Lo que en ti veo

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Entre la espada y la pared se encontraba delante de la familia que lo quiso como uno más y que ahora lo miraba con desprecio por todo lo que estaba descubriendo pero con su capacidad de actuación intentaría salir de esa situación.

  - ¿Qué es lo que tengo que contarte Manolita? ¿De qué verdad me estás hablando? - Preguntaba Sebastián haciéndose el ofendido.

  - De todo lo que estoy escuchando. - Manolita lo miraba fijamente esperando una respuesta que la convenciera de todo.

  - Manolita, lo que pasó con Nacho fue...

  - ¡Yo no estoy hablando de lo que pasó con Nacho, sino de todo lo demás! - Gritaba Manolita llena de rabia.

  - ¿Todo lo demás? - Sebastián se hacía el desentendido.

  - Sí Sebastián, es que estuvimos revisando los documentos de la fusión que firmamos con la nueva compañía y encontramos que los estatutos que creó mi papá de la compañía quedaron anulados. - Le iba explicando Luisita.

  - Sebastián, mi madre lo que quiere entender es lo que dice el papel este de la fusión en el que dice que las decisiones importantes de la empresa las toma el presidente de la nueva compañía. - Iba explicando María enseñándole los documentos que le había enseñado Luisita anteriormente.

  - ¿Cuando estuvieron revisando estos documentos de la fusión con la nueva compañía? - Preguntaba Sebastián mirando a Manolita y María.

  - Lo revisamos hoy de hecho. - Le contestó María.

  - Lo que pasa amor es que...yo le hice unas copias...para que mi madre las viera. - Respondía Luisita metiéndose en la boca del lobo.

  - ¿Que tú hiciste qué Luisita? - Preguntó Sebastián un poco enfadado.

  - Contéstame Sebastián, dime qué todo esto es una mentira, que es una equivocación, que alguien está tratando de hacernos daño, ¡Dímelo! - Preguntó Manolita en voz alta para que intentara contarle toda la verdad.

  - El hecho de la fusión con la nueva compañía cambió un poco las cosas y ahora yo como presidente tomo las decisiones. - Informaba Sebastián.

  - ¿Y nosotras como socias de la empresa no decidimos? - Preguntaba Manolita.

  - ¿No confían en mí Manolita? ¿Yo que siempre he velado por el patrimonio y los intereses de esta familia, que llevo años junto a Marcelino para conseguir que la empresa mejore y sea la mejor del país? - Seguía diciendo Sebastián mirando a los ojos a Manolita agarrándola del brazo mientras que Luisita a sus espaldas hacia señas a su madre para que no desvelara la verdad.

Manolita de la impotencia que sentía se soltó bruscamente y se marchó a su habitación bajo la atenta mirada de todos los presentes y Luisita dando gracias de que su madre no había desvelado la verdad que ocultaban.

  - ¿Por qué se puso así?¿Está muy nerviosa, no? - Sebastián intentaba quitarle importancia.

  - Mi mamá está muy afectada con todo lo de la empresa y lo de mi papá. - María respondió.

  - Necesita su tiempo pero...debeis de confiar en mí, yo sólo quiero lo mejor para la familia. - Sebastián le agarraba las manos a María para darle confianza mientras que Mateo y Luisita lo miraban con los ojos entrecerrados siendo espectadores de la falsedad del momento.

  - ¿Nos vamos mi amor? - Preguntó Sebastián a Luisita.

  - Sí, sí, mañana tengo que levantarme temprano y seguir con el caso de Nacho para intentar sacarlo en libertad. - Respondió la rubia acercándose a María para darle un abrazo.