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Luego de que sus padres se fueran de la casa y quedarse un poco más tranquila, Luisita se sintió culpable por la situación que había tenido que pasar Amelia al no ser aceptada por su familia. Para ello, después de que la morena le preparara una infusión, siguieron hablando de la noche que habían tenido.

  - Amelia lo siento. - Rompió el silencio Luisita mirándola a los ojos con pena.

  - No pasa nada mi amor. - Respondió Amelia cogiéndole de las manos.

  - Lo que más me duele es que tuviste que soportar que te humillara y yo no pude hacer nada. - Le dijo con sinceridad.

  - Luisita, sabíamos que podía pasar esto, lo que yo lamento es que todo haya pasado por mi culpa, me metí en tu vida para complicarla, es la verdad.

  - Amelia, yo no me arrepiento y no cambiaría por nada todo lo que viví contigo, te lo juro, en todos estos meses he sentido mucho más que en toda mi vida.

  - Yo no puedo perdonarle a mi padre que te insultara así de esa manera. - La abogada sintió que a la morena le preocupaba algo.

  - Luisita te prometo que si yo hubiera sabido que todo esto iba a ocurrir yo...

  - Amelia, ¿tú qué? ¿si tú hubieras sabido que todo esto iba a pasar qué? - Preguntó la rubia cuando Amelia se separó de su lado levantándose del sofá en el que estaban hablando.

  - No sé Luisita, hubiera elegido no conocerte, no enamorarme de ti como lo estoy ahora, cualquier cosa que no te hiciera daño.

  - Mi amor yo te amo más que a mí misma pero por más que me esfuerce, por más que estudie y me prepare, nunca voy a llegar a tu nivel.

  - ¿Entonces me quieres decir que tú piensas como mi padre, que las clases sociales son importantes, que pesan más y que no merece la pena esto que sentimos? - Preguntó Luisita confundida ante la respuesta de la morena.

  - No lo sé, el problema es que dejar de amarte es imposible. - Le contestó acercándose sus manos a la boca para besarlas.

En ese mismo momento tocaron a la puerta y las chicas se separaron sorprendidas creyendo que era de nuevo Marcelino.

  - Te juro que si es tu padre de nuevo no voy a poder contenerme.

Amelia aligeró el paso para abrir y la tranquilidad que sintió se hizo presente en su cara al encontrarse de frente con María que tenía cara de preocupación por todo lo que podía haber pasado.

  - Aaayyy mi papá ya estuvo aquí ¿no? - Preguntó al ver las caras tristes de las chicas.

  - Papá ya se fue. - Pudo pronunciar palabra Luisita cuando María se acercó para darle un abrazo.

  - Yo también me voy. - Contestó Amelia acercándose a la abogada para despedirse.

  - Amelia pero ¿por qué?

  - Luisita, es mejor así, tenemos que pensar las cosas y tú necesitas tranquilizarte. - Amelia quiso quitarle importancia pero algo había cambiado en ella.

  - Yo estoy muy segura de lo que quiero y esto que pasó no va a cambiar nada. - Respondió con sinceridad.

  - Mañana te llamo ¿si? - Le dijo la morena dándole un beso en la frente como despedida.

  - Buenas noches. - Contestó cogiendo su maleta y acercándose a la puerta para irse dejando a Luisita preocupada.

Siendo espectadora de la escena, María se acercó a su hermana y la abrazó con ternura para calmarla y saber que siempre estaba ahí para ella.

Lo que en ti veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora