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Luego de la conversación que tuvieron acerca de la visita de Sebastián a su apartamento y terminar un poco con mal sabor de boca, Luisita quiso prepararle algo especial a Amelia para estar un rato a solas y dedicarse el tiempo que no habían tenido desde que habían llegado de la casa de la Sierra el fin de semana y para ello salió más temprano del bufete, no sin antes despedirse de Mateo y dejarle algún encargo a la secretaria y a la propia morena.

  - ¡Oye! ¿y tú para dónde vas si no son ni las 3? - Preguntó Mateo a la rubia cuando vio que se puso la chaqueta y cogió su bolso.

  - Tengo cosas que hacer.

  - ¿Cosas que hacer con la mensajera?

  - No, para la mensajera. - Contestó Luisita con una sonrisa juguetona.

  - Lo que pasa es que quiero hacerle una sorpresa a Amelia, prepararle algo rico, con velas, pasar la noche juntas y haciendo cosas que no tengo por qué contarte. - Esquivó la mirada con la cara sonrojada por lo que se le estaba pasando por la cabeza.

  - ¿Es su cumpleaños?

  - No, simplemente quiero aprovechar ese tiempo juntas que no pudimos estar a solas el fin de semana.

  - ¿Entonces te vas en taxi? - Pidió Luisita con cara de niña buena para que Mateo la perdonara de no acercarlo a su casa.

  - Sí tranquila, ya me recogerá alguien o alquilaré un patinete o algo, vete sin remordimiento de dejar a tu amigo solo. - Contestó Mateo haciendo un drama porque no se iba con la abogada.

  - Ay ay qué dramático, qué pena de ti. - Le contestó Luisita acercándose a él para darle un beso y despedirse.

  - Te quiero. - Le dijo Luisita despidiéndose para salir.

  - Si si lo que tú digas. - Respondió Mateo haciendo una mueca de desagrado y saliendo por la puerta.

  - Nieves, el resto de la tarde voy a trabajar desde casa, si se presenta algún pendiente...

  - Te llamo por teléfono.

  - No, lo resuelves con Mateo, yo quiero estar concentrada en lo que voy a hacer. - Contestó mirando a Amelia y jugando nerviosa con su bolso.

  - Amelia, ¿A ti te falta mucho por entregar? - Preguntó dejando sorprendida a la morena por la pregunta.

  - No... sólo me falta un par de cosas. - Contestó dudando mirando a la secretaria y luego a la rubia.

  - Ya, ¿Y no tenías que buscar unos documentos al juzgado?

  - Ay pero yo tenía esa tarea para mañana. - Contestó Nieves como siempre interrumpiendo la conversación.

  - No, pero es que los necesito hoy urgente.
  - ¿Sabes que? Yo voy a llamar para decir que vas a ir a recogerlos y me los llevas a mi casa, ¿Te parece bien?
- Preguntó Luisita a la morena dejándola a cuadros porque no le importó que Nieves estuviera delante.

  - Si quieres llamo yo. - Otra vez de nuevo contestó la secretaria.

  - No Nieves, está bien así. - La calló y miró a Amelia.

  - Está bien Licenciada, como usted diga. - Contestó la morena con una ceja levantada y con picardía.

  - Ok, te espero en mi casa con esos documentos como a las 7.

  - Por supuesto.

  - Hasta mañana. - Contestó Luisita dándose la vuelta con una media sonrisa y marchándose del bufete no sin antes dándole un beso insonoro desde la puerta sin que la secretaria se diera cuenta.

Lo que en ti veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora