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Al mismo tiempo que Luisita se sentía acorralada porque el fiscal había descubierto sus intenciones y el engaño, en casa de Amelia estaba Nacho contándole la última reunión que iba a tener Sebastián con el Príncipe y cómo podrían llevar a cabo un plan armado en el que hicieran caer a los dos.

  - La reunión es el próximo martes Amelia y tenemos que tener algo planeado antes de ese día, es la única prueba que podemos tener de los dos juntos y del negocio que se traen. - Le iba explicando Nacho a la morena.

  - Sí, sí Nacho, la única solución es que estemos ahí pero ¿cómo?, lo más probable es que esté la policía y nosotros somos prófugos de la justicia. - Respondió Amelia al detective.

  - Nunca pensé que estuviera a éste lado de la ley eehh, es curioso como antes estaba buscando a una exconvicta y ahora soy yo el que la está ayudando. - Contestó Nacho rodando los ojos y con una media sonrisa.

  - A pesar de todo lo que haya pasado y de que al principio desconfiaras de mí porque no tenías toda la información que te faltaba...siempre te consideré un amigo y sabía que estabas siendo engañado, tenía que volver para explicártelo todo, aunque después no quisieras mirarme a la cara. - Respondió Amelia apenada recordando todo lo que habían pasado.

  - ¿Sabes qué Amelia? - Preguntaba el detective queriendo hacerle una confesión a la morena.

  - ¿Qué? - Preguntó la morena con timidez.

  - Aunque no quería admitirlo porque estaba muy dolido contigo por como habían sucedido las cosas, yo también te vi como una gran amiga en esos días que compartimos, aunque dudara de ti y fuera un cascarrabias. - El detective admitió con una media sonrisa que tenía un carácter fuerte. - y ahora que sé por todo lo que pasaste, quiero decirte que te admiro porque estás haciendo todo lo posible por salir adelante y yo estoy aquí acompañándote para verlo. - Finalmente le contestó sacando todo lo que llevaba tiempo queriendo decirle para que la morena supiera que ya la había perdonado.

  - Al final caíste en mis redes oficial. - Amelia respondió al detective provocándole recibiendo por parte de éste que le diera un empujón en el hombro.

De nuevo en el apartamento de Luisita, la abogada y el fiscal seguían discutiendo por como habían pasado las cosas tratando ella de convercerle de que no era del todo cierto que le había engañado sino que no tenía las pruebas suficientes para explicárselo todo y que creyera en su palabra pero el fiscal no daba su brazo a torcer y así se lo hacía ver.

  - ¿Qué pretendías conmigo Luisita?¿Seducirme hasta el punto que quitara los cargos contra Solano?¿O a desaparecer el record de robos de tu noviecita? - El fiscal no paraba de reprocharle su actitud frente a todos, incluyendo a Mateo que ya había llegado tras la llamada de María.

  - ¡Yo entiendo, yo entiendo que tú te hagas todas estas suposiciones pero es porque no tienes la historia completa! - Luisita se defendía explicando sus razones.

  - Si nos dejara explicarle desde el principio sería mucho más fácil. - Respondió Mateo ayudando a su amiga.

  - Todo éste tiempo he sido un iluso Luisita, confié en tí y me engañaste de la peor manera. ¡¿Cómo crees que me siento yo, que tú siendo una de las mejores abogadas del país y de currículo intachable haya podido engañarnos así?! ¿Cómo Luisita? - Alberto Guerrero no paraba de reprocharle su actitud.

  - ¡Alberto, te lo juro que nosotros íbamos a acudir a tí, sólo que necesitábamos las pruebas suficientes, de verdad!

  - Todo tiene una explicación señor fiscal, deje que Luisita hable, por favor. - Contestó María preocupada por su hermana.

Lo que en ti veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora