Capítulo XVIII

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Las vacaciones de Pascua habían llegado, y Scorpius había organizado una pequeña fiesta en la piscina de la mansión Malfoy para celebrar su cumpleaños número 15 con un pequeño grupo de amigos, entre los que estaba Cassie, por supuesto, y el equipo de Quidditch de Slytherin.

Cassie y Scorpius estaban cumpliendo su promesa, y todo lo que había sucedido en la mascarada de Halloween, en vez de separarlos, había fortalecido más el cariño que se tenían. Ahora ambos tenían muy claro que se gustaban, o jamás se hubieran besado en reiteradas ocasiones. Aún hablaban de ello y hasta bromeaban con ello.

Scorpius se aferraba a la ilusión de que un día lograría conquistar a Rose y no dejaba de pensar en que la había hecho sonrojar, y ella también a él en la mascarada. Cassie, por otro lado, se aferró más a aquel bonito sentimiento que tenía hacia Draco. Ella sabía muy bien que era un amor imposible, por lo que nunca podría salir lastimada por ello, y eso de alguna forma la confortaba.

Desde que dejaron de burlarse de Cassie en la escuela, había comenzado a ganar popularidad debido a los esmaltes que inventaba, pues muchos estudiantes de Hogwarts los usaban, y como el último que había inventado funcionaba a la perfección, fue otro éxito en ventas en Sortilegios Weasley.

—Rose no va a venir, ¿cierto? —le preguntó Scorpius a Cassie cuando fueron a la cocina por unos jugos de frutas—. No es que tuviera muchas esperanzas cuando la invité, pero... ¿Por qué no le agrado? ¿Qué tengo de malo, Cassie?

—Nada —replicó Cassie—. Eres guapo, listo, eres el buscador del equipo de Quidditch de Slytherin, vas a ser un gran surfista y... besas delicioso —dijo sonrojándose, y Scorpius también se sonrojó.

—Tú también besas delicioso, Cassie —afirmó Scorpius y Cassie se sonrojó aún más—. Me alegra que mi primer beso... y los que vinieron después hayan sido contigo.

—A mí también —dijo Cassie con una sonrisa y le acomodó un mechón de su rubia melena delicadamente detrás de su oreja—. No hay nada de malo en ti, Scorp. Es Rose la que está ciega.

—Gracias, Cass. No sé qué sería de mí sin ti —dijo Scorpius con una sonrisa y le dio un beso en la frente.

—Probablemente aún no habrías dado tu primer beso, Sr. Malfoy —dijo Cassie en tono juguetón y sirvió un vaso de jugo.

—Tampoco tú, señorita Potter —repuso Scorpius y la abrazó desde atrás, y Cassie soltó una risita.

—Touché.

—Te quiero mucho, Cassie —dijo Scorpius y le dio un beso en la mejilla.

—Yo también te quiero mucho, Scorp —replicó Cassie y giró su cabeza. Su cara estaba muy cerca a la de Scorpius, pero sólo se sonrieron y se dieron un tierno beso esquimal.

—Oye, creo saber porqué Brandon ha estado actuando tan extraño últimamente —dijo Scorpius y se acercó a la mesa para servir otro vaso de jugo.

—¿Ah sí?

—Pues... hoy no te ha quitado los ojos de encima. De hecho, nunca lo hace.

—¿Insinúas que le gusto? ¡Pero es un idiota!

—Tal vez, pero gracias a él, Claire ha dejado de molestarte y ya nadie se burla de ti.

Cassie y Scorpius regresaron al jardín, y en ese momento se acercó Claire, diciendo:

—¡Ahí estás! Ven, Scorp. —Y cogiendo su mano, se lo llevó hacia donde había un grupo de chicas.

Cassie se quedó mirando a Brandon por unos momentos, hasta que a lo lejos vio a Draco caminando por el jardín y sentándose en una banca. Él no vestía uno de sus habituales trajes negros aunque seguía de luto, sino que llevaba unos pantalones negros de tela, una camisa negra y un suéter gris, su impecable cola de caballo y sus zapatos negros de vestir perfectamente lustrados.

Wishes on the Water || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora