Crónicas de un futbolista. (+18)

Capítulo 47.

Su cuerpo se movía suavemente de lado a lado mientras esperaba que todos los invitados se pusieran de pié.

Su mirada llena de lágrimas y su gesto triste le demostró a su novio el que estar en aquella situación le fué bastante molesta.

¿Cómo se les ocurría jugar con los sentimientos de quién se supone es su nieta más pequeña y más importante?

Richardson había notado la inquietud de Emily. Pero aún así... El saber que Robert tenía razón en no dejarla en las manos de cualquier chico lo llevaba a ignorar por completo el verla tan afectada.

¿Pero cómo reaccionaría ella si ese tal Nagi Seishiro terminaba perdiendo?

[Le fué un poco curioso.]

Tabito Karasu platicó formalmente con el hermano menor de los gemelos.

Sus nervios estaban presionandolo por dentro porque no quería demostrarles que era alguien inmaduro e irresponsable.

[No lo era.]

Tal vez le gustaba un poco la diversión cuando Eita lo invitaba a algunos eventos o a algunas fiestas, pero nunca se había atrevido a faltarle el respeto a una chica.

Y no estaba en ese lugar para hacerle creer a Emily que él podría destruir su corazón y su vida.

—¿Y bien? —la vista de los gemelos se posó frente al alcalde, alguien parecía muy curioso de ver algo especial y entretenido esa noche. Emily se había puesto de pié y gracias a que su chico no quería verla sufriendo, decidió acompañarla fuera de ahí— Díganme, gemelos. ¿Que tienen planeado para éstos jóvenes? Espero poder ver algo muy entretenido antes de ver el tan esperado partido contra la sub veinte de Japón.

—Concuero con el alcalde —espetó el tan misterioso Lucas posándose justamente a lado de Ryusei. Quien mantenia una pequeña sonrisa traviesa en su rostro— No vine a éste aburrido lugar solo a cenar. Vine aquí porque me daba curiosidad conocer a su nieta más pequeña y el saber que seguirá sus pasos raros definitivamente tiene que llevar a una muerte súbita si hay un mocoso más de por medio.

[Qué tipo más molesto.]

Los gemelos odiaban el saber que tendrían que aguantar su presencia pues a esas alturas, definitivamente tenían que quitarlo de su lista de amistades.

[Solo así no volverían a ver su molesta cara y sentir su jodida presencia.]

—¿Que tal un simple juego de billar? Estaría perfecto si tomamos una copa, ¿No creen?

—Oh... ¡Estaría perfecto! —Tabito le dió una pequeña mirada a su amigo, Ryusei rió entre dientes pues la idea de jugar billar había sido idea suya y saber que Robert la había tomado muy en cuenta se le hizo un paso más adelante a que Nagi Seishiro terminara muy lejos de su dulce estrellita— Pero también necesito más de esa rica combinación de apricot y queso... Además de que pude notar que la señorita Emily comía algo muy diferente a lo nuestro.

—Por supuesto. Le pediré al Chef Kelsey que pueda preparar más aperitivos, así que si no es mucha molestia...—Richard les hizo una pequeña señal de que podían seguir su nuevo camino. La sala de licores estaba justamente en el segundo piso y en dicho lugar, se encontraba su gran mesa de billar. Era hora de dar un paso más al frente y triunfar antes de pelear contra la sub-20— ¿Ryusei?

—¿Si, señor?

—Necesito que lleves a Emily a la sala de licores, la dejo en tus manos.

—Por supuesto.

Tabito suspiró por lo bajo, la mano de quién era la madrina y tía materna de Emily... Había tocado su hombro. Ésta los llevaría a dicho lugar así que tenía que mantener la calma y seguir comportándose adecuadamente pues eso era algo que le demostraba a los gemelos su gran madurez.