Luego de que se calmara un poco todo y todos los periodistas se fueran del bufete, Luisita y Mateo empezaron a valorar las posibilidades de que la famosa grabación llegara a las manos correctas antes de que Sebastián se enterara y poder llevar esa declaración a la policía siendo así el final del prestigio del empresario así como la libertad provisional o de menos condena para Amelia ya que era una de las culpables de la banda a la que Sebastián tenía bajo su mando.
Tanto así que probablemente en los próximos días llegaría a la oficina tal y como dijo Federico antes de irse pero con lo que no contaba el hermano pequeño de Sebastián es que desde que su madre Pía lo puso al tanto de todo fue tras de su pista hasta dar con su paradero ya que el de rizos fue a recoger a la empresa las ultimas cosas que le quedaban de su propiedad.
- Federico, Federico...¿No te despides de mí antes de irte? - Preguntó Sebastián acompañado de su chófer a sus espaldas mientras que el de rizos metía su maletín en el maletero del coche.
El chico se paró de lo que estaba haciendo sorprendido por esa voz tan electrizante de la que siempre había tenido miedo.
- ¿Qué quieres Sebastián? Tengo prisa. - Contestó Federico mirándolo a la cara.
- Sólo quiero saber qué pretendes al irte de la empresa. - Le dijo Sebastián llevándolo a su terreno.
- Ya no quiero seguir entrando en tu juego, estoy harto de ser cómplice de tus engaños y ver en la persona que te has convertido llevándote a todo el mundo por delante sin importarte lo más mínimo el daño que harías. - Respondió Federico a su pregunta dejándole toda su rabia frente a sus narices.
- Federico...¿Tú crees que todo lo que conseguí...lo hice trabajando? - Preguntó Sebastián con ironía dejando a su hermano un poco asustado ya que tenía miedo por su vida. - No, no Federico, las cosas no son así y si he llegado hasta aquí ha sido apartando a todo aquel que me estorbaba del camino.
- ¡No quiero seguir escuchando, déjame tranquilo! - Le contestó abriendo la puerta delantera del conductor para meterse en el coche.
- ¡Espera, espera! ¿Dónde vas? - Sebastián lo agarró del brazo para impedir que se fuera.
- ¡Te dije que me iba! - Contestó Federico con gesto brusco apartándose del agarre.
- Está bien, hagamos una cosa antes.
- Yo contigo no tengo nada que hacer.
- ¡Mira Federico! A mi me importa un pepino lo que hagas con tu vida, con quién te levantas o te acuestas o qué te pones de ropa pero en relación a la empresa debo reconocer que eres un fuera de serie y yo no tengo esa capacidad para llevar la administración. - Iba explicando Sebastián queriendo saber Federico de qué se trataba.
- ¿A dónde quieres llegar Sebastián? - Preguntó Federico dudando de las intenciones de su hermano.
- Sólo quiero saber algunos movimientos de la empresa, que me expliques cómo se hace y luego te vas. - Le contestó Sebastián pidiendo su ayuda la cual Federico no se fiaba pero era la única forma de que lo dejara en paz.
- ¿Qué quieres saber? - Preguntó el de rizos queriendo acabar pronto con la conversación.
- Ven conmigo, tomemos algo y me explicas. - Le propuso Sebastián queriendo que aceptara.
- Yo contigo y con tu chófer no voy a ningún lado. - Le contestó mirando a los dos dejando ver la desconfianza que tenía de ellos.
- Vamos Federico, no tengo mucho tiempo para perder contigo.
- Está bien, vamos en mi coche y así de una vez terminamos con todo.
- Ten por seguro que después de ésto puedes irte a donde quieras, al más allá si así lo prefieres, te deseo un buen viaje. - Le contestó Sebastián con ironía.

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Lo que en ti veo
FanfictionAmelia es una chica que por circunstancias de la vida y por haber crecido sin un padre, se crió en la calle rodeada de ladrones, drogas y traficantes y sólo con la ayuda de su madre gravemente enferma ha podido salir adelante. Luisita es una abogada...