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Había pasado una semana bastante regular, Charlie se iba a la alcaldía a jugar y "trabajar", según comprendió Quackity el trabajo del niño era decirle a los secuaces que llevaran hojas para Luzu, poner los sellos y llevar helado al alcalde, mientras el pelinegro había estado buscando todos los documentos que le pidieron a su pequeño hijo para entrar a la escuela, estaban muy emocionados, Rubius lloró cuando se enteró que su sobrino asistiría a una escuela como cualquier niño, aunque en realidad no tuvo mucho tiempo para llorar pues tenia unos días viéndose con el juez, no lo admitía pero el chico del binnie conocía esa sonrisa y esa mirada, parecía que todo iba excelente, su hijo conocía a su otro papá, sus amigos lo visitaban, tenia aire acondicionado, jugos, frutas, comida de la que se le antojara, una habitación propia, veía a su hijo todos los días, podía hacer prácticamente lo que quisiera, claro mientras estuviera dentro de la casa, pero aun algo le atormentaba, estaba cansado de escuchar a su hijo referirse al su otro padre como "el alcalde" o "Luzu" pero aun no encontraba la forma de explicarlo sin que su pequeño niño lo entendiera y no lo odiara por el resto de su vida, tiene apenas cuatro años, el resto de su vida es una eternidad para vivirla enojados.

—aquí está— murmuro, estaba solo en la casa, aun odiaba el silencio de aquella soledad, esas horas en las que nadie lo acompañaba eran la tortura mas grande para alguien tan hiperactivo como Quackity — pensé que estaría mas oculto, en realidad fue bastante fácil encontrar el acta de nacimiento — todo estaba en una corta montaña de papeles— ¿a Charlie le gustara la escuela?— se cuestionaba mientras preparaba una mochila con cuadernos, estaba tan emocionado por ver a su pequeño en su primer día de escuela, todavía no lo aceptaban pero ya le tenía un pequeño uniforme perfectamente planchado a la medida del menor, una mochila llena de cuadernos, lápices, colores y demás útiles escolares, una lunch box de personajes, cubiertos pequeños, snacks, frutas picadas, todo estaba preparado para el maravilloso día en el que su hijo fuera al kínder, quería llorar ¿tan rápido había crecido el pequeño? Apenas hace unos días era un bebé que se despertaba cada tres horas a tomar biberón, ir al baño y llorar— a la edad de mijo yo odiaba la escuela — se rio un poco

Escuchó la puerta abrirse sin cuidado, el alcalde cargaba a su hijo dormido, el castaño le dedicó una sonrisa cálida al pelinegro, una sonrisa de esas que te transmiten toda La Paz del mundo, Quackity no lo entendía ¿en qué momento dejó de sentir odio y repulsión por ese hombre? No estaba enamorado de él nuevamente, pero tampoco odiaba la idea de estar enamorado de él.

—hola— le susurró Luzu cuando pasó por su lado para después dejar un corto beso en sus labios — acuesto a Charlie y hablamos

Esa era su nueva rutina, un beso de despedida, un beso al llegar, acostar a dormir a Charlie y hablar toda la noche hasta que el sol comenzaba a salir y se dormían un par de horas, el alcalde se iba con el niño a su trabajo, regresaba a casa y repetían la rutina, a veces el chico pato le llamaba a la oficina y hablaban durante horas, a veces el alcalde le llamaba con la excusa de querer saber si estaba bien o necesitaba algo.

—hola— le respondió el peli negro — deja a Charlie dormir en mi habitación, voy a hacer café

Si, la rutina era buena y ambos la amaban pero no comprendían en que momento se volvió algo tan normal para ellos.
Quackity puso la tetera con agua, abrió un cajón en donde se encontraban las tazas y sonrió, dos tazas pintadas a mano, las habían hecho ellos durante la feria tal vez estaban mal pintadas pero era especiales, así que decidió usarlas.

—¿qué hiciste hoy?— preguntó Luzu acercándose al menor y abrazándolo por la espalda

Quackity sentía El Fuerte pecho contra su espalda, músculos bien definidos, la respiración tranquila sobre su hombro pues tenia el rostro del mayor recargado contra su rostro, los fuertes brazos lo rodeaban por la cintura, no podía concentrarse así.

—arreglé toda la papelería de Charlie, es solo cuestión de llevarla a al escuela e inscribirlo— el mayor se alejó para dejarlo seguir hablando, el chico pato maldijo internamente, en realidad le gustaba la calidez de la piel ajena contra su cuerpo — ¿crees que podamos hacerlo pronto?

—mañana mismo llevo la papelería antes de ir al trabajo

Quackity asintió lentamente mientras le pasaba la taza con café, como siempre, últimamente, ambos se quedaron toda la noche hablando.

A la mañana siguiente, Luzu salió sin Charlie, hacer Papeleria en una escuela podía ser tedioso para alguien un niño, pasar horas sentado no era la mayor cualidad de su hijo.

—buenos días alcalde, Luzuriaga— saludó la directora, lo habían pasado inmediatamente al verlo en la recepción

—buen día— sonrió el alcalde tomando asiento frente la directora y colocando la carpeta en la mesa

—¿a qué se debe su honorable presencia?— la directora parecía encantada de tener al alcalde en sus instalaciones

—quiero preguntar por el proceso de inscripción para mi hijo, Charlie — el rostro de la directora se deformo en una mueca de confusión y desagrado

—disculpe, creo que escuché mal — le murmuro sonriendo falsamente — ¿menciono por la inscripción para su hijo?— la directora pensaba que se estaba volviendo loca, la vida del alcalde era pública, todo el mundo conocía hasta el mas mínimo detalle, drama y decisión que tomó el alcalde desde hace cinco años con el comienzo de la alcaldía, estaba segura de que si el alcalde tuviera un hijo todo el pueblo lo sabría

—si, mi hijo, pero eso no es lo importante, necesito conocer el proceso de inscripción y, si se puede, deseo inscribirlo hoy mismo — pronunciaba con total seguridad extendiendo la carpeta hacia la directora quien aun lo veía sorprendida

La directora tomó la carpeta y comenzó a ver los documentos, estaban todos, se detuvo unos segundos en el acta de nacimiento del niño, su nombre es Charlie, coincidía la edad que mencionaba el alcalde con el año de nacimiento, no nació en karmaland, tal vez por eso no sabían de su existencia, aunque seguía siendo poco probable desconocer un dato tan grande de la vida del alcalde, nombre de los padres, el rostro de la directora cambio de tranquilidad a enojo a sorpresa y finalmente a incredulidad, en el apartado de nombre de los padres solo podía ver uno Alexis Quackity, el criminal de guerra mas buscado en todo el pueblo ¿por eso no conocían del niño? Tenía sentido, el otro padre del niño era la peor persona con quien tener un hijo y sumando al hecho de que nadie había logrado encontrarlo y mucho menos encarcelarlo desde las elecciones, tal vez dejó al niño con una nota afuera de la casa del alcalde o aun peor, afuera de la alcaldía, la directora negó levemente antes de levantar el rostro y dejar la carpeta nuevamente cerrada en su escritorio.

—empezaremos con el tramite, en dos o tres días Charlie podrá entrar a la escuela — menciono la directora dandole unas hojas al alcalde con el reglamento escolar y otras con preguntas importantes de la vida del niño, tales como alergias, números de contacto y nombres de personas autorizadas para sacar al niño de la escuela

—gracias, espero su llamada, Charlie amara la escuela

Luzu se sentía profundamente emocionado por su hijo, tenia ganas de correr directo a su casa y contarle a Quackity, estaba tan feliz.

Pero no tomaba en cuenta que el drama y la información se expanden por el pueblo rápidamente, pueblo chico, infierno grande.

Ya entré a clases y definitivamente no podré subir capítulo diario.
Estoy estudiando medicina, si a alguien le interesa la carrera o esta por entrar a primer semestre en esta época tengo todas mis anotaciones y diapositivas por si las necesitan.
Tengan un gran inicio de semestre, luv u.

¿Es mi hijo? [Luckity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora