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Un lindo niño mitad pato caminaba tranquilo por karmaland, había perdido a sus tíos Cochi y Beni hace un par de horas y, aunque fingía buscarlos, la verdad es que no le importaba encontrarlos pronto, el cielo era lindo aquel día, no habían muchas nubes y dejaban ver el sol algo que al pequeño mitad pato le encantaba, nunca había sido tan libre como ese día, estaba acostumbrado a vivir en la sobra de una pequeña casa a las orillas del pueblo, estaba acostumbrado a ver a las mismas personas siempre, sus tíos Cochi, Beni, Rubius y Alexby, ademas de a su papá Quackity, no había muchos niños para jugar por esas partes del pueblo, pero si tenia muchos patos que lo acompañaban en sus días aburridos, una pelota vieja y las ocurrencias de sus tíos.

El pequeño niño continuo caminando, el lugar era mas grande de lo que imaginaba, pero no temía en lo mas mínimo, era casi imposible perderse, todo eso lo había visto por la ventana de su casa en alguna ocasión y reconocía cada milímetro recorrido, cada milímetro menos la persona con la que se topó cayendo sentado y raspando un poco su mano.

—Hola— el niño escucho una voz de un señor extraño de ropa roja que lo veía fijamente con intriga, al parecer en aquel lugar existían mas personas que solo su familia, ya lo imaginaba pero no esperaba encontrarse con alguien tan pronto — ¿estas perdido?

—no— la aguda voz respondió levantándose y limpiando su ropa con sus pequeñas manos, aplaudió dos veces para retirar el exceso de tierra en sus palmas y le dedicó una sonrisa al hombre que lo veía

—¿dónde están tus papás? — la voz aun lo interrogaba

Debía darle algo a su favor, él no sabia donde estaban sus papás así que por definición, estaba perdido.

—no lo sé— se encogió de hombros

—¿me acompañas a buscarlos? — el hombre tendió su mano al pequeño niño que sin duda la tomo, ese hombre solo quería ayudarlo y cualquier paseo era bienvenido, al final lo que más deseaba el niño mitad pato era conocer ese lugar tan increíble y misterioso en el que había vivido por tantos años y aun así no conocía en lo más mínimo.

POV Quackity

—¿cómo que perdiste al chamaco?— un agobiado pato corría por toda la casa en busca de su pequeño hijo — ¡lo dejo dos segundos con ustedes, par de idiotas, y lo pierden!

— primo, respira, lo vamos a encontrar antes de que te des cuenta que esta perdido — respondió Cochi con una sonrisa de oreja a oreja recibiendo un golpe en la parte trasera de su cabeza— ¡ey! no me pegues ahí, me puedo morir

—ya se dio cuenta que esta perdido, de verdad Cochi, no eres mas tonto solo porque no naciste después — Beni regañó al chico — lo vamos a encontrar primo

—mas vale que lo encuentren, ¿y si lo ve Luzu?— el chico del binnie comenzó a tener un ataque de pánico, ese bebé era su secreto mejor guardado y no podía permitirse que el alcalde de Karmaland se enterara del menor — arruinaría todo, ¡mierda! Lo arruinaría, ¡búsquenlo!

Quackity se sentó en la orilla de uno de los sillones, encendió el televisor pues siempre había sentido la necesidad de escuchar ruido de fondo para concentrarse, no era un secreto para nadie que el chico pato era muy cuidadoso con cada uno de sus planes, tampoco era un secreto para nadie que él era el mas grande detractor a la alcaldía, este "pequeño error" podía destruir toda su reputación en unos segundos.

¿Es mi hijo? [Luckity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora