Espero disfruten del capítulo, si me regalan comentarios no me enojo, son importantes para mí🫶🏻
Nico
No perdía de vista la sonrisa de Aurora.
Sus labios rellenos lubricados apretaban y se deslizaban con experiencia, mantenía el contacto conmigo, porque sabía que me gustaba mirarlas a los ojos mientras me la chupaban.
El tacto me endurecía, las expresiones y los sonidos acentuaban la excitación y eran importantes, al menos para mí.
Cada quien tenía sus gustos y sus fetiches, los míos de vez cuando rozaban lo enfermo para algunas mujeres, se respetaba, por supuesto. Nunca me gustó forzar a nadie, me desagradaba ser el único que disfrutaba, ¿qué placer podía llevarme si ni siquiera las hacia mojarse?
Sin embargo, tenía una excepción con Mariana, hubo algo en esa mirada de leona que me gustó, a ella no solo la movía su necesidad de venganza, también era ambiciosa y bastante perseverante con lo que quería y no se detenía por nada. No conocía el miedo y ver su instinto suicida me hacía tenerle respeto y a la vez, querer faltárselo.
Pocas veces me topaba con personas como ella, que nunca agachaban la mirada, orgullosas y dispuestas a todo, tan valientes e inteligentes. Supo cómo llegarle a Elías, esperó hasta tener algo verdadero y conciso, y cuando al fin encontró lo que buscaba, carajo, las agallas que tuvo para írsele encima con todo, me llenó de orgullo.
No solo era una cara bonita y ese hecho incrementó mi deseo, no estaba acostumbrado a ir detrás de las mujeres, como dije, no presionaba y no forzaba, ellas venían a mí o de vez en cuando me les acercaba, pero jamás rogaba por la atención de nadie, con Mariana olvidaría esa regla porque me gustaba mucho. Simple como eso. No había que darle vueltas.
—Toda, Aurora —ordené a punto de venirme—, porque si ensucias el piso, lo vas a limpiar con la lengua.
Sonrió en desafío, sostuvo mi tamaño con la mano, la frotó con suavidad antes de metérsela a la boca. Empujé las caderas contra su garganta, yendo hasta el fondo durante un par de embistes más hasta que mi semen se derramó dentro y ella soportó los espasmos y mi rudeza mientras tragaba sin detenerse; el éxtasis me hizo gemir despacio, con la vista en la morena que al final, se lamió los labios y chupó sus dedos con deleite.
Esperé unos momentos y luego acomodé mis pantalones. Aurora se incorporó y fue al baño, la dejé estar y agarré mi celular. Había mensajes importantes y un par de llamadas perdidas del número privado de Elías. Maldita sea. Seguía jodiendo.
Le devolví la llamada, levantándome de la silla. Él atendió al primer tono, estaba esperando, sin duda.
—¿Ahora qué mierda quieres? —Espeté. Me encontraba de buen humor, pero Elías comenzaba a ser una molestia con la que no tenía ganas de lidiar.
ESTÁS LEYENDO
Gris oscuro
Fiction généralePeligro es lo que significa el nombre de Nicolás Ferrer. Obsesión es lo que él siente por Mariana Alcázar, una periodista perseverante y decidida, a quien su ambición por ser reconocida en el país, la pone bajo la mira del Capo de la droga. Marian...