Capítulo XXXIX

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Los días seguían pasando, el amor entre Cassie y Draco se hacía más grande y ya se les había hecho costumbre pasar la noche juntos un par de veces por semana.

Draco acababa de salir de una junta directiva que se había alargado demasiado en San Mungo. Iba camino a su despacho para quitarse el uniforme verde lima del hospital e ir a casa. Se sentía muy cansado y le pesaban los párpados, pero el corazón le dio un vuelco cuando vio a Cassie sentada en la silla que había frente al escritorio vacío de su secretaria.

En cuanto vio a Draco, la hermosa pelirroja se puso de pie y le dedicó una bella sonrisa.

—Hola, mi amor —le dijo con voz de caramelo.

—Hola, dulzura —replicó Draco, derritiéndose de amor—. ¡Qué linda sorpresa!

Draco y Cassie se abrazaron y compartieron un cariñoso beso.

—¿Me esperaste mucho? —preguntó Draco.

—Valió la pena —respondió Cassie.

—Te compensaré esto, amor. Lo prometo.

Draco tomó la mano de Cassie y la llevó a su despacho. Ambos se sentaron en el sofá, abrazados y acurrucados uno contra el otro.

—Cuéntame, ¿cómo te fue hoy? —preguntó Cassie con interés.

—Tuve una junta larga y aburrida. No veo la hora de quitarme este uniforme y descansar —respondió Draco con sinceridad.

—Te ves muy cansado, amor. ¿Quieres que te prepare un mate de manzanilla para relajarte? —ofreció Cassie, acariciándole el cabello.

Draco sonrió, y después de besarle la frente con ternura, replicó:

—Eres un ángel, Cassie. Pero en realidad, lo que más deseo ahora mismo es estar contigo.

Cassie sonrió con picardía y se acomodó sobre el regazo de Draco, rozando sus labios con los de él, y Draco relamió sus labios, saboreando ese delicioso roce.

—Eso suena bien —dijo la pelirroja—. Pero antes, tengo algo que contarte —añadió, tomando una respiración profunda, y Draco frunció el ceño, preocupado.

—¿Pasa algo malo, Cassie?

—No, no es nada malo. De hecho, no estoy segura de si es algo bueno —respondió Cassie, confundida—. Hoy recibí una oferta de patrocinio para mi carrera como surfista.

Draco la miró sorprendido.

—¡Eso es maravilloso, Cassie! ¿Quién te ofreció el patrocinio? —preguntó.

—Una marca de ropa deportiva muy reconocida en el mundo muggle. Es una oportunidad increíble, pero también implica tener que viajar mucho para competir en diferentes torneos —explicó Cassie.

Draco asintió, comprendiendo el porqué Cassie estaba tan confundida.

—Ellos no saben que por ahora no estás en condiciones de competir, ¿cierto? —preguntó y Cassie asintió con la cabeza—. Creo que deberías conversar con ellos, amor, explicarles la situación. Tal vez el patrocinio pueda esperar hasta que estés al cien por ciento de nuevo.

—Pero eso significaría que tendría que dejar mi trabajo en Sortilegios Weasley.

—Estoy seguro de que tu tío George lo entendería.

—Y también significaría que tendríamos que separarnos —dijo Cassie con los ojos llenos de lágrimas.

—Lo sé, hermosa —dijo Draco y acunó el rostro de Cassie suavemente entre sus manos—. Pero también sé que eres una surfista increíble y que tienes todo el potencial para ser la mejor del mundo. Además, no tenemos que estar separados todo el tiempo. Somos magos, Cassie. Yo puedo aparecerme donde sea que estés en un abrir y cerrar de ojos. Podríamos estar juntos todas las noches y...

Wishes on the Water || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora