pantalla y enseguida atendí.

—Dime.

—Tienes que salir del país ya mismo —alertó nervioso, lo escuchaba teclear a través de la línea.

Gris oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora