Capítulo XXVIII

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Draco no lo pensó dos veces. Se abrió paso entre la multitud, corrió hacia el mar y se zambulló en el océano con la ropa puesta.

Con la destreza de un tiburón, nadó en dirección hacia donde Cassie había sido tragada por la ola. Un par de salvavidas también se habían unido a la búsqueda, y uno de ellos encontró la tabla de surf de Cassie. La cuerda que sujetaba la tabla al tobillo de la muchacha se había roto.

Draco también desapareció por unos momentos, y cuando asomó la cabeza por encima del agua, no estaba solo. Había encontrado a Cassie, inconsciente. La pelirroja había sido arrastrada por las olas varios metros mar adentro y tenía el tobillo atorado en unas algas. La cuerda rota que tenía en el tobillo había contribuido a que se enredara en éstas.

Los salvavidas nadaron hacia Draco y le ayudaron a recostar a Cassie sobre la tabla. Así pudieron llevar a la muchacha más fácilmente hacia la orilla.

—¡A un lado! ¡Soy médico! —gritó Draco, muy serio, con una fuerte voz de mando, tomó a Cassie en sus brazos y la recostó en la arena.

—¡Háganse para atrás! ¡Déjenla respirar! —gritó uno de los salvavidas, y con la ayuda del otro, apartaron a la multitud que se había arremolinado alrededor.

—Vamos, Cassie, quédate conmigo —le dijo Draco y pegó la oreja al pecho de la muchacha.

El guapo rubio sonrió al escuchar un débil latido, e inmediatamente comenzó a darle RCP a Cassie, aplicando compresiones en su pecho. Luego volvió a pegar la oreja al pecho de la pelirroja.

La multitud expectante se había quedado en completo silencio. El sonido del mar era lo único que se escuchaba. Draco pellizcó la nariz de Cassie delicadamente y colocó su boca sobre la de ella para darle dos respiraciones lentas.

Los labios de Cassie eran muy suaves, y aunque aquello no era precisamente un beso, ese hecho no pasó desapercibido para Draco. Cassie estaba muy pálida y no reaccionaba, y sus labios habían comenzado a ponerse azules.

—Por favor, Cassie, quédate conmigo —suplicó Draco y comenzó a aplicar compresiones en su pecho una vez más.

El cuadro de Cassie no había cambiado, pero cuando Draco volvió a darle respiración boca a boca, la muchacha comenzó a toser, expulsando agua de sus pulmones, entonces se escucharon gritos de júbilo y una entusiasta ovación de la multitud.

—¿Se-señor Malfoy? —dijo Cassie con un hilo de voz y los ojos entornados, intentando aclarar su borrosa visión.

—Bienvenida de vuelta, Cassie —le dijo Draco con sus hermosos ojos grises llenos de lágrimas y una hermosa sonrisa dibujada en su rostro. Su dorada cabellera estaba revuelta y mojada. Su camisa se le había pegado al cuerpo y se veía muy sexy.

Cassie le dedicó una pequeña sonrisa y se palpó los labios con las yemas de sus dedos, sonrojándose, pues se había dado cuenta de que cuando recuperó la conciencia, había sentido los labios del hombre que amaba en los suyos. Pero su sonrisa se borró de repente y rompió a llorar, cayendo en cuenta que esa escena ya la había visto antes, cuando era niña, después de que el Sombrero Seleccionador la había enviado a Slytherin.

—Me salvó... tal como me lo prometió, Sr. Malfoy —dijo, y Draco recordó lo que había sucedido en la fiesta del cumpleaños número 15 de Scorpius, cuando Cassie le devolvió el giratiempo.

—No llores, Cassie. Ya estás a salvo —le dijo Draco con dulzura mientras le acariciaba tiernamente la mejilla.

Cassie asintió e intentó incorporarse, y Draco la ayudó inmediatamente, diciendo:

—Con calma, Cassie. Aún debes estar un poco desorientada.

Y en cuanto Cassie se incorporó hasta sentarse, gritó de dolor y se agarró la rodilla izquierda, rompiendo a llorar y sobresaltando a todos.

Wishes on the Water || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora