Les agradezco si me dejan su voto y su comentario🩶
Nico
No sentía nada que no fuera dolor.
Los cortes a través de mi cuerpo escocían por el sudor y los golpes que recibía, la carne se abría más y podía asegurar que estaba infectándose. El olor que desprendía era nefasto, pero pude controlar el vómito, después de todo, no había ni una mierda en mi estómago, el agua que pude ingerir era la que pusieron en mi cara mientras aplicaban otra de sus conocidas técnicas de tortura. Sin duda, poner un trapo en mi cara y vaciar agua encima hasta el punto en el que casi moría, fue su tortura favorita.
Perdía y recuperaba la consciencia, era un alivio cuando podía quedarme en la oscuridad de mi mente, lejos del daño físico. En la nada me encontraba con Mariana, era capaz de sostenerla y mirarla una vez más, su recuerdo ayudaba, me proporcionaba esperanza y un aliento de paz que bebí como un poseso hasta que de nuevo ellos me traían de regreso.
Hubiera sido una salida fácil el ahogarme, estuvieron a punto de arrojarme a los brazos de la muerte, pero mi cuerpo se negaba a morir y luchaba por obtener oxígeno, mis pulmones protestaban y ardían, todo dentro de mí se hacía añicos, la desesperación me obligaba a forcejar y luchar para poder respirar. Era solo un auto reflejo de la supervivencia. Lo peor, es que solo se trataba del inicio, esta tortura era un calentamiento, no causaba daños mayores, lo cual permitiría que mi cuerpo resistiera todavía más.
Sabía que Elías quería escucharme rogar, lo exigía cada vez que soltaban el chorro de agua contra el trapo en mi cara. La sensación me causaba escalofríos, el sonido se volvió espeluznante, prefería mil veces la maldita hoja filosa abriéndome la carne, que soportar la desesperación del ahogamiento. Por momentos me hacía flaquear, estuve a punto de ceder y rendirme, la explosión agónica de mis pulmones casi vacíos me lo exigía, sin embargo, la presencia de Mariana y mi madre no me lo permitía.
Ellas me necesitaban con vida.
No podía dejarlas solas.
Un golpe en mi mandíbula me hizo volver al presente. No había dormido, me privaban del sueño y eso solo me debilitaba más. Ignoraba el tiempo transcurrido, pero lo sentía como una puta eternidad.
—Vamos, Ferrer, no me digas que ya te has cansado —la voz burlona de Elías retumbó en mis oídos—, apenas comenzamos.
No podía decir que estar atado en una silla era un descanso, aunque la posición era más soportable que la anterior, mis músculos lo agradecían.
—Pronto tendrás que despedirte de alguna extremidad —me tomó del cabello y alzó mi rostro en su dirección, noté a uno de los guardias a mi lado, sosteniéndome la muñeca, evitaba que moviera la mano—, pero primero te voy a arrancar la piel por partes.
No pronuncié una sola palabra y tensé los músculos de mi cuerpo cuando sentí la primera aguja abriéndose paso por debajo de la uña de mi índice. Aislé el dolor como aprendí a hacerlo cuando me encontraba en la selva con mi padre y sus hombres, separar la mente del cuerpo es más fácil al no tener el violento chorro del agua asfixiándome.
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Gris oscuro
General FictionPeligro es lo que significa el nombre de Nicolás Ferrer. Obsesión es lo que él siente por Mariana Alcázar, una periodista perseverante y decidida, a quien su ambición por ser reconocida en el país, la pone bajo la mira del Capo de la droga. Marian...