Peligro es lo que significa el nombre de Nicolás Ferrer.
Obsesión es lo que él siente por Mariana Alcázar, una periodista perseverante y decidida, a quien su ambición por ser reconocida en el país, la pone bajo la mira del Capo de la droga.
Marian...
Holi, les agradezco mucho que estén esperando capítulo y dándome su amor en comentarios, aunque sean insultos a los protagonistas jajaja los amo🩶
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Mariana
Nicolás demoró horas en gestionar la seguridad para hacer de nuestra estadía la más segura posible.
Todos sabíamos que íbamos a una trampa, lo gritaba por todas partes. Atacar a mi madre solo era una forma de hacerme salir, incluso al ser consciente de eso, no me detuve de venir a El Paso, Texas. Si Elías quería matarme, tendría que ser rápido y no perder el tiempo, porque esta no sería solo una oportunidad para él, sino también para mí.
Él era lo suficientemente orgulloso para estar en el mismo lugar que yo y demostrarme que era mejor, más inteligente, más poderoso. Tal vez en algunos aspectos coincidíamos, ambos guiados por los impulsos sin tener nada más en mente que no fuera cumplir nuestros objetivos.
Me preguntaba si Elías tenía a alguien a su lado que lo aconsejara como Nicolás lo hacía conmigo. Esperaba que no. Herir a mi madre había sido un golpe muy bajo y que dejaba expuesta a su familia, porque si él se metía con la mía, yo no me tentaría el corazón para hacer lo mismo con la suya.
—Debiste quedarte —dije sin mirarlo. Enfocaba mi atención en las calles poco concurridas, era de madrugada, acabábamos de aterrizar y Nicolás venía a mi lado. Él conducía.
No me hacía gracia que viniera conmigo, no porque no quisiera tenerlo cerca, sino por el riesgo que significaba. Yo era buscada, pero mis crimines nunca se podrían comparar con los suyos, él no solo tenía a una agencia policiaca detrás de su trasero, tenía muchas. Temía que lo capturaran de verdad o peor aún, que tuviéramos un enfrentamiento en el que algo saliera mal y terminara herido o muerto. No olvidaba que todavía no se recuperaba de los tiros que esa mujer le dio.
—Mi prioridad eres tú, pase lo que pase me quedo contigo, entiéndelo de una vez.
—Algo puede salir mal.
—Que salga —lo miré—, los riesgos no me harán enviarte sola a una trampa.
No discutí, era inútil hacerlo con él, así que guardé silencio mientras nos acercábamos a la clínica donde mamá estaba. Matteo no sabía que yo venía para acá, me encontraba preparada para el montón de reclamos e insultos que recibiría en cuanto me viera, la culpa sobre mi cabeza no me detendría de venir, después de todo, ella era mi madre.
—El edificio está vigilado por mi gente, hasta el momento no encontraron nada raro, pero no esperaba que lo hicieran —dijo a mi lado—, Elías ya debe de saber que estamos aquí.
—Quizá piensa atacar en algún momento, aunque tampoco lo espero —me mordí la uña del pulgar hasta que casi sangró, viendo las luces de la clínica hacerse más cercanas—, no lo sé, Nicolás, todo es tan obvio que se siente mal.
