Rubius corrió a la casa del alcalde en cuanto escuchó la noticia, Luzu le había llamado entre lagrimas para pedirle que se quedara con Quackity, no comprendía de todo lo que pasaba pero había apenas recopilado las palabras Charlie, padres, nombres y escuela, imaginaba que debía ser algo fuerte pues para que Luzu, quien aun lo odiaba pero al menos ya era algo mas cordial con él, le llamara rogándole para que acompañara al chico pato y que llevara a alguien que cuidara al niño.
En cuanto estuvo frente a la puerta golpeó esta fuerza, Alexby, Cochi y Beni lo acompañaban, todos pensaban llevarse a su sobrino lo suficientemente lejos para dejar al padre desahogarse y muy seguramente explotar.
—hola— susurró el chico pato tranquilo mientras abría la puerta
Esto preocupo mas a los demás, conocían lesa faceta que parecía tranquila y despreocupada, en realidad era la expresión del mas grande horror, eso habia pasado cuando el pelinegro se enteró que estaba embarazado, lloró el primer día, tal vez solo lloró la primera hora y lo demás fue una calma y tranquilidad inexplicable, mientras todos corrían a su alrededor para lograr obtener respuestas, el chico pato estaba en total tranquilidad, Rubius lo había explicado en ese momento como que "estaba en shock" no era tanto como un shock, era mas como la felicidad que te da al saber que pronto terminara todo, es cuando algo te supera totalmente y sientes la alternativa completa como terminar todo y aunque suena totalmente destructivo, en ese momento "terminar todo" fue plantar un par de bombas más y dejar la guerra ¿qué seria esta vez?
—Hola pato — mencionó el semi oso con la misma tranquilidad del menor, en esa situación enloquecer lo empeoraba todo— Alexby, Cochi y Beni vinieron a pasar tiempo con Charlie, tienen tanto sin verlo, ya creció otros cuatro metros de la ultima vez que lo cargaron
—le vamos a enseñar tradiciones bonitas y esta vez prometo no perderlo — habló Cochi con una sonrisa seguida de un gran y fuerte golpe en la parte posterior de la cabeza proporcionado por Beni quien lo veía molesto
—nos vamos a llevar al niño a que conozca la iglesia, estoy seguro que le gustara, su padre solía amarla ¿recuerdas cuando ibas a confesarte? Tal vez el niño también tiene que ir a confesarse — Alexby trataba de hacer al menor sonreír, pero nada funcionaba, ni la mención de la iglesia que mucho tiempo fue su hogar, antes de construir la Casa Blanca, ni la mención de un lindo recuerdo como cuando solía confesarse antes de disparar un arma
Vieron al chico pato asentir levemente, gritaron por Charlie quien se despertó y bajó corriendo al escuchar la voz de sus tíos y con cuidado decidieron dejar la casa permitiendo que Rubius y Quackity estuvieran solos.
—necesitas contarme qué pasó — le dijo el chico oso totalmente serio
—le llamaron a Luzu de la oficina — los ojos de Quackity comenzaron a humedecerse, muy internamente sabia que esta vez la solución no era tan simple como poner un par de bombas y dejar que todo fluyera, muy internamente sabía que la solución no estaba en sus manos — en la mañana fue a la escuela a la que queremos meter a Charlie, todo parecía increíble, llegó contándome que la Directora era muy amable, que parecía algo sorprendida pero que le aseguro que todo estaba bien y— las lágrimas lo sobrepasaron, caían tantas que no lograba formular ninguna palabra, por mas que abría sus labios esperando a que estos sacaran algo, gritaran, cualquier cosa, estos no lo hacían, su cuerpo no respondía, sintió los brazos de Rubius abrazándolo y acariciando su espalda, un lindo gesto que su cuerpo supo agradecer permitiéndole hablar nuevamente — alguien le dio la información de Charlie al diario de Karmaland, su nombre, edad, lugar de nacimiento, padres, toda su información esta por ahí, quien mierda seria tan cruel, es un niño de cuatro años, él no ha hecho nada para que haya personas allá afuera juzgándolo por algo que no es, apenas es un niño Rubius
El chico oso lo comprendió, estaba igual de asustado y enojado, su sobrino siendo apuntado por personas que no conocían lo lindo que era ese niño, el pequeño era dulce, amable, encantador, risueño, juguetón, obediente, inteligente, el niño era todo lo que esos adultos jamás serían, muchas veces se preguntó como pudieron hacerlo tan bien con Charlie cuando ellos eran un desastre, tal vez no eran buenas personas pero amaban al pequeño.
—dime nombres y para mañana desaparecen — mencionó serio, el semi oso no toleraba a personas tratando de lastimar a su familia— dame solo una pequeña descripción, lo que tengas, hasta lo mas mínimo sirve, nadie les va a hacer daño— soltó una risa cargada de odio, esas risas que dan miedo con solo escucharlas aunque estes suficientemente lejos — esta persona la cagó en grande si cree que después de esto va a despertar y vivir una vida tranquila
Quackity asintió levemente, la diplomacia era para Luzu, el lado "legal" de las cosas, ellos eran peor, no les importaba cobrar vidas, llenarse las manos de sangre no resultaba ser un gran problema y sabían donde deshacerse de la ropa que quedaba manchada de ese liquido rojo carmín cálido que solían soltar los cuerpos.
—no tengo nombres ni rostros— admitió algo triste— pero Luzu debe tener información
—Luzu es el alcalde, esto es mala promoción para su campaña, no nos va a decir nada, pato— Rubius se levantó del asiento para estirarse un poco, tenia años sin matar, pensó que jamás volvería, pero la persona que le había hecho eso a los dos patitos despertó su sed de sangre — creo tener un buen plan, pero tienes que contactar con Sapopeta, dudo que a mi me haga mucho caso.
En la alcaldía todo era un desastre, las personas corrían de un lado a otro, las cosas estaban siendo lanzadas por los aires con la esperanza de que cayeran en el lugar correcto, la información verdadera y falsa se acomodaba en carpetas frente al escritorio del alcalde quien leía cada pequeño extracto de información ¿dónde se había equivocado? Claro que tenia una sospechosa principal, pero mientras toda la escuela estaba bajo investigación hasta que saliera un culpable, ya habia hablado con los oficiales quienes le dijeron que en realidad no podían hacer nada pues no tenían evidencias contra la escuela o algún docente.
—necesito que compres la información de ser necesario — Vegetta estaba frente al alcalde, el ojivioleta estaba preocupado, su sobrino estaba en peligro, aun no conocía al niño pero sabia lo mucho que Rubius y Luzu lo aman, escuchó atentamente por horas hablar a Rubius quien le explicaba exactamente lo que al niño le gustaba para el día que lo conociera pues este tenia la intención de que el menor lo amara — no tengo idea de qué podemos hacer, pero necesito la información de la Fuente más confiable posible, después me preocupo por hacerla pasar por legal
—estamos perdiendo mucho, si alguien descubre que trabajamos por vías...— se detuvo un momento, debían ser cuidadosos a partir de ese preciso segundo, cualquier cosa que dijeran puede ser usada en su contra y él lo sabía, ser el juez de karmaland te da una amplia perspectiva de cosas que de otra forma no sabría — no convencionales estamos fuera del juego, Luzu, dile adios a tu trabajo de alcalde, despídete de mi trabajo de Juez, estaríamos arruinados
—nadie se va a enterar, quien haya causado esto se va a arrepentir, tengo una idea para limpiar esta información lo más posible pero para eso necesitaremos a sapopeta
Vegetta sonrió, tal vez el plan no era tan malo después de todo.
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¿Es mi hijo? [Luckity]
FanficDespués de 5 años, una alcaldía robada, una revolución y muchos amigos perdidos, Luzu conoce a un pequeño niño mientras Quackity no puede encontrar a su hijo. - ¿cómo que perdieron al chamaco? ¿Qué vamos a hacer si Luzu lo ve? - no lo hará primo, co...