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Después de un día muy pesado de trabajo, Luisita estaba deseando llegar a casa. Era su cumpleaños pero para ella era un día más en el calendario.
Ya con las llaves en mano para salir, Luisita se tropezó con Amelia en la puerta y ésta le contestó:

  - ¿Licenciada ya se va?

  - Sí Amelia, tengo ganas de llegar a casa, tomarme un baño, ponerme el pijama y leerme un buen libro.

  - ¿Y no va a celebrar su cumpleaños? Es un día especial para usted y no puede pasar ni un sólo segundo de mostrar esa sonrisa tan bonita que tiene.

  - Pues no, es un día como cualquier otro Amelia no voy hacer nada en especial, sólo estar en casa y descansar. - Dijo la rubia con una media sonrisa.

  - ¡Pero que dice! Hoy se celebra el día que llegó a este planeta y tiene que salir a disfrutar, pasársela bien, reírse y bailar hasta que no le queden fuerzas.

  - Estoy muy cansada Amelia.

  - Venga Licenciada, ¿Que puede ser peor, que pierda un par de horas y regrese a casa a leerse un libro?

Luisita se lo pensó por la invitación y estaba indecisa de aceptar el plan de la morena de ojos miel.

  - Venga conmigo, le aseguro que no va a olvidar este día.

  - ¿Y qué plan tienes? A ver dime, ¿ Con qué sorpresa vas a salirme ahora?

  - Sería mejor mostrarle que decirle,  déjese llevar y lo descubrirá por usted misma. - Dijo Amelia ofreciendo su mano para que la alcanzara.

  - Está bien pero sólo un ratito. - Dijo aceptando su mano.

  - No se arrepentirá y lo recordará como el mejor día de su cumpleaños.

Paseaban por la calle agarradas de la mano, contándose el día que habían tenido y poco a poco sin que Luisita se diera cuenta, de pronto cerca de ellas, se encontraba un bullicio de gente amontonada, policías cortando el paso y multitud de músicos.
Se trataba de la cantante Kany García que se encontraba visitando la ciudad  para una firma y presentación de su nuevo disco.

  - ¿Amelia adónde vas?

  - Ven, es Kany García, vamos a pedirle un autógrafo.

  - ¿Estás loca? No, no, me da vergüenza.

  - Pero ven aquí. - Decía Amelia agarrándola por la cintura para que no se escapara y acercándola a la cantante.

  - Perdón perdón, disculpe si la molesto pero ¿Sería mucho pedirle un autógrafo? Esta mujer de aquí a mi lado se llama Luisita y está de cumpleaños hoy y quisiera tener con ella un bonito detalle.

  - !Ay que bonito tu amiga! Claro que sí mi vida con mucho gusto para ella.

  - Perdón perdón de nuevo pero podría ponerle " Para Luisita, una mujer BONITA❤️❤️, ÚNICA, VALIENTE Y ESPECIAL que es un privilegio ser su amiga porque te alegra el día con sólo hablar con ELLA y ver lo que consigue, porque te enamoras de su sonrisa cada vez que te mira y siempre está cuando se le necesita, porque día a día demuestra lo valiosa y auténtica que es, que tiene un corazón bonito y es UNA BELLEZA DE MUJER, para que recuerde el día de su cumpleaños como el regalo más bonito que desde la distancia pude tener".

  - Ay mi niña se nota que esta morenita te quiere mucho. - Luisita miraba a Amelia con timidez y vergüenza por esa dedicatoria que iba solo para ella desde el más sincero corazón de la morena.

Luego del autógrafo conseguido, siguieron caminando por un parque cercano que a Amelia le encantaba y que pasó mucho tiempo en sus años de juventud en el que se encontraban varios grafiteros por allí, grupitos de personas con radio en la mano y patines en línea que dejaba ver sus habilidades tirándose por las cuestas mientras que se pararon frente a un mural que ponía:

Lo que en ti veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora