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Encuentren a Charlie

Cada segundo sin el niño se sentía una eternidad, Quackity había pasado las pasadas dos horas llorando, estaba seguro que tenia un ataque de ansiedad es una experiencia abrumadora y aterradora. La sensación de angustia y desasosiego se apodera de todo tu ser. Tu corazón comienza a latir rápidamente, sintiendo como si estuviera a punto de salirse de tu pecho. La respiración se vuelve dificultosa y entrecortada, como si te faltara el aire. La sensación de opresión en el pecho se intensifica, haciéndote sentir atrapado y sin escapatoria.
Tus pensamientos se aceleran y te invaden temores y preocupaciones irracionales ¿dónde estaba Charlie? ¿Que estaría haciendo? ¿Quién lo tiene? ¿A dónde se fue? Y es que donde estaría un niño de cuatro años en ese momento. Una sensación de pérdida de control se apodera de ti, y puedes experimentar mareos, temblores y sudoración excesiva. Tus manos y pies pueden volverse fríos y entumecidos, mientras que una sensación de calor recorre tu cuerpo.
El tiempo parece detenerse y te sientes completamente indefenso frente a esta avalancha de emociones. Puede que incluso experimentara sensaciones de irrealidad o de estar fuera de su propio cuerpo.

—Dónde lo vieron por última vez — gritó Rubius quien regresaba del bosque, el niño no estaba por ningún lado, el mayor estaba preocupado, Charlie no estaba y Quackity parecía enloquecer con cada segundo que pasaba, había pasado de gritar, a llorar, a creer que era broma, a dormir un segundo y de nuevo a llorar en cuanto se despertó

—en el bosque— bajó  corriendo Alexby seguido de los primos que lo habían estado buscando en la casa mientras cuidaban a Quackity para que no muriera de ansiedad — dijo mi primo que la ultima vez que lo vio era en el bosque, ve Cochi, tu sabes donde está el niño

—es un niño de cuatro años par de idiotas, no lo pueden dejar solo ni por un segundo, desde que aprendió a caminar quiere escapar a cualquier lugar, son unos animales de granja—gritó  Rubius molesto

—es mi culpa, soy un terrible padre, le prohibo todo porque tengo miedo a que algo le pase y ya le pasó algo, todo es culpa de esa estupida pelea, solo me llevo a perder a Charlie, por qué soy tan inútil — sus ojos se llenaron de lagrimas una vez más, todos sentían ese dolor del padre

—tranquilo pato, eres un padre increíble, es difícil cuidar de alguien tan pequeño, eres un buen padre, vamos a encontrar a Charlie— lo intentaba calmar Rubius pero todos sabían que no lograba nada de esa forma, estaba vendiendo una mentira que no podía mantener por mucho tiempo

— tal vez es hora de pedir ayuda— susurró Alexby obteniendo la atención de todos— nos guste o no, el niño no va a aparecer solo en la puerta con una sonrisa y una canasta de frutos del bosque — tenia un punto aun así todos estaban aterrados de lo que seguiría— tal vez Sapopeta, tal vez Staxx o tal vez tenemos que tragarnos el orgullo y pedirle a Luzu que haga un anuncio de niño perdido

—¡no!— gritó Quackity asustado y con la respiración agitada — no podemos pedírselo a Luzu, habrán preguntas y no quiero contestar preguntas, seria el fin, estaríamos todos muertos, además no olviden que seguimos siendo criminales, tal vez ya no nos buscan como antes pero en cuanto pisemos Karmaland estaremos muertos

Y, aunque no les gustara admitirlo, Quackity también tenia un punto

—va a ser un día muy largo Quackity, prepárate para salir a buscar a Charlie — con una mirada de reproche el chico del binnie se levantó del sillón, se coloco unos tenis y se preparo para salir.

Lamentablemente o para su buena suerte, alguien tocó la puerta en ese momento.

¿Es mi hijo? [Luckity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora