Pasaron los días y Amelia estaba recogiendo sus pertenencias para salir del lugar cuando el vigilante le dijo que ojalá no la viera más por allí y que tuviera mucha suerte en el futuro.
- ¿Ha visto usted a la Licenciada Gómez?
- Sólo la vi salir para coger su coche pero nada más.
Y fue ahí cuando se abrieron las puertas que se encontró a la abogada rubia de frente, iba vestida con chaqueta de cuero negra, camisa de raso verde mar y unos jeans vaqueros ajustados.
Amelia la miró de arriba abajo sorprendida y desde ese momento se quedó prendada de la abogada.- ¿Y bien, cómo te fue la despedida?
- Vaya sorpresa Licenciada verla por aquí. - Dijo Amelia con una sonrisa de oreja a oreja.
- Sólo quería asegurarme de que todo fuera bien y no tuvieras problemas con la salida.
- Pues déjeme decirle que me encantó que viniera a verme y que no pienso volver aquí por mucho tiempo. - La abogada sacó su sonrisa tímidamente.
- Si alguna vez te hace falta algo, dinero, trabajo o alguna defensa, sólo búscame. - Se miraron a los ojos con un silencio cómodo.
- Gracias por todo Licenciada, por defenderme, por aguantarme mis malos modos y porque a veces he sido un poco altanera con usted.
- ¿Hacemos algo? - Amelia asintió con timidez.
- En el bufete de abogados, mi socio y yo, estamos buscando a un mensajero que sea responsable, atento y se encargue de llevar todos los papeles al juzgado.
- ¿Y qué me quiere decir con eso?
- Quiero decirte que si quieres empezar una nueva vida fuera de los robos, narcotraficantes y delincuentes con mala fama, aceptes mi propuesta de trabajar conmigo.
- Licenciada, yo no puedo aceptar eso.
- ¿Y por qué no?
- Soy ex convicta y no tengo precisamente un currículum brillante como para trabajar con usted.
- Bueno si la idea es cambiar de vida y aprender de los errores, yo te doy la oportunidad.
- A su socio no le va a aparecer correcto meter a una ladrona en su bufete.
- De Mateo me encargo yo. - La abogada la miraba con ojos casi suplicantes para que aceptara.
Amelia dudó un poco antes de contestar.- ¿A qué hora quiere que me pase?
- ¿Mañana a las 8 te parece bien?
Amelia sonriendo le contestó:
- Mañana a las 8 estaré allí.
- ¡ Esta bien! Aquí tienes mi tarjeta con el número de teléfono y dirección para cualquier cosa o si tienes algún problema para llegar.
Amelia cogió la tarjeta y sin darse cuenta rozó la cálida mano de la abogada con la cual recibió un escalofrío difícil de quitar.

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Lo que en ti veo
FanfictionAmelia es una chica que por circunstancias de la vida y por haber crecido sin un padre, se crió en la calle rodeada de ladrones, drogas y traficantes y sólo con la ayuda de su madre gravemente enferma ha podido salir adelante. Luisita es una abogada...